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Taylor Swift en la alfombra roja de la edición 2023 de los premios MTV Video Music Awards

Taylor Swift en la alfombra roja de la edición 2023 de los premios MTV Video Music AwardsGTRES

Las discográficas intentan impedir que sus artistas regraben su música como está haciendo Taylor Swift

Los sellos discográficos tienen como objetivo que sus artistas tarden mucho tiempo en regrabar su música para evitar la fiebre de las Taylor’s Version

Taylor Swift vuelve a ser motivo de inspiración, aunque no de la forma que muchos quisieran. Y es que, debido al éxito descomunal que la cantante está obteniendo tras las regrabaciones de sus primeros seis álbumes de estudio por la compra de su música una vez finalizado su contrato con su antiguo sello, las discográficas pretenden implantar una nueva norma, en la que se dice que los artistas no puedan regrabar su música hasta pasados 10 e incluso 30 años, en el peor de los casos. Entre los principales sellos que han revisado recientemente los contratos de nuevos artistas están Universal Music Group, Warner Music Group y Sony Music Entertainment.

Algunos de esos contratos exigen que los cantantes esperen un tiempo, sin ningún tipo de precedentes de 10, 15 y hasta por lo menos 30 años con el fin de volver a grabar los lanzamientos una vez partan de la disquera. Esto antes no era así, y es que las discográficas establecían que todos los artistas tenían que esperar a que el último de dos períodos expirara, antes de publicar regrabaciones. Es decir, antes podrían haber pasado entre cinco y siete años desde el lanzamiento original, o también, dos años después del vencimiento del contrato de cada artista.

El concepto de poder atraer a los fans de la música a nuevas versiones de antiguas canciones era una de las partes más rentables del negocio de la música, hasta junio de 2019, cuando Taylor Swift anunció las regrabaciones de sus primeros seis álbumes de estudio. Entre los artistas que volvieron a grabar sus mayores éxitos, se encuentra el nombre tan importante de Frank Sinatra, que regrabó sus temas más conocidos y de triunfo de los años 60.

Una decisión que sigue siendo estudiada

La abogada musical que lleva años lidiando con discográficas por contratos, Dina LaPolt, ha afirmado que «ahora, debido a todo este asunto de Taylor Swift, tenemos una negociación aún nueva. Es horrible. Estamos viendo mucha ‘perpetuidad’. Cuando estábamos negociando acuerdos con abogados, antes de recibir la propuesta recibíamos la llamada telefónica del jefe de asuntos comerciales. Literalmente decíamos: ‘Si me envías eso, estará en Twitter en 10 minutos’. Nunca aparecía».

Asimismo, un portavoz de Universal Music Group, ha explicado que el sello no va a hacer ningún tipo de comentarios sobre acuerdos legales y ha mencionado un artículo del Wall Street Journal que informa que los cambios se han realizado tiempo antes de las regrabaciones de Taylor Swift, en el que se incluye un periodo de espera de 10 años con un aumento de regalías y más cambios beneficiosos para todos aquellos que estén bajo algún sello discográfico.

A diferencia de Universal Music Group, ni Warner Music Group ni Sony Music Entertaiment han respondido a ningún tipo de solicitud de declaraciones, pero se afirma que algunos abogados expertos en música comprenden y están al tanto de las preocupaciones por parte de las discográficas ante la posibilidad de regrabar música.

Según Josh Binder, abogado que representa a artistas como SZA y Marshmello, afirma que lo que está ocurriendo con Swift es «poco común» y que la mayoría de los artistas no suelen tener que ejercer sus derechos de regrabación. Por otro lado, insiste en que el mayor problema es controlar las grabaciones maestras, razón por la que tanto artistas como abogados han firmado acuerdos de licencia en los que se conservan las propiedades de los másteres de las canciones, en lugar de firmar contratos de grabación en los que, tradicionalmente, el sello poseía todo.

Algunos artistas toman medidas

Ante lo ocurrido con Swift, algunos artistas del panorama musical han decidido coger la delantera y adelantarse a sus discográficas cuando se acabe su contrato, comprando todo su catálogo musical por grandes dinerales con el objetivo de que no les roben sus másteres originales. Una de ellas ha sido la cantante británica Dua Lipa, que ha comprado sus derechos editoriales a Tap Music Publishing el pasado 2 de noviembre. Esta acción significa que a la cantante de Physical le corresponden todos los ingresos que deriven de las composiciones de sus canciones y, por ende, le serán adjudicados a ella en su totalidad, en vez de ser compartidos con su antigua editorial.

En cambio, la cantante Katy Perry, ha preferido optar por vender todo su catálogo musical por alrededor de 211 millones de euros a la compañía Litmus Music, incluyendo las grabaciones originales de todo lo publicado por la artista de Teenage Dream desde 2008 hasta el 2020. Al parecer, Perry se ha adelantado debido a que Universal Music Group va a seguir siendo el dueño de sus másteres originales de los cinco discos publicados en ese periodo de tiempo. Otros de los artistas que han decidido vender su catálogo musical han sido David Guetta, Pink Floyd, Stevie Nicks o Shakira, entre otros, con el fin de conseguir una rentabilidad inmediata.

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