Los campeones se montan su particular concierto en Cibeles y enamoran a toda España con su encanto
El capitán de la selección española fue el maestro de ceremonias durante la celebración en Cibeles en la que vibró todo el país
La alegría de los jugadores con los Reyes contrasta con su seriedad ante el mitin de Sánchez
España unida. Qué bonito es ver a todos los españoles salir a la calle para festejar la hazaña que ha conseguido la selección española. El equipo dirigido por Luis de la Fuente ha vuelto a unir a un país cada vez más dividido por la tensión política que se respira en el último año y ha hecho que todos los españoles se abracen independientemente de lo que piensen o de donde sean.
No hay un solo rincón de España que no haya vibrado con la selección española en esta Eurocopa. Desde Galicia a Andalucía, pasando por el País Vasco, Cataluña, Madrid o Extremadura. Todo el país ha remado en la misma dirección y la Eurocopa ya está en España y este lunes en Cibeles se ha festejado por todo lo alto.
El autobús descapotado, que previamente había recorrido Moncloa, la calle Alberto Aguilera, la glorieta de San Bernardo, la Plaza de Colón o la Puerta de Alcalá entre la alegría de multitud de seguidores; llegó a las 22:00 horas al ayuntamiento de Madrid, donde le esperaba el alcalde José Luis Martínez-Almeida, que se fundió en un abrazo con Luis de la Fuente y Álvaro Morata.
Allí, en la fuente de Cibeles, tuvo lugar un fin de fiesta en el que la música y Morata emulando a Reina como speaker fueron los grandes protagonistas. Los miles y miles de aficionados disfrutaron de lo lindo con los jugadores, que fueron entrando uno a uno acompañados de su canción favorita según les iba llamando el capitán, que lo hizo por orden de dorsal.
Grandes palabras para todos
Morata tuvo bonitas palabras para cada uno de los miembros de la selección y regaló momentos inolvidables. Fue muy emotiva la entrada de Carvajal, el segundo en hacerlo, sin camiseta y al ritmo de Leiva. Lo presentó Morata como al «pitbull» del equipo y él respondió recordando el partido ante Alemania. «¿Dónde está Musiala?», se preguntó en tono irónico el lateral derecho de España.
Siguieron entrando los jugadores al escenario, Nacho, Vivian y Merino. Para todos ellos tuvo elogios Morata antes de que llegara el momento de presentarse a sí mismo. Ahí el capitán español aseguró que «aunque no siempre podía meterla» daría su vida por «conseguir el título que está aquí». Unas palabras que tocaron el corazón de la afición y corearon al unísono su nombre.
Otro momento muy emotivo fue la entrada de Álex Baena de la mano de María Camaño, una niña de 11 años que lleva luchando contra el cáncer desde hace cinco años y que tiene a Morata como ídolo. De hecho, el futbolista siempre ha tenido grandes gestos con ella y en esta ocasión la invitó a que levantara ella sola la Eurocopa. Un premio más que merecido para una guerrera como ella.
«Gibraltar es español»
Algunos jugadores de la selección española cantaron «¡Gibraltar es español!» al llegar a la Plaza de Cibeles. En un vídeo sacado de la retransmisión en directo de la celebración se pudo ver a Rodri Hernández entonando ese cántico que después sonó también en plena celebración con Morata animando a todos los aficionados a hacerlo, aunque después le recordó al propio Rodri que él juega ahí y en unas semanas le esperan en Mánchester.
También hubo momento para pedir el Balón de Oro para dos jugadores. Rodrigo Hernández y Dani Carvajal. Algunos lo pedían para el del Real Madrid, otros para el del Manchester City y la mayoría para ambos. Son en estos momentos los dos jugadores españoles más emblemáticos y estaría perfectamente justificado que alguno de ellos se llevara el galardón.
Otro de los más aclamados fue Cucurella, la gran sorpresa del torneo y que cantó la canción que en solo un día ya se saben todos los españoles. «Cu, cu, Cucurella, se come una paella. Cu, cu, Cucurella, se bebe una 'Estrella'. Haaland, tiembla, que viene Cucurella. Toma una galleta», dice la letra que le prepararon los aficionados del Chelsea cuando firmaron al lateral en agosto de 2022.
Luis de la Fuente y los artistas
El momento final de la celebración fue para Luis de la Fuente, al que la afición le pidió que se quitara la camiseta al grito de «quítatela» para lucir su envidiable físico con 63 años, pero no se animó. Lo que si hizo fue poner en valor todo lo conseguido por este grupo de futbolistas y recordar que España es el mejor país del mundo. «Viva España», dijo para acabar, aunque después se animó a cantar Quijote, de Julio Iglesias, junto con su amigo, Patxi Salinas.
Por último, Aitana, Almacor e Isabel Aaiún cantaron para cerrar la fiesta y el padre de Mikel Merino y el propio jugador rememoraron el gol de España ante Alemania en Stuttgart, donde 33 años antes Miguel Merino marcó un gol importantísimo en la historia de Osasuna.
Así se puso fin a una fiesta histórica y que como dice el lema del autobús de la selección «es solo el principio». Los miles y miles de aficionados que se han echado a la calle también lo creen y todos piensan en lo mismo. «Vamos a ganar el Mundial de 2026 y a bordar en el pecho la segunda estrella».