La fallida apuesta de Red Bull por 'Checo' Pérez: bajo nivel en la clasificación y a 141 puntos de Verstappen

Disponer de un asiento en una escudería de Fórmula 1 es algo que no todos los pilotos pueden alcanzar. Para competir en la máxima categoría del automovilismo mundial hace falta mucho más que talento y los resultados no llegan desde el principio, las probabilidades de perder el asiento son elevadas.

Algo parecido está sucediendo en Red Bull. El líder supremo es Max Verstappen. Todo gira en torno a él y sabe de primera mano que la escudería energética le va a dar todos los recursos posibles para seguir ganando títulos mundiales. Pero el problema radica en el escudero de Mad Max. 'Checo' Pérez no se está dando cuenta de lo que significa correr en una escudería tan ganadora como la austriaca. Y eso se está notando en el Mundial.

El piloto mexicano está muy lejos del nivel de Verstappen y tal y como se están dando las cosas su futuro puede estar fuera de Red Bull. Quién se lo iba a decir cuando hace no mucho firmó su renovación de contrato hasta finales del año 2026. Pero eso es claramente culpa de los que toman las decisiones en la escudería. Si sabes que el piloto no te va a dar resultados, lo mejor es prescindir de él para poder darle la oportunidad a otro piloto que tenga las ideas más claras y que asegure competitividad desde el primer día.

No está siendo una buena temporada para Pérez. Red Bull partía como el gran favorito para ganar otro título mundial más (el cuarto de Verstappen) y para confirmar ese dominio el mexicano necesitaba poner de su parte porque los títulos no se ganan solos. Hace falta colaboración en todo momento. Pero Pérez no lo está haciendo. Ni en las carreras ni en las sesiones de clasificación de los últimos grandes premios.

Las estadísticas están ahí. Actualmente, Pérez marcha en sexta posición en el Mundial de pilotos y está por detrás de rivales como Lando Norris, Charles Leclerc, Carlos Sainz y Oscar Piastri. El mexicano acumula 124 puntos en su casillero particular y está a 141 de Max Verstappen, su compañero de equipo. La diferencia de nivel entre el neerlandés y el mexicano es abismal. Y esto es algo que no está sentando nada bien en el entorno de Red Bull.

Para poner en contexto el bajo rendimiento de Pérez en Red Bull sólo hay que echar un ojo a sus resultados en las sesiones de clasificación. En Ímola salió undécimo; en Mónaco, decimosexto; en Canadá, decimosexto; en España, octavo; en Austria, séptimo en la sprint y octavo en la qualy normal; en Silverstone, decimonoveno y en Hungría, decimosexto.

Lo sucedido en Hungría ha sido la gota que colmó el vaso. El piloto mexicano se fue contra los muros en la sesión de clasificación y tanto Christian Horner como Helmut Marko mostraron su disconformidad al respecto. «Creo que he demostrado ser muy paciente, pero esto era realmente lo último que él y el equipo necesitaban. Por supuesto, no podemos correr con una sola pierna», comentó Horner.

Helmut Marko no fue tan tajante, pero también se mostró disconforme con el rendimiento mostrado por Pérez en las últimas carreras. «Esperaremos hasta la próxima carrera en Spa y luego tomaremos una decisión». Eso sucederá la semana que viene. Porque luego, cabe recordar, que la F1 se tomará un mes de descanso. Y es ahí, en la llamada silly season, donde las cosas pueden saltar por los aires. Pérez no tiene para nada asegurado el asiento de cara al año que viene por mucho que extendiera contrato hasta 2026.

Y en ese sentido, hay varios pilotos atentos a lo que pueda suceder en la escudería energética. Carlos Sainz es uno de ellos. El piloto madrileño supo a principios de año que la temporada siguiente no iba a seguir en Ferrari y todavía no ha firmado nada con ningún equipo. Si Red Bull termina prescindiendo de Pérez, las puertas se le pueden abrir (y mucho) a Sainz