¿Quiénes fueron mejores Los Chichos o Los Chunguitos?

Puede que una comparación posible y no del todo disparatada entre ambas bandas míticas españolas sea Lady Gaga. O más bien, Stephanie Germanotta y su nombre artístico Lady Gaga. Los Chichos fueron Stephanie y Los Chunguitos Gaga, pasando por encima de toda la esencia que a ambos les unía, el flamenquito o la rumba o el flamenquito pop.

Cualquier profano puede confundir a Los Chichos con Los Chunguitos. Hay que introducirse en la época de las casetes de gasolineras que heredó Camela. Una fama subterránea, pero cierta y contante, a la que se resistieron Los Chunguitos poniéndose vestidos de filetes o lo que hiciera falta para eludir ese destino más o menos ineludible.

Música de «lo quinqui»

Los Chunguitos eran todos y Los Chichos eran mayormente Jero, vocalista y compositor del trío que fue primero, a principios del 70. Su ser era retratar lo quinqui, la marginación, las drogas, la delincuencia de los barrios.

Había una música propia ahí que se extendió entre los andurriales y en las mentes y en los tarareos de sus moradores. Era una música para ellos que no tocaba la oficialidad, sino que permanecía en sus confines, casi vetada. Supieron ver el hueco que tenían que rellenar y Jero se lanzó a escribir sobre lo marginal que podía hacerles ricos.

Los Chichos se hicieron famosos sin ser famosos. Eran más bien míticos mientras actuaban por todas partes sin parar, sembrando su leyenda. Eso fue durante unos años hasta que aparecieron Los Chunguitos, menos «salvajes», más cuidados, atildados, pero también con el espíritu de la marginación, de lo racial. Y también con el mote de la vida como nombre artístico. Era un filón que había explotar. Una fiebre, no del oro, sino de lo quinqui, que tuvo también su representación en el cine.

En Yo, el vaquilla Los Chichos pusieron la banda sonora, pero en eso Los Chunguitos se les adelantaron con Perros Callejeros en 1977 y Deprisa, deprisa de Carlos Saura. Los Chichos no se moldearon, sino que siguieron a lo suyo, al contrario que Los Chunguitos, quienes empezaron a incorporar otros ritmos, otras formas, otras estéticas. Eran como Stephanie Germanotta decidiendo ser Lady Gaga para triunfar.

Medio siglo de existencia

Los dos grupos han llegado vivos hasta aquí después de más de 40 años, con muertes de por medio, bajas fundamentales, quizá la mayor la de El Jero, que se dejó caer de espaldas desde su terraza en 1995. Tenía 44 años y después Los Chichos, que aún están despidiéndose, y también Los Chunguitos que ya lo hicieron no hace mucho, continuaron. Los primeros fieles a una esencia completa y los segundos tocando muchos palos, más allá de la música que, al contrario que a Los Chichos, se les fue deshaciendo, dejando previamente temas inmortales, entre las manos.