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César Wonenburger
César Wonenburger

Las diez citas musicales para este otoño

El regreso de la Filarmónica de Viena y el debut de Elina Garanca en el Real señalan el inicio de las nuevas temporadas

Actualizada 04:30

Teatro Real de Madrid

Teatro Real de MadridGTRES

Arrancan los motores musicales, que en las próximas semanas prometen dispensar emociones a granel para quienes disfruten de las joyas del repertorio lírico, sinfónico o de cámara.

Aquí hemos reunido las diez citas posiblemente más relevantes, hasta final de año, sin salir de España.

Batutas como Gatti o Agnew, el ascendente pianista Josu de Solaun o el ya consagrado Buchbinder, junto a las estrellas vocales Elina Garanca, Asmik Grigorian o Sabine Devieilhe se exhiben en distintos lugares que también destinan espacio a las obras del repertorio español, como una nueva producción de Marina o el redescubrimiento de La cautela en la amistad… De todo habrá.

La Garança canta, por fin, ópera en el Real

A partir del 23 de septiembre. Adriana Lecouvreur, Cilea. Teatro Real de Madrid.

El Teatro Real comienza su temporada con la misma producción que el Liceo barcelonés clausuró la suya anterior, el reconocido montaje que David McVicar realizó en su momento de uno de los títulos esenciales del verismo, Adriana Lecouvreur.

La ópera más popular de Francesco Cilea, bien provista de números conocidos, ha resultado siempre vehículo de lucimiento para grandes sopranos-actrices, como Magda Olivero, y voces grandes, dotadas de morbidez, pero sin tanta garra interpretativa, como Renata Tebaldi.

Aunque aquí el gran aliciente de estas representaciones reside sobre todo en la presencia, por primera vez luciendo su clase sobre este escenario (anteriormente solo lo había hecho en concierto), de una de las más fascinantes artistas vocales de nuestro tiempo, la mezzo letona Elina Garança, que encarna a la rival de la protagonista, la quizá sobrevalorada Ermonela Jaho.

La obra de Shostakovich que tanto incordió a Stalin

A partir del 25 de septiembre, Lady Macbeth de Mtsensk, Shostakovich. Gran Teatro del Liceo de Barcelona.

Por los mismos días, el coliseo de la Rambla vuelve a abrir sus puertas, en esta ocasión, con uno de los títulos indispensables de la ópera del siglo XX, esa Lady Macbeth de Mtsensk que marcó el definitivo divorcio entre el controlador Stalin y las ansias de crear en libertad de Shostakovich.

A partir de entonces, el compositor, que tenía hecha siempre la maleta por si recibía una de esas inoportunas visitas de los agentes soviéticos invitándole a acompañarlos hasta alguna localidad remota, preferentemente siberiana, por cualquier capricho de la autoridad suprema, viviría un auténtico calvario reflejado entre el delirio, el drama y el sarcasmo que impregnan casi toda su obra.

De los repartos convocados, merece especial atención la presencia de la volcánica Ángeles Blancas, que tras su reciente triunfo italiano con El ángel de fuego de Prokofiev regresa a uno de sus teatros favoritos para encarnar a la desgarradora protagonista.

Los filarmónicos vieneses descubren el siglo XX

1 de octubre. Filarmónica de Viena. Daniele Gatti, director. Auditorio Nacional de Madrid.

La temporada madrileña de grandes orquestas se inaugura en unas pocas semanas con la presencia de una de las más justamente apreciadas por todos los aficionados, la legendaria Filarmónica de Viena.

El ahora parece que rehabilitado Daniele Gatti, tras algunas acusaciones de acoso, se pondrá al frente de la histórica centuria austríaca en un programa que apela al siglo XX mediante dos de sus representantes más cualificados: Stravinski y Shostakovich.

Del primero se interpretará el ballet Apolo, líder de las musas, una obra que contrasta en su sencillez con la opulencia de algunos de sus más célebres contribuciones a la danza.

Del segundo, se situará en los atriles su Décima Sinfonía, una suerte de compendio acerca de sus dramáticas vivencias durante el periodo estalinista, concebida precisamente a la muerte del dictador que marcó su existencia e influyó de una manera determinante en el conjunto de su obra.

Ambas representan piezas contrastadas que requieren de plantillas muy diversas. La del autor de El pájaro de fuego, en su despojada sutileza, es casi una obra de cámara, escrita para una formación de cuerdas, mientras la segunda refleja en su riqueza y vastedad todo el complejo universo sonoro de una mente aprisionada, siempre a punto de ebullición. Dos retos muy interesantes para orquesta, de las cinco mejores, y director, casi siempre interesante.

