Un palacio para los reyes del ajedrez: Madrid acoge el Torneo de Candidatos 2022

Son las tres en punto de la tarde y las sensaciones son similares a las de una parrilla de salida en la Fórmula 1. A esa hora se encienden unas máquinas mucho más potentes que los monoplazas, los cerebros de los ocho ajedrecistas que disputan el Torneo de Candidatos 2022. Lo hacen en el Palacio de Santoña de Madrid, un escenario de gran belleza que devuelve cierto clasicismo al juego después del último Mundial en Dubái. El ganador retará al noruego Magnus Carlsen, si se deja.

Los aspirantes no llegan mucho antes de esa hora exacta, el tiempo justo para someterse a un rápido, pero escrupuloso control que descarta el dopaje por la vía de ayudas tecnológicas. A las puertas del palacio les esperan un buen grupo de aficionados de todas las edades; los más pequeños traen tableros y quieren sus firmas sobre ellos.

Ian Nepómniachtchi, dominador de la justa hasta el momento, entra relajado, casi descamisado y con ese gesto tan suyo a medio camino entre la risa y la mueca de terror. Despistado, comparece el chino Ding Liren, por la puerta equivocada y buscando el camino correcto, metáfora de sus primeras partidas en un torneo en el que partía como favorito. No lo ha tenido fácil, con una llegada a España precipitada –apenas 24 horas antes del comienzo del Torneo– en solitario, sin equipo de analistas, y con su propia olla arrocera para tener el menor contacto posible ante un posible contagio.

Teimour Radjábov llega de forma tan discreta que hace dudar a los organizadores de si es un jugador o un espontáneo, y perdemos el rastro de Alireza Firouzja, que no aparece por la puerta ni lo hace, de momento, sobre el tablero. El franco-iraní vino como se fue tras su debacle, horas después, sin comparecer ante los aficionados ni ante los medios.

Los contrastes del ajedrez

Durante los cinco primeros minutos permitidos por la organización, los periodistas observan en la sala de juego como en cuatro mesas, ocho hombres comienzan sus partidas... sin olvidarse de las otras tres. Es la parte más ágil del juego, con movimientos precisos, de aperturas estudiadas miles de veces, y después un paseo, como de casualidad, para repostar en la sala de descanso y analizar la opción elegida por sus rivales. Parecen momentos de tanteo, pero en esos primeros peones los grandes del ajedrez ya son capaces de leer tal cantidad de información que abruman al neófito.

Después, los candidatos se quedan solos en su mundo de escaques. La pequeña sala del Palacio de Santoña –80 metros cuadrados–, apenas el espacio justo obligatorio para las cuatro mesas se vacía para amplificar el silencio y, sobre todo, para evitar cualquier señal por parte de los espectadores con intención de ayudar a alguno de los jugadores. Al final, el ajedrez y el mus pueden llegar a parecerse.

Al otro lado del pasillo, aficionados al ajedrez llegados de todo el mundo disfrutan de la otra cara del Torneo de Candidatos, mucho más relajada.

Tuvieron 24 horas los organizadores de la FIDE para hacer del palacio madrileño un escenario adecuado para este evento, y no lo desaprovecharon. Las entradas para poder asistir al campeonato se agotaron en apenas 90 minutos, hay más de 70 medios acreditados y la audiencia media diaria desde distintas plataformas se cuenta en dos millones de espectadores de todo el mundo –con una amplia mayoría de chinos–.

Las partidas se pueden seguir a través de un gran salón con la narración en directo de los comentaristas de Chess.com, entre frescos y esculturas no es difícil encontrar a niños y mayores disputar breves partidas, o coincidir con mediáticos creadores de contenido, esos que han encontrado en internet la mejor plataforma para difundir este juego milenario. Es el caso de Luis Fernández Siles, Maestro Luisón para sus cientos de miles de seguidores en YouTube.

«Un campeonato no es solo lo que ocurre en el tablero», comenta Luisón. Sus vídeos tienen un público amplísimo y casi se puede decir que es el profesor más popular del país. En un contexto de inmediatez y celeridad, un juego pausado como este no pierde fuerza gracias a la creatividad de streamers como él: «Yo amo el ajedrez y solo necesito un tablero para disfrutarlo, pero a otros hay que darles cosas más originales e internet se presta a ello».

Un toque clandestino

El Barrio de las Letras respira estos días ajedrez. Si el Palacio de Santoña se queda pequeño, los aficionados tienen la oportunidad de disfrutar del Candidatos en el Club Argo, en la plaza de Santa Ana, donde el Teatro Español, antiguo del Príncipe. Como el anfiteatro, que tenía y tiene todavía entre el 1 y el 3 de la calle del Prado su puerta gris para garantizar el acceso discreto a mandatarios, también el Argo dispone de un disimulado portal que parece una entrada secreta. Allí el Torneo tiene su fan zone –se accede con entrada VIP o de pago único–, lugar de tableros, copas, y encuentros de aficionados con personalidades del ajedrez y streamers. Su responsable de Eventos reconoce que las expectativas se han desbordado.

Decenas de jugadores se reúnen allí para pasar la tarde observando a los grandes maestros al tiempo que disputan sus propias partidas. Con un poco de suerte, entre los parroquianos se puede encontrar a alguno de esos rostros mediáticos del ajedrez español... o embozados, porque uno de los habituales en el Argo es el conocido como Rey Enigma, ajedrecista que se pasea con el rostro cubierto para proteger su identidad.

Madrid ha conseguido cumplir con el gran evento ajedrecístico de este 2022. Del Torneo de Candidatos saldrá el elegido para retar a Magnus Carslen en el Mundial del próximo año. Nepo, que perdió hace unos meses contra él, es el favorito a estas alturas del campeonato y el noruego ya ha advertido que se plantea no darle una segunda oportunidad. Si acaba por ceder la corona, en los salones del Palacio de Santoña juega estos días el próximo campeón del mundo.