Sainz y Alonso arañan un puesto en la locura de la carrera al sprint en Austria

En seco y en lluvia, en cualquier condición y circunstancia, este Mundial de Fórmula 1 es de Max Verstappen. El campeón de los dos últimos Mundiales ganará este Mundial con enorme facilidad. En la carrera al sprint en Austria –casa de su escudería Red Bull– lo ha vuelto a demostrar.

Victoria comodísima de Max (le sacó 21 segundos al segundo cuando solo hubo 24 vueltas) en una carrera que comenzó en mojado y que terminó seco, por lo que fue una locura de cambio de neumáticos: de intermedios a secos. Pero no todos, porque los de arriba (Verstappen, Pérez, Sainz, Stroll, Alonso) no entraron. Quienes cambiaron fueron los de atrás y les salió bien porque corrieron más, pero la corta duración de la prueba no les dio más.

Con 'Checo' Pérez segundo, Carlos Sainz terminó tercero, que no es el podio porque recuerden, esta no es la carrera tradicional. Esa es la del domingo. Esto es más para dar espectáculo. Alonso, que partía sexto, quedó quinto por detrás de su compañero Stroll, que no se dejó adelantar.

Hubo toques en una primera vuelta difícil, con el spray que iban dejando los coches por el agua y con una pelea entre los dos Red Bull. 'Checo' Pérez quiso guerra, adelantó a Verstappen en la primera curva e incluso el cara a cara fue tan duro que el mexicano cerró a su compañero hasta el punto de que el neerlandés puso dos ruedas de su Red Bull sobre la hierba. La respuesta de Max fue fiel a su estilo: le adelantó y en la curva picada del trazado de Austria se fue más o menos recto para que Pérez tuviera que irse por las escapatorias.

Por detrás Stroll adelantó a Alonso y Hulkenberg se aprovechó del lío que hubo en esa curva picada –la 4– y se colocó segundo. Pérez le adelantó en el ecuador de esta mini carrera que da puntos para el Mundial pero que no deja de ser una prueba no tan relevante y en el que se puede hacer más inventos.

En una carrera a tan solo 24 vueltas (que supieron a poco por la gran pelea que hubo) todo cambió a la mitad cuando se dieron cuenta de que la pista estaba para secos. Arriesgaron los pilotos que no tenían nada que perder, los de detrás, y los de delante aguantaron con unas ruedas para una pista mojada que ya no estaba así.

Ya con ese miedo de que los neumáticos que tenían no valían y era solo aguantar al final, por delante no hubo cambios. Verstappen aplastó, Sainz finalizó tercero, Alonso quinto y los ocho primeros puntuaron. Este domingo, la carrera de verdad.