La enésima decepción de Enric Mas: España ya busca una nueva esperanza ciclista

Tras su caída y posterior retirada en la primera etapa del Tour de Francia, la Vuelta a España se convirtió en principal objetivo de Enric Mas. Finalizada la carrera, la actuación del mallorquín no ha cumplido con las expectativas y supone un nuevo varapalo para las aspiraciones del Movistar Team.

Después de cuatro temporadas, la principal baza del conjunto telefónico para las grandes vueltas no ha pasado de ser una esperanza. A sus 28 años, el escalador no ha sumado victorias de peso y sus podios en la Vuelta quedan eclipsados por los éxitos de una generación internacional que apuesta por un ciclismo valiente y ofensivo. Frases como «sería más importante el podio que ganar en el Angliru» parecen decirlo todo y más cuando ninguno de los dos objetivos termina por cumplirse.

La actitud de Mas en el pelotón es la contraria a la de corredores como Tadej Pogacar, Jonas Vingegaard, Mathieu van der Poel o Wout Van Aert. Frente a la sucesión de ataques y apuestas arriesgadas, el español opta por un conservadurismo extremo que no sirve para ganar carreras y que tampoco engancha a los aficionados. La ronda española que terminó el pasado domingo en Madrid ha sido el último ejemplo de esta dinámica y su sexto puesto final confirma un paso atrás que lo empieza a apartar de las listas de favoritos de cara a futuras pruebas.

El propio mallorquín ha hecho un balance poco favorable de esta Vuelta a España. Tras reconocer que la caída en el Tour no le ha dejado entrenar tal y como quería, el de Movistar Team considera que la carrera no ha tenido un final «ni mucho menos positivo». Unos días antes, justificaba su falta de ataques y su práctica incomparecencia en la lucha por el maillot rojo por la configuración de su equipo, al que reprochaba ser mejor en el llano que en la montaña.

Por unos u otros motivos, la sexta plaza final (por detrás de Juan Ayuso y Mikel Landa) abren el debate sobre su futuro en el Movistar Team. Tras la retirada de Alejandro Valverde, el equipo español se ha quedado huérfano de un corredor que sume victorias de etapa y tampoco parece haber encontrado en Mas al hombre que les haga soñar con triunfos absolutos. La lucha por el podio siempre es un premio de consolación y lo visto en la Vuelta hacen pensar en un objetivo todavía menos lustroso, como el top 5 o el top 10.

Llega una nueva generación

Con 28 años todavía hay mucho por decir en el ciclismo, pero siempre hay corredores más jóvenes en el pelotón y el caso español no es una excepción. Juan Ayuso ha terminado cuarto su segunda Vuelta y, aunque el año pasado logró la tercera plaza, a sus 21 años apunta a consolidarse como uno de los hombres fuertes del UAE allí donde no llegue Pogacar.

El Tour de Francia sirvió para que el gran público conociese a Carlos Rodríguez. Victoria de etapa y quinto clasificado en una edición en la que el ciclismo español brilló como hacía tiempo que no lo hacía. Precisamente, el granadino estuvo a punto de fichar por el Movistar, aunque finalmente optó por renovar con el Ineos. Con un Egan Bernal mermado tras su grave lesión y un Geraint Thomas en decadencia, el de Almuñécar puede convertirse en el principal líder de un equipo que ya sabe lo que es dominar el pelotón.

La decisión de Rodríguez es la misma que la de otros jóvenes españoles, que parecen optar por otras opciones antes que por el conjunto de Eusebio Unzué. Salvo sorpresas en el mercado de fichajes, Enric Mas seguirá siendo la punta de lanza del Movistar Team y solo un cambio de actitud pueden revertir una tendencia que amenaza con hacer de él un corredor «fantasma». Si la lucha por el podio se complica año tras año es la hora de aprovechar sus buenas cualidades como escalador para sumar victorias en etapas para el recuerdo.