El Real Madrid bate todos los récords de Europa: ¿tendría este equipo opciones en la NBA?
Su tremenda temporada y su éxito en todas las competiciones ha resucitado el debate de cómo le iría a este equipo en la NBA
Joel Embiid, el gigante que asombra en la NBA y es aficionado del Real Madrid
Tras cerrarse la primera vuelta de la Euroliga se realizó la tradicional encuesta a los general manager de todos los equipos en los que se les pregunta sobre los mejores equipos, mejores jugadores, fichajes que harían...El Real Madrid, que es líder indiscutido con un récord de 17-2, se ha consolidado como el gran dominador de las encuestas. Es el equipo con más posibilidades de alcanzar la Final Four (88,9%), el rival más incómodo de enfrentar (38,9%) y el más divertido de ver (61,1%).
También cuentan con el principal candidato al MVP (Facundo Campazzo con un 55,6%) –el argentino es, a su vez, el jugador más espectacular, el mejor líder y el mejor pasador de la competición–, el jugador más pretendido por los otros equipos (Edy Tavares con un 33,3%) y Chus Mateo ha sido segundo en la encuesta a mejor entrenador, solo por detrás de Zeljko Obradovic.
Por si esto fuese poco, a nivel nacional el Real Madrid también está tiranizando, con un récord de 19-3 en liga y sus triunfos en la Copa del Rey y la Supercopa de España. Es, obviamente, el mejor equipo europeo del momento.
En el triunfo por 130-126 ante el Anadolu Efes, el pasado 5 de enero, además de potenciar la sensación de imbatibilidad y poderío del equipo, dejó un reguero de récords superados, como si de víctimas se tratase. Esos 130 puntos suponen la mayor puntuación histórica de un equipo en un partido de Euroliga y fue también el primer choque que necesitó cuatro prórrogas para resolverse –con tres ya se habría roto el récord–. Un partido para la historia del baloncesto que se llevó el Real Madrid.
Son todos estos récords, estas victorias, las que han vuelto a despertar una vieja pregunta. ¿Sería posible una réplica en la NBA? ¿Cómo lo haría este Real Madrid en la mejor liga del mundo? La victoria del conjunto blanco ante los Dallas Mavericks el pasado mes de octubre en un partido, cabe puntualizar, que pilló a los texanos en pretemporada y con muchos suplentes, avivó la cuestión.
Lo cierto es que la NBA está más abierta que nunca. Le ha dejado de pertenecer a Estados Unidos, como un monopolio, para abrirse al mundo. Es la era del extranjerismo. ¿Cuántos de los diez mejores jugadores del mundo, en la actualidad, son estadounidenses?
No es cuestión de democratizar una única lista, que va al gusto de cada uno, pero Nikola Jokic -Serbia-, Giannis Antetokounmpo -Grecia-, Luka Doncic -Eslovenia-, Joel Embiid -Camerún- y Shai Gilgeous-Alexander -Canadá- no deberían faltar en ninguna lista. Con un baloncesto tan abierto, las oportunidades para el resto de equipos son mayores.
Con talento sobrenatural floreciendo en todo el mundo, y equipos que optan tanto por jugadores extranjeros –el Madrid muchas veces saca quintetos titulares sin ningún español–, es verosímil decir que las distancias se han estrechado y las diferencias son menores ahora que hace unas décadas.
Sin embargo, y relacionándolo con las encuestas de la Euroliga del principio, el gran candidato a mejor jugador de la competición es el argentino Facundo Campazzo. Un Campazzo que es un gran jugador, vaya por delante, pero que se fue a Estados Unidos a probar suerte en la NBA y que se volvió a Europa tras ser incapaz de triunfar ahí.
No quiere decir esto que si no triunfas en la NBA no seas válido, que confluyen multitud de factores, desde momentos individuales y colectivos hasta el siempre cambiante azar, ahí está la carrera estadounidense de Juan Carlos Navarro, muy reducida en comparación a jugadores que han sido menos que él.
Campazzo probó suerte en los Denver Nuggets –vigentes campeones– y los Dallas Mavericks de Doncic, sin lograr triunfar en ninguno de los dos. En su primera temporada de vuelta a Europa, ha vuelto a demostrar el nivel que ilusionó a todo el mundo. Por ello, y pese a que el cerco se está estrechando cada vez más, es legítimo señalar la –todavía– gran diferencia entre el baloncesto europeo y el estadounidense en términos de talento. Al fin y al cabo, el término de mejor liga del mundo no es en vano.
Cabe resaltar también la obvia diferencia entre ambas competiciones, unas distinciones que tienen sus raíces en la idiosincrasia de cada continente. La NBA es una liga mucho más física, más rápida, donde la explosión ofensiva que ha tenido lugar en los últimos años -originada en la estadística avanzada y los Golden State Warriors campeones liderados por Stephen Curry- ha dejado a la defensa en una situación d clarísima inferioridad. Se tiende a mencionar que en la liga estadounidense no se defiende y, si bien es cierto que en la larguísima temporada regular la tensión y la concentración disminuyen, no es que los equipos no defiendan, sino que el arsenal ofensivo se ha expandido tanto, cubre tanto campo, que la defensa aún está por descubrir soluciones que capeen el temporal.
El baloncesto europeo vive una situación diferente. Si bien la revolución del triple también ha llegado al viejo continente, el ritmo de juego es mucho más bajo, la técnica prima más y la defensa todavía tiene soluciones. El choque estilístico sería importante y cabe mencionar esta importante diferencia y las diferentes maneras de afrontar un mismo deporte. Tantas maneras de jugarlo como culturas de formación existen.