Ricky y Rudy acuñan a la nueva generación del baloncesto para volver a ser una España campeona

Arranca el camino de la defensa de la corona del Eurobasket para España, un título, el conquistado en 2022 en Berlín ante Francia, que significó –y aún funciona– como un majestuoso epitafio a la mejor generación de baloncesto de la historia de España, una casi que irrepetible.

En realidad, ese título ya dejó de pertenecer a la vieja guardia, con los Gasol o Calderón entre otros habiendo abandonado ya la competición, pero con Rudy Fernández a la cabeza, sumado a lo mejor de la nueva camada, representada en los hermanos Hernangómez y el nacionalizado Lorenzo Brown, conquistaron un histórico título que prolonga la posición de España como hegemónica del baloncesto europeo.

Ahora, ese núcleo prepara la defensa del título en Zaragoza, donde arrancará la fase de clasificación para el siguiente Eurobasket. Con la baja de Brown, pero con el bendito regreso de Ricky Rubio a las pistas, España se pone en marcha para el Eurobasket 2025 que se disputará en Chipre, Finlandia, Polonia y Letonia.

Funcionamiento de la fase de clasificación

32 selecciones se han repartido en ocho grupos de cuatro equipos cada uno. Se clasifican tres por grupo, conformando las 24 que disputarán el torneo final. Los anfitriones también disputan la clasificación, pero tienen su plaza asegurada. Por tanto, los grupos en los que estén, si quedan últimos el tercero no se clasificará.

Es el caso de España, que comparte grupo con Letonia, anfitriona, además de Eslovaquia y Bélgica. Seis jornadas, a ida y vuelta contra cada rival, repartidas en tres ventanas –la actual, una en noviembre y otra en febrero de 2025– con dos encuentros por ventana. En la actual, España recibirá en Zaragoza a Letonia y luego viajará a Bélgica.

¿Qué esperar de España?

España no debería tener dificultad alguna en clasificarse, más conociendo la cantidad de cupos que hay, pero las opciones de repetir victoria ya son más difusas. Todavía queda muchísimo –año y medio– para la disputa de la fase final del torneo, todo puede cambiar y la disponibilidad de los jugadores NBA marcará muchas cosas. Por ahora, los integrantes de la mejor liga del mundo no irán convocados a la fase de clasificación al coincidir con partidos de sus equipos. España, por tanto, no contará ni con Santi Aldama ni Usman Garuba, sus únicos representantes en la liga estadounidense.

El regreso de Ricky Rubio es un soplo de aire fresco y una bendición para una selección que le echó mucho en falta el pasado Mundial. Sin él, España cayó en segunda ronda, perdiendo ante Letonia y Canadá y dando la sensación de estar lejos de las mejores selecciones del mundo. A nivel europeo, Alemania –vigente campeona mundial–, Grecia, Serbia y Eslovenia si llevan a sus estrellas NBA, e incluso Italia y Francia parecen estar, actualmente, un pelín por encima de la selección española.

España, como refleja la falta de jugadores en la NBA más abierta al extranjerismo de nunca, está sufriendo una crisis de talento. La solución de nacionalizar a jugadores como Lorenzo Brown, o los últimos coletazos de la generación dorada con Ricky y Rudy, son la esperanza que les queda a los dirigidos por Sergio Scariolo. Empieza el camino al Eurobasket de la nueva España, con el objetivo de jugar como la vieja España.