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17 de septiembre de 2024

Vetusta Morla en concierto

Pucho, durante un concierto de Vetusta MorlaEFE

Vetusta Morla se despide de Madrid y se tomará un descanso hasta 2026

El grupo madrileño anunció su alejamiento de los escenarios en los próximos años

Los integrantes de Vetusta Morla se despiden y se mantendrán alejados de los escenarios al menos hasta 2026, cuando podrían regresar después de una pausa de un par de años.

La Sala La Riviera de Madrid ha sido el escenario del último de los conciertos con los que el grupo madrileño ha dado su adiós provisional.

Pucho y los suyos se despidieron de Barcelona en la sala Razzmatazz los pasados 3 y 4 de septiembre y ayer lo hicieron en la capital. Estuvieron también en un memorable concierto en los jardines del Generalife de Granada el 7 de septiembre.

Vetusta Moral ha logrado en su despedida colgar el cartel de «sin entradas» en La Riviera donde 2.500 fans acompañaron al grupo de Tres Cantos en su «hasta pronto».

El tema Puentes, de su último disco, Figurantes, ha sido el pistoletazo de salida de un concierto en el que han recorrido todo su repertorio con un Copenhague o ¡Ay, Madrid! en el que los fans se han mostrado completamente entregados a su grupo.

Una década es el tiempo que Vetusta Morla no pisaba el viejo escenario de La Riviera que les vio despegar. Y no es casualidad que con ese telón se hayan despedido.

La nostalgia y la especial conexión del grupo con sus incondicionales ha sido lo más destacable de un concierto presentado como una reunión de amigos de instituto: «Hemos venido a celebrar la amistad que nos ha unido en estos 25 años», proclamó Pucho.

El concierto, alejado de cualquier pretensión, ha sido una auténtica fiesta para los fans. Vetusta Morla seguramente podría haber llenado el WiZink Center, pero su sitio estaba en La Riviera, a orillas del Manzanares.

Vetusta Morla, y así lo afirmaron de forma explícita, querían despedirse en la intimidad de una sala de toda la vida, de un lugar que el grupo conoce tan bien como tocar en el salón de su casa.

En definitiva, nostalgia, sí, en una despedida en la que, sin embargo, no ha habido caras largas, y es que la promesa del regreso por todo lo alto en 2026 se presenta como una espera de las que valdrán la pena.

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