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A la izquierda Quim Duran, ganador de la prueba femenina; a la derecha Ïu Net, ganador de la prueba masculinaGil Ayats

Polémica por la victoria de un atleta varón que dice ser mujer solo cuando compite

Ha vuelto a surgir la polémica por la presencia de transexuales en el deporte. El último caso se ha dado en la carrera de montaña Cursa de Na´dalt, en Sant Pere de Torelló, Cataluña. Una prueba que tuvo lugar el pasado 26 de diciembre de 2023.

Los inconvenientes surgieron durante la entrega de premios tras la cronoescalada de 3,8 kilómetros. La atleta transexual Quima D., federada como Quim D. de sexo masculino, recibió el premio de primer clasificado en la prueba femenina.

Quima Duran Pradas, como así se hizo llamar para la prueba, no afirmó sentirse mujer todo el tiempo, de hecho tiene una vida como hombre, pero de cara a la carrera se postuló como participante de la categoría femenina.

La atleta recibió el premio como ganadora de la categoría femenina pese a haber disputado varias pruebas en la categoría de hombres y estar federada con nombre y sexo masculino.

«El conflicto comienza cuando una corredora trans llega primera en categoría femenina, lo que nos genera un dilema, que implica toda una serie de cuestionamientos éticos, morales e incluso filosóficos y científicos que superan con mucho las capacidades de una organización amateur de pueblo como es la nuestra», reza la nota de la organización de la prueba.

En la clasificación final, de momento, figura como primera clasificada femenina Quima Duran Pradas, en el puesto 55 de todos los participantes y con un tiempo de 32:53.3, a 6:16.2 del ganador absoluto, Ïu Net Puig, vencedor en categoría masculina. La primera mujer clasificada fue Laia Montoya, con un tiempo de 34:15.2 y en el puesto 74 de la general, a un minuto y 22 segundos de tiempo de Quima. Laia fue proclamada ganadora en categoría femenina senior.

La controversia se produjo en la entrega de premios de la cronoescalada al Santuario de Bellmunt, cuando inesperadamente Quima D. y su acompañante reclamaron con «agresividad y amenazas de denuncia» la victoria y el premio de la categoría femenina: un jamón.

«Nos disponíamos a hacer la entrega de premios cuando vimos varias personas discutiéndose. Entre ellas, una corredora trans, que iba maquillada, con pendientes, coleta… Decía que había ganado en mujeres y que tenía todo el derecho de que se le reconociera. Como organización, nos cogió con el paso cambiado. Nunca se había dado un caso así en las ediciones anteriores. Hubo un momento de tensión porque la atleta no estaba dispuesta a irse sin reconocimiento. Se pusieron bastante agresivos. Nos decían que nos iban a denunciar. Fue una situación un poco tensa». Eso provocó los abucheos por parte de público.

La organización de la prueba, consciente de que Quima (clasificada como la N.º 55 de la prueba) había participado siempre -hasta la fecha- como hombre en categorías masculinas, optó por reaccionar de manera provisional con la entrega del premio como ganadora de la clasificación femenina general. El trato salomónico fue darle el premio, un jamón, pero que al podio subiese Laia Montoya, la primera mujer biológica, ganadora también los dos años anteriores. «Eso sí, al día siguiente le enviamos también un jamón a casa», decía la organización.

La organización emitió en un comunicado que: «Sin embargo, al mismo tiempo queremos subrayar también que la carrera del NaDalt siempre ha intentado promover el deporte femenino, porque históricamente ha sido discriminado y menos visible. Nadie puede tener ninguna duda sobre esto tampoco».