Antonio Vega sigue en «el sitio de su recreo», quince años después de su muerte
Después de quince años, Antonio Vega es un símbolo perenne de la música española, por encima de las modas y los gustos pasajeros
Describir la figura del compositor Antonio Vega (1957-2009) es complicado, ya que hay que saber subrayar la faceta compositora con una sensibilidad acusadísima, y al mismo tiempo no dejar de ponderar su indiscutible personalidad como intérprete y guitarrista .
Después de quince años, Antonio Vega es un símbolo perenne de la música española , por encima de las modas y los gustos pasajeros. Tanto en su carrera en solitario como en su andadura en Nacha Pop, Vega escribió canciones que, con el tiempo, se han convertido en himnos: Chica de ayer, Lucha de gigantes, Se dejaba llevar por ti o «El sitio de mi recreo, fácilmente recordadas por casi todos.
Antonio Vega tenía únicamente 51 años cuando se anunció su muerte y todavía era capaz de ofrecer conciertos sublimes y melodías únicas.
Desde niño
Nacido en Madrid en 1957, Antonio Vega Tallés fue el tercero de seis hermanos. Ya desde pequeño mostró un gran interés hacia la música y, con siete años, se escondía para escuchar las clases de guitarra que recibían sus hermanos, Ricardo y Carlos.
A pesar del deterioro físico, Antonio Vega era una persona muy activa y un gran deportista, como recuerda su hermano Carlos Vega en el libro Antonio Vega. Una vida entre las cuerdas, de Magela Ronda (PlanetadeLibros, 2023): «Era un superdotado en los deportes, en lo que se metiera destacaba». Además, era alguien alegre y cercano, aunque con cierta tendencia a la introversión.
Nacha Pop
En el Liceo Francés, donde coincidió con su primo Nacho García Vega, comenzó la tensión musical y el deseo de formar parte de grupos: UHU Helicopter pronto pasó a llamarse Nacha Pop y fueron teloneros de Siouxie & The Banshees en el Teatro Barceló y de Los Ramones en la Plaza de Vistalegre.
Teddy Bautista les produjo en 1980 su primer disco, homónimo: un puñado de temas pop rock de corta duración, entre los que figuraba la atemporal Chica de ayer.
El tema catapultó a los Nacha Pop hasta la grabación de cinco discos, un minielepé y directo, 80/88, que fue, con diferencia, el más vendido de la banda.
En solitario
La separación del grupo fue amistosa. Antonio publicó No me iré mañana en 1991 que ya es una de las grandes obras maestras de la música española, y Se dejaba llevar por ti se convertía en una canción capaz de atravesar el tiempo y los corazones.
Una adicción pública
Sin embargo, la devastación física que la heroína estaba haciendo en su fisonomía era evidente; una adicción que, por otra parte, no escondió.
«Si él estaba metido en la droga es porque había decidido estar. Y con todas las consecuencias. Él sabía cuáles eran las consecuencias. Lo que pasa es que alguna vez tenía que decir lo contrario, pero por no hacer daño a los que todavía pensábamos que había una posibilidad de que él quisiera salir», señala su hermano Carlos Vega en la biografía citada de Magela Ronda.
El final
Antonio Vega continuó componiendo a lo largo de los noventa y de la primera década del siglo junto a Nacho Béjar o Basilio Martí, y dejando las últimas obras maestras Anatomía de una ola (1998), De un lugar perdido (2001) y 3000 noches con Marga (2005); disco dedicado a su pareja, Margarita del Río, fallecida un año antes.
En 2007 Antonio y su primo, Nacho, retomaron el grupo e iniciaron una gira El deterioro físico del guitarrista y cantante ya era demasiado evidente, pero se transformaba al tocar los primeros acordes de una canción.
En marzo de 2009 ofreció su último concierto en Bilbao, y semanas después fue ingresado en Madrid por una neumonía aguda. El 12 de mayo de 2009 se anunció su fallecimiento por un cáncer de pulmón, un día aciago para la música. Hoy en día es reconocido como uno de los creadores más personales de la música española y autor de un legado que sigue vivo.