El Real Madrid se derrumba ante el Bayern en su estreno en la Euroliga y suma otra derrota

El Real Madrid sufrió una dolorosa derrota ante el Bayern de Múnich (97-89) en su estreno en la Euroliga, ampliando las dudas que han acompañado al equipo en este inicio de temporada. A pesar de que el conjunto blanco venía con ganas de redimirse tras sus tropiezos recientes, la visita al imponente SAP Garden, el nuevo y vibrante pabellón del Bayern, terminó siendo una pesadilla más para los de Chus Mateo.

El ambiente festivo en Múnich, inmerso en la resaca del Oktoberfest, contrastaba con la seriedad del reto que tenía por delante el Real Madrid. En medio de un marco inmejorable, el equipo merengue empezó el partido con energía, dispuesto a dar un golpe sobre la mesa tras las derrotas previas. Durante los primeros compases, el Madrid plantó cara al Bayern, liderado por un Dzanan Musa incisivo en ataque, pero poco a poco las deficiencias en defensa comenzaron a emerger.

El primer cuarto estuvo marcado por el acierto exterior de Andreas Obst, que encendió la mecha desde el perímetro con sus triples. Obst, jugador de rachas, castigó duramente la fragilidad de la defensa blanca con ocho puntos casi consecutivos, en un parcial de 10-1 que dejó al Madrid en jaque. Fue el presagio de lo que vendría, ya que los alemanes no dudaron en seguir castigando a los visitantes desde el triple. Voigtmann y Napier, en particular, fueron un dolor de cabeza constante, con un Bayern que firmó 9 de 19 desde la larga distancia al descanso.

A pesar del daño infligido, el Madrid no se desmoronó. Musa, con 18 puntos al final, fue el faro ofensivo en la primera mitad, y un triple kilométrico de Rathan-Mayes al término del primer cuarto dio esperanza a los blancos, que llegaron al descanso empatados (51-51) tras un 0-9 de parcial. Ese momento parecía señalar un posible cambio de rumbo para los de Chus Mateo.

El tercer cuarto fue el mejor del Real Madrid. Por momentos, el equipo demostró el potencial que se le espera, secando las ofensivas del Bayern y mostrando una mayor agresividad en el rebote. Liderados por un brillante Facundo Campazzo, que terminó con 19 puntos y 9 asistencias, y el dominio interior de Tavares, los madrileños llegaron a obtener una ventaja de diez puntos (54-64) que les daba aire. Sin embargo, esta reacción solo sería temporal.

El fallo en los relojes del marcador al inicio del último cuarto enfrió al equipo blanco de manera decisiva. Tras ese parón, el Madrid volvió a caer en sus propios errores, permitiendo que el Bayern recuperara el pulso desde el perímetro. Napier, con seis puntos seguidos, y Voigtmann remataron una remontada letal. En un abrir y cerrar de ojos, los alemanes firmaron un parcial demoledor de 24-4, dejando al Madrid sin respuesta.

El empuje final de Campazzo y algunos destellos individuales no fueron suficientes para revertir la situación. El Real Madrid se quedó a las puertas de la remontada, pero un triple fallado del propio Campazzo en los segundos finales selló el destino del partido. El argentino, frustrado, fue expulsado tras recibir dos técnicas, un gesto simbólico de la frustración que reina en el equipo.

Esta derrota pone de manifiesto los problemas estructurales de un equipo que, a pesar de su talento, sigue buscando su identidad tras una profunda renovación en verano. La fragilidad defensiva y la irregularidad en momentos clave son lastres que el Madrid deberá solucionar si quiere revertir el rumbo en esta temporada que no ha empezado con buen pie.