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Gino Bartali, durante una etapa pirenaica del Tour de FranciaAFP

Tour de Francia

Gino Bartali y el milagro ciclista de Lourdes

La etapa decisiva de este Tour de Francia parte del Santuario que vio ganar al piadoso corredor italiano

La ronda gala se despide de la alta montaña con una etapa que partirá de Lourdes y finalizará en lo alto de Hautacam. Un recorrido con mucha historia y ligado a leyendas de la bicicleta. En las laderas de la montaña pirenaica todavía resuena el nombre de Miguel Indurain en su camino hacia la gloria del cuarto maillot amarillo. En el devoto silencio de Lourdes es la figura de Gino Bartali la que se dibuja frente a la gruta en la que se apareció la Virgen.

Al ciclista italiano se le conocía como Bartali «el pío» y sus éxitos deportivos rivalizan con su labor humana. Ganador de dos Tour de Francia y tres Giro de Italia, la Segunda Guerra Mundial frenó su carrera. Pero donde Dios cierra una puerta, abre una ventana, y Gino aprovechó sus largos entrenamientos en bicicleta para servir de correo en una red clandestina de católicos que salvó a centenares de judíos de los campos de concentración.

La paz volvió a Europa y con ella el deporte. En 1948 el veterano Bartali acudía a un Tour de Francia que finalizaría su séptima etapa en Lourdes para comenzar allí la octava. Ganó ambas y aprovechó su estancia en el Santuario para rezar ante la imagen de María en un lugar reconocido por los milagros que se le atribuyen.

A pesar de los esfuerzos del italiano en los Pirineos, el francés Louison Bobet seguía al frente de la clasificación general con una sólida ventaja. Por ese motivo, en lo que ocurrió días después en los Alpes algunos han querido ver la acción divina.

Atentado, llamada y remontada

La Italia de la posguerra vivía momentos convulsos aquel julio de 1948. El día 14, jornada de descanso en aquel Tour, el secretario general del partido comunista italiano, Palmiro Togliatti, sufría un atentado que situaba al país al borde de un conflicto interno. Alcide de Gasperi, líder democristiano y presidente del Consejo de Ministros, recurre a su amigo Gino Bartali para calmar los ánimos: hay que conquistar el maillot amarillo.

El ciclismo levantaba pasiones en aquella Italia que se dividía entre los partidarios de Gino Bartali y los de Fausto Coppi. Sin el segundo en el pelotón era fácil alcanzar la unanimidad y las retransmisiones radiofónicas de la ronda gala eran seguidas con gran interés. Una alegría deportiva bien podía ayudar a calmar los ánimos.

Bartali reza junto a otros ciclistas en la gruta de LourdesTdF

Las tres etapas siguientes, en la frontera entre Francia y Suiza, fueron un recital del italiano. Triplete de victorias y vuelco a la general. Gino Bartali era líder del Tour y lo sería días después en París. Ganaba la Grande Boucle una década después, una distancia temporal que nadie ha conseguido aumentar.

El comunista Togliatti no murió en el atentado y también colaboró con Alcide de Gasperi llamando a la calma a sus seguidores. Entre unos y otros consiguieron salvar una situación crítica para Italia y por el camino consiguieron una victoria deportiva que se repetiría al año siguiente con el triunfo de Coppi.