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Actrices en escena del musical 'Los Pilares de la Tierra'Smedia

El boom de los musicales sitúa a España en el podio del género junto a EE.UU. y Reino Unido

España es el tercer país, después de Estados Unidos y Reino Unido en la producción de musicales

Madrid es ya una plaza fuerte de los teatros musicales. Fenómenos como el reciente éxito de Malinche, de Nacho Cano, los 14 años de El Rey León en cartelera, o el estreno por todo lo alto del musical de Los Pilares de la Tierra demuestra el músculo de la capital de España, que ya se codea con Nueva York y Londres.

Desde que en 1975 se estrenara el primer musical en España, Jesucristo Superstar, con Camilo Sesto como protagonista, este género se ha convertido en un fenómeno cultural y económico: cuatro millones de espectadores disfrutaron en 2023 con estos espectáculos, entre los que sobresale El Rey León y sus 14 temporadas en la Gran Vía de Madrid.

«La temporada fuerte de los musicales es ahora. Desde este puente de la Constitución hasta el mes de marzo», ha explicado a Efe Yolanda Pérez Abejón, directora general de Stage Entertainment, productora de los musicales El Rey León y Aladdin.

«La campaña de Navidad es muy importante, se ven y se regalan entradas», ha añadido Pérez, quien reconoce que Madrid se ha convertido en un destino de musicales.

Mamma Mía!, Los pilares de la tierra, The Book Of Mormon, Los Chicos del Coro o El fantasma de la ópera son solo algunos de los títulos de gran formato de esta temporada.

«Cuatro millones de espectadores acudieron en 2023 a ver un musical», indica el presidente de la Asociación de Productores y Teatros de Madrid, Jesús Cimarro, quien hace hincapié en que Madrid se ha convertido en la primera capital de musicales en castellano.

«El musical ha desplazado a parte de la programación del teatro de texto», asegura Cimarro, quien explica que en toda España hay musicales, desde Barcelona a Málaga pasando por Sevilla, Valencia o Bilbao.

«El mercado de los musicales en España es uno de los que está creciendo más rápido en Europa», ha añadido Yolanda Pérez Abejón, quien explica que estos espectáculos generan un retorno económico de millones de euros en sectores asociados al turismo como la hostelería, el comercio, el transporte o visitas a museos.

El musical, con un ticket medio de entre 50 y 60 euros, es un pilar importante de la economía vinculada al turismo de España. «El turismo de musical funciona muy bien. El 85 % de las entradas para El Rey León y Aladdin las compran turistas nacionales, pero hay un porcentaje de turismo extranjero latinoamericano», apunta Pérez.

En 2023 El Rey León tuvo 600.000 espectadores, fue el favorito. «Seguimos llenando, sigue triunfando», asegura Pérez, quien recuerda que por debajo del 75 % de ocupación, se pierde dinero con un musical.

Una idea que comparte Antonio Banderas, que al frente del Teatro del Soho en Málaga ha emprendido varios proyectos musicales, el último Gypsy. «Somos una empresa privada, no tenemos subvención pública y trabajamos a pérdidas», confesó en el programa de televisión El Hormiguero.

Cuando se habla de musicales no todo son grandes producciones. La cartelera española cuenta con un sinfín de propuestas más pequeñas que con un elenco muy reducido logran conquistar al público.

«Hay una gran demanda de musicales de pequeños formatos, en los últimos años han crecido de manera exponencial», asegura Zenón Recalde, director Asesinato para dos, un espectáculo formado por tan solo dos actores y un piano.

Stranger Things, Friends, A tu lado, El crédito o Salta conmigo son solo algunas de las producciones pequeñas que estarán en la cartera de distintas ciudades españolas esta temporada.

El productor Miguel Padilla, que está al frente de Musicales, un documental de cuatro capítulos que se estrenará a finales de 2025, subraya que estos espectáculos, también llamados musicales «off», «cada vez son mejores y de mayor calidad».

Las producciones grandes no pueden salir de gira, «aún llenando irían a pérdidas», explica Zenón Recalde, quien asegura que la gran ventaja del pequeño formato es que se puede llegar a más ciudades y poblaciones más pequeñas.

«El formato pequeño facilita la renovación de la cartelera, sobre todo en provincias y pueblos donde aún es más necesaria», dice Guillermo Sabariego, productor de Stranger Things, quien explica que el gran formato y el pequeño no compiten, son complementarios porque su objetivo es «enriquecer la cultura, ofrecer variedad a los amantes del musical y activar la economía».

España es el tercer país, después de Estados Unidos y Reino Unido en la producción de musicales, concluye Sabariego.