LeBron James supera la barrera de los 40.000 puntos en un récord para la eternidad
Su producción está lejos de conocer fin. Nunca nadie en el baloncesto se acercó nunca a esta cima en la que lleva instalado toda la vida
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La pasada madrugada del sábado al domingo, en el encuentro que midió, en el Crypto.com Arena de Los Ángeles, a los Lakers frente a los Denver Nuggets, vigentes campeones de la NBA, el ser humano volvió a ser testigo de una de esas veces donde el límite de las capacidades se resquebraja y se sigue empujando en los límites hacia lo imposible. LeBron James superó la barrera de los 40.000 puntos anotados en la mejor liga del mundo y amplía su cruzada contra el único rival que le sigue mirando a la cara: el tiempo.
Poco más de un año después de superar la marca de puntuación de Kareem Abdul-Jabbar, un récord que ya parecía imposible de batir y que situó a LeBron como el máximo anotador histórico, el jugador de los Lakers sigue pulverizando récords. Sus 40.000 puntos no son fruto del azar, lleva 1.205 partidos consecutivos superando la barrera de los diez. Un monumento al deporte esculpido poco a poco, golpe a golpe, hasta convertirse en esta anomalía histórica y estadística. Un jugador del siglo XXII en el siglo XXI.
A sus 39 años, ha logrado los 40.000 puntos en un total de 1.475 partidos, con una media de más de 27 puntos. Esta es su 21ª temporada en la NBA: la sexta en los Lakers tras 11 en Cleveland y cuatro en Miami. Además, su regularidad a lo largo de su carrera, en la que no ha sufrido lesiones importantes, es impresionante. Ha conseguido los últimos 10.000 puntos en exactamente el mismo número de partidos (368) en que consiguió los primeros 10.000. Para pasar de 10.000 a 20.000 le hicieron falta 358 y para ir de 20.000 a 30.000, otros 381.
Lo más asombroso de todo esto es que LeBron ha batido todos estos récords de anotación sin ser un depredador del aro, uno de esos ejemplares de muchísimo volumen de anotación que reducen los encuentros a su relación con la canasta. LeBron es un pasador increíble, uno de los mejores que haya conocido el juego, un jugador más similar a Magic Johnson que a Michael Jordan. James es el cuarto mayor asistente de siempre. La producción conjunta de LeBron ha roto barreras con todo precedente. Eso ya no es asunto opinable.
La marca de Abdul Jabbar tardó 40 años en caer. Puede que tengan que pasar otros 40, o más, si es que algún día alguien supera la marca que deje LeBron. La pregunta es hasta cuándo durará este superhombre que está desafiando el paso del tiempo como ningún otro jugador en la voluminosa historia de los deportes de equipo.
Todo récord nace para que sea derrumbado. Es el propósito de la naturaleza humana. Pero pasará mucho tiempo para que alguien se acerque siquiera a lo que ha supuesto LeBron en la historia del baloncesto. Una pieza de museo y un jugador que recordar.