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Fernando Alonso celebra su primera victoria en el GP de Hungría de 2003GTRES

Fórmula 1

Veinte años de la primera victoria de Fernando Alonso: Hungría fue testigo del nacimiento de un mito

En abril de 2002, el diario As publicaba un breve artículo lamentando que aquella temporada de Fórmula 1 solo podría verse en Cataluña ya que TVE había renunciado a pagar los derechos para retransmitir las carreras. Hablaba su autor, Jesús Bardón, del millón de aficionados que se quedarían sin ver el quinto Mundial de Michael Schumacher y los intentos de Pedro Martínez de la Rosa por hacerse un hueco a bordo de su Jaguar.

Fernando Alonso ya estaba en el paddock por aquel entonces. El año anterior había debutado en Minardi y en 2002 cumpliría como probador en Renault. Flavio Briatore confió en el asturiano en 2003 y el resto es historia. Al finalizar ese campeonato otro artículo bien distinto pudo leerse en As: La audiencia sube un 42,6% con Alonso. Entre un texto y otro el joven piloto se había convertido en el primer español en lograr una pole, en el Gran Premio de Malasia, y en lograr el hito de ganar una carrera, el GP de Hungría que se disputó tal día como hoy hace 20 años.

Hungaroring, un circuito a su medida

La pasión que siente Fernando Alonso por los karts es mayúscula. El de Oviedo incluye entre sus grandes logros la consecución del campeonato del mundo junior de esta categoría y todavía hoy dedica buena parte de su tiempo libre a dar vueltas y vueltas en el circuito construido junto a su museo en Asturias.

Con estos antecedentes es normal que el trazado de Hungría sea uno de los preferidos por el español. Hungaroring se ha convertido en un clásico de la Fórmula 1 gracias a sus peculiares características: estrechez, multitud de curvas y dificultad para adelantar. Los pilotos son unánimes a la hora de hacer comparaciones, es como correr en una pista de karts.

Fue a las afueras de Budapest donde el 23 de agosto de 2003 Fernando Alonso lograba su segunda pole en el Mundial. A una sola vuelta, formato de la quali por aquel entonces, el Renault aventajó en algo más de un segundo al McLaren de Kimi Räikkönen y el Ferrari de Schumacher, los dos pilotos que se jugaron aquel Mundial y que terminó siendo el sexto del alemán por solo 3 puntos. En Malasia, donde Magic también salía primero, la potencia de los monoplazas rivales marcó diferencias y solo pudo ser tercero. En Hungría, donde el motor no lo es todo, las cosas fueron distintas.

Dominio absoluto

Escoltado por Ralf Schumacher en la primera línea de la parrilla, un piloto con el que Alonso viviría un tenso enfrentamiento el año siguiente, el español no tuvo problema para defender su posición en el arranque. A partir de ahí, la carrera hoy la calificaríamos de aburrida si no fuera porque es histórica.

Räikkönen protagonizó una imponente remontada desde la séptima a la segunda posición. Schumacher solo pudo ser octavo y el Mundial quedaba en dos puntos a falta de tres carreras para la conclusión. Por delante, el asturiano lideraba con una ventaja superior a los 15 segundos y solo en la vuelta en la que entró en boxes perdió la primera plaza.

Para hacer todavía más grande la leyenda de aquella primera victoria, una imagen más quedaría para el recuerdo y serviría de advertencia para lo que estaba por llegar. A falta de nueve vueltas, el Renault R23 doblaba al Ferrari de una de las grandes leyendas de la Fórmula 1. El mismísimo Michael Schumacher cedía ante el empuje de un joven español de 22 años que solo dos temporadas después le arrebataría el campeonato y pondría fin a su reinado.

El primero y el más joven

Con el dedo en alto cruzaba la línea de meta Fernando Alonso. Se escuchaban aplausos en el set de comentaristas de TVE, una cadena que perdería un año después los derechos de emisión en favor de Telecinco, que supo aprovechar el tirón de la Alonsomanía consiguiendo audiencias millonarias. Después, los «pajaritos», otro gesto que el español repetiría después. El español conseguía la victoria para el país en la Fórmula 1 y se convertía en el más joven de hacerlo en toda la historia de la competición.

Con el dedo en alto cruzó la meta Fernando Alonso en HungaroringGTRES

Desde entonces, el himno español ha sonado 32 veces más en 20 años. De todas ellas, 31 han sido en honor de Fernando Alonso y una gracias a Carlos Sainz. La victoria de Hungría fue única hasta que en 2005 Renault dio el paso adelante definitivo y se convirtió en el monoplaza que permitió al asturiano lograr dos campeonatos del mundo consecutivos. Después llegaría victorias a bordo del McLaren, el Ferrari... y la larga travesía por el desierto que nos lleva hasta esta temporada 2023.

Alonso, todo un veterano en el gran circo y una de las grandes figuras de la historia de la competición, no pierde el afán competitivo y, dos décadas después, sueña con volver a ganar una carrera. El dominio aplastante de Red Bull complica las cosas, pero el Aston Martin ha demostrado que puede estar en la pelea y las manos de Magic son capaces de hacer el resto.