Max Verstappen arrasa en Hungría y se lleva una nueva victoria en una mala carrera de Fernando Alonso

Max Verstappen sigue a lo suyo. Y así lo ha demostrado, nuevamente, en el GP de Hungría. El neerlandés dominó en Hungaroring de principio a fin y ha dejado claro que le dan igual las mejoras por parte de sus rivales. Sabe perfectamente que el tercer Mundial de pilotos ya es suyo y, salvo accidente o fallo mecánico, no va a regalar nada.

Ha sido una mala carrera para los intereses españoles, pero sobre todo para Fernando Alonso. Los seguidores del asturiano confiaban en una remontada, pero el ovetense se ha tenido que conformar con la novena plaza. El Aston Martin ha pegado un bajón que nadie entiende. Por su parte, Carlos Sainz ha 'salvado' los muebles y ha quedado octavo.

La salida del GP de Hungría fue limpia. Hubo bastante respeto por parte de los pilotos, pero esa tranquilidad dejó de existir después de pasar por las dos primeras curvas. Guanyu Zhou que salía quinto bajó hasta la decimoquinta posición y provocó una ligera colisión que desencadenó en el abandono de los dos Alpine, que acabaron en la grava. El gran beneficiado de esta situación fue Carlos Sainz, que escaló hasta la sexta plaza.

La novedad fue la posición en carrera de Max Verstappen. El piloto neerlandés de Red Bull salía segundo y en la escudería energética no las tenían todas consigo. Pero esas incógnitas se disiparon rápido en la primera vuelta. Consiguió adelantar a Hamilton con una facilidad asombrosa y, después de entrar en calor, se escapó de sus perseguidores.

Pasadas las primeras paradas en boxes, todo se igualó un poco más en la parte media-alta de la carrera. Sin embargo, en el liderato no hubo cambios. Verstappen seguía a lo suyo, estaba en otra esfera y se escapó de los dos McLaren. La única buena noticia que dejó el primer stint fue el buen rendimiento de los neumáticos duros.

Emoción en la parte media-alta

La emoción estaba, sin duda, por detrás. Con tanta parada en boxes había mucho baile de posiciones y en una vuelta estaba un piloto y en otra uno distinto. Lo único que quedaba por saber era la composición del podio porque el segundo y tercer escalón no estaba definido.

A falta de diecinueve vueltas para el final, todos los pilotos, salvo Verstappen, ya habían hecho su segunda visita al garaje. El neerlandés no tenía prisa para visitar a los mecánicos. Tenía la victoria asegurada y lo único que le faltaba era certificar la vuelta rápida de carrera.

En el tramo final de la carrera, el gran perjudicado, por segundo gran premio consecutivo, estaba siendo Oscar Piastri. El piloto australiano de McLaren tenía ritmo, pero la segunda parada en boxes le dejó sin opciones.

Otro aspecto que influyó al final fue la alta degradación de los neumáticos y los grandes damnificados fueron los dos Ferrari. Carlos Sainz se quedó sin gomas en el momento clave de la carrera y perdió la séptima posición.