Una nueva 'Marina' inaugura etapa en la Zarzuela

A partir del 9 de octubre. Marina, Arrieta. Teatro de la Zarzuela de Madrid.

No se aprecian significativas novedades en la primera temporada de Isamay Benavente como responsable de la Zarzuela: los títulos fundamentales del repertorio son servidos por repartos que echan mano de algunos de los principales cantantes españoles de hoy.

Con respecto al periodo anterior, faltan esas recuperaciones históricas del extraordinario patrimonio zarzuelístico español, del pasado (Nebra debería estar presente casi todos los años) hasta nuestros días, porque afortunadamente el género no se compone únicamente de cinco o seis títulos esenciales.

Para el regreso de la popular Marina, se ha optado por una nueva producción con el sello de la joven directora Bárbara Lluch, que aún debe acreditar su talento para tanto encargo como está recibiendo (su relación familiar con Nuria Espert debe pesar lo suyo).

Entre los cantantes escogidos, destacan la apuesta por Ismael Jordi (en un rol que requiere un gran desahogo por las alturas), la cada vez más consolidada Marina Monzó y el siempre extraordinario Juan Jesús Rodríguez, indispensable barítono titular de este teatro mientras curiosamente se le cierran las puestas de otros sin ninguna razón atendible.

El ascendente Miguélez Rouco reivindica a Corselli

10 de noviembre. La cautela en la amistad…, Corselli. CDNM. Auditorio Nacional de Madrid.

El Centro Nacional de Difusión Musical celebra sus primeros quince años convirtiendo a uno de los más interesantes jóvenes valores españoles, el director y cantante Alberto Miguélez Rouco, en su artista residente.

Al frente de su propio conjunto, Los Elementos, con el que este verano ha recorrido varios festivales europeos, Miguélez Rouco inaugura ahora (por segunda vez en tres años) el ciclo más relevante de la institución, Universo Barroco, con la recuperación en tiempos modernos de una obra perteneciente al extraordinario patrimonio histórico español, La cautela en la amistad y robo de las sabinas.

Al frente de un grupo de cantantes encabezado por Alicia Amo, Natalie Pérez y Carol García, el director gallego se dispone a dar a conocer esta ópera que Francisco Corselli, compositor italiano, pero instalado en la corte española (ejerció como maestro de la capilla Real de Madrid durante más de treinta años), estrenó en el teatro de los Caños del Peral, en 1735. Será el primero de cuatro interesantes programas que este destacado músico ofrecerá durante la presente temporada como parte de su designación.

Una diva francesa busca programa

11 de noviembre. Sabine Devieilhe, soprano. Teatro de la Zarzuela de Madrid.

En la página del Teatro de la Zarzuela no aparece información sobre el programa del recital que este año inaugurará el siempre selecto «Ciclo de lied», por el que suelen desfilar algunas de las más interesantes voces del panorama internacional.

Da lo mismo, quizá por eso no se habrán molestado. Lo esencial es que por allí va a pasar Sabine Devieilhe, la estupenda soprano francesa en la que algunos han visto ya (quizá algo prematuramente) a la sucesora natural de la extraordinaria Natalie Dessay.

Desde luego no resultaba fácil igualar la apertura de la temporada pasada, con la gran Lise Davidsen, pero el esfuerzo por intentarlo seguro que valdrá la pena. Que cante lo que desee, lo relevante aquí es que la Devieilhe, que se postula ya como una de las sopranos ligeras (Micaela no es el camino, aunque la cantase aquí imponiendo su clase) más interesantes de hoy, ofrecerá su primer recital madrileño.

Solaun, todo un lujo para Chaicovski

21 y 22 de noviembre. Josu de Solaun, piano. Orquesta de la RTVE. Cristoph König, director. Teatro Monumental de Madrid.

En España proliferan estos días los jóvenes intérpretes destacados de distintos instrumentos, casi como en ninguna otra época anterior; desde luego, no en esta creciente proporción.

Ahí están, por citar solo a los que están logrando despuntar en el competitivo panorama internacional, los claros ejemplos del pianista Javier Perianes, el violonchelista Pablo Fernández o la violinista María Dueñas (a la que el año próximo tendremos por aquí, al menos en un par de esperadas ocasiones).

En el capítulo reservado a los pianistas, hay uno que parece algo más rezagado en el aprecio general, pero que en los últimos tiempos parece empezar a concitar ese género de atención que merece siempre un intérprete de su singular valía.

Josu de Solaun no se atiene a acomodaticias o simples clasificaciones. Su naturaleza en cierto modo ingobernable le aparta de los encasillamientos situándolo en ese ámbito que durante el pasado solía reservarse a los pianistas románticos, dotados de un aura especial, que convertían sus interpretaciones en una suerte de «tour de force» donde las emociones se sobreponían al mero artificio, la personalidad a la técnica, logrando dotarlas de una extraña fascinación.

El primero de los conciertos para piano de Chaicovski ofrece materia prima de sobra para sugerir en un intérprete como el valenciano la necesidad de explotar sus virtudes como en pocas ocasiones. ¿Asistiremos definitivamente a una consagración? Desde luego, esta es una de las citas más interesantes de la temporada.

Una nueva estrella de la ópera, en concierto

24 de noviembre. Asmik Grigorian. Sinfónica de Madrid. H. Nánási, director. Teatro Real de Madrid.

Asmik Grigorian se ha convertido ya en una de las sopranos más aclamadas de estos tiempos porque reúne varias de las condiciones esenciales para triunfar ahora mismo: un instrumento apreciable, un talento interpretativo que a menudo le impulsa a transgredir los límites de su voz apelando a su incuestionable magnetismo escénico (lo que la sitúa en el radar de otras artistas similares, como la singular Teresa Stratas) y un físico muy atractivo.

Requerida en los principales teatros (acaba de triunfar por partida doble en la última cita de Salzburgo), en España se ha prodigado muy poco: una espléndida Rusalka en el Real y un recital en La Coruña, lo más recordado.

Intenso animal escénico, donde mejor se desenvuelve, seguramente hubiese sido deseable contar con ella para una ópera, pero el Real parece haber apostado en esta temporada por sacar a las verdaderas estrellas de los repartos y exhibirlas en solitario, en conciertos. Al menos este será con orquesta, la Sinfónica madrileña, y un programa que además de Verdi y Puccini incluye selecciones de Glinka, Tigranian y Rimski-Kórsakov.

Buchbinder se «encierra» con Beethoven

28 y 29 de noviembre. Rudolf Buchbinder, piano. Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. Karel Mark Chichon, dir. Auditorio Alfredo Kraus de Las Palmas.

A Karel Mark Chichon, el gibraltareño que mejor defiende la música española dedicándole algunos de sus mayores esfuerzos (su Luisa Fernanda de la pasada temporada resultó toda una revelación), casi le han tenido que suplicar que renovara al frente de una Filarmónica de Gran Canaria que no había conocido tal periodo de esplendor artístico hasta su llegada.

Algunos desaprensivos le regatearon sus incuestionables logros con pequeñas miserias que a punto estuvieron de propiciar su marcha, pero por suerte para los melómanos isleños, al final, todo se resolvió felizmente.

Sabedor de la necesidad de equilibrar los programas para intentar complacer a todas las parroquias, y gracias a su estupenda agenda, Chichon se saca a veces de la manga magníficas iniciativas, como la que este año reúne en dos únicas sesiones la integral de los conciertos para piano de Beethoven, no por más tocados menos interesantes.

Sobre todo, si se invita a recrearlos a un artista como Rudolf Buchbinder, uno de los más destacados traductores vivos del repertorio afín a la primera escuela vienesa.

Su presencia en el auditorio Alfredo Kraus con la Filarmónica Grancanaria en excelente momento artístico, junto al titular Chichon, convierten esta doble sesión en un auténtico acontecimiento.

«El Mesías» vuelve a la Nacional por Navidad

20, 21 y 22 de diciembre. Orquesta y Coro Nacionales. Paul Agnew, director.

Después de la soberbia lectura que la temporada pasada se ofreció del oratorio Paulus, de Mendelssohn, con el oficiante Suzuki como magno invitado, ahora se volverá a contar con una batuta experta como la de Paul Agnew para desentrañar todas las bellezas y misterios contenidos en otra obra maestra de extraordinarias proporciones del repertorio sinfónico-coral, El Mesías de Händel.

La interpretación se ha fijado en fechas próximas a las festividades navideñas quizá para resaltar el mensaje vivificante de esta música, con lo que la Orquesta Nacional se inserta en una tradición muy extendida en todo el mundo: la de ofrecerla al público por esta época, incluso a veces con versiones bien intencionadas pero de magros resultados artísticos.

No parece que este vaya a resultar el caso. La excelsa partitura haendeliana requiere de un avezado reparto de solistas para hacerle justicia. Aquí se reunirá un cuarteto de bien acreditados cantantes entre los que destacan dos intérpretes españoles, el barítono José Antonio López y el contratenor Xavier Sabata. Imperdible ocasión para comprobar que esta pieza es mucho más que su célebre «¡Aleluya!».

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