Suiza echa con autoridad a la campeona Italia, que se marcha de la Eurocopa por la puerta de atrás

Suiza va muy en serio en esta Eurocopa. Siempre es una de las 'tapadas' y siempre cumple con esa condición. Si en la pasada Eurocopa tumbó a la gran favorita, Francia, este año ha hecho lo propio con la vigente campeona. Italia dice adiós al sueño de revalidar su corona y completa un torneo decepcionante. Nada les ha salido a los de Spalletti y se marchan después de caer por 2-0, un resultado que por lo visto en el césped se queda hasta corto, pues Donnarumma fue su mejor jugador y ellos solo tiraron una vez entre los tres palos.

El horrible partido de Italia no debe desmerecer lo hecho por Suiza, que ya espera a Inglaterra o Eslovaquia en octavos sin ningún tipo de complejo. Quieren hacer algo grande en el torneo y el cuadro que tienen es esperanzador. Era consciente de ello el combinado helvético y fue con todo a por Italia desde el minuto 1.

Saltó Suiza al verde sin el cartel de favorita, pero sabiendo que Italia está en horas bajas y que sus sensaciones en la Eurocopa están siendo horribles. Por eso, no tardaron nada los de Murat Yakin en adueñarse del balón y hacerse con el control total del partido mientras que la vigente campeona jugaba a lo que se esperaba. Catenaccio puro y duro una vez más. Lo hizo contra España, también ante Croacia y hoy frente a Suiza.

A pesar de que nadie en el Olympiastadion de Berlín se vio sorprendido por el rácano juego de Italia, se echó en falta alguna propuesta más de los de Spalletti, que se limitaban a dejar pasar los minutos confiando en que el gol llegara solo. Una táctica demasiado arriesgada, pues Suiza no se iba a achantar por tener en frente a la vigente campeona y sus ocasiones se sucedían.

Donnaruma sostuvo a Italia

La primera mitad fue un monólogo suizo, que se acercaba al gol aunque no lograba tener ocasiones claras hasta que Embolo en el minuto 25 estuvo cerca de abrir la lata. Falló la defensa italiana y un desajuste dejó al atacante del Mónaco solo delante de Donnaruma, que le gano la partida al acertar la trayectoria de la pelota.

El primer aviso de Suiza no sirvió para despertar a la Azzurra que no encontraba la manera de pasar del medio del campo. Así que Suiza siguió atacando, provocando córneres y generando constante peligros sobre la meta de Donnaruma hasta que encontró el gol. La presión adelantada de Suiza sirvió para que robaran la pelota a los de Spalletti en transición y pillarles descolocados, cosa que aprovechó Frueler para colarse por sorpresa en el área y fusilar la meta italiana.

Le sentó horrible el gol al conjunto Nazionale y pidió el descanso a gritos. Suiza en cambio se llenó de moral y Rieder cerca estuvo de poner el segundo en el luminoso justo un minuto antes de que los jugadores pusieran rumbo al túnel de vestuarios. Se lo negó Donnarumma, al que intentó sorprender con un disparo de falta lejana. Italia se iba viva al descanso gracias a su portero. No suele ser esto buena señal.

Pesadilla italiana

Rozó el gol Suiza antes del descanso y lo consiguió justo después. Ni un minuto tardaron los helvéticos en ampliar la ventaja y dejar a Italia con pie y medio fuera del torneo. Saltó al terreno de juego la Azzurra como si no tuviera que remontar y lo pagó carísimo. La charla de Spalletti no tuvo ningún efecto y la pasividad de la defensa la aprovechó Vargas para sacar un latigazo desde el borde del área y clavarla en la escuadra.

Se le hizo cuesta arriba esta situación a la todavía vigente campeona, que no logró levantarse de la lona a pesar de que los jugadores se miraban unos a otros intentando reaccionar. De hecho, tuvo que ser Schar con un disparo a su propia portería que se estrelló con la madera, el que le diese algo de picante al partido y reactivara un poco a su rival.

No hubo noticias de la Azzurra tras el 2-0 y solamente una jugada de Scamacca, Cristante y Zaccagni que terminó golpeando el poste metió algo de miedo a los helvéticos. Sin embargo, esa jugada era fuera de juego y en caso de haber acabado en gol habría sido invalidado.

En fin, Suiza pasa a cuartos con todo el merecimiento del mundo y se confirma como 'matagigantes'. Mucho ojo, porque jugando así son candidatos a estar en la final del próximo 14 de julio en el mismo estadio donde han jugado su duelo de octavos. El cuadro que tienen les permite soñar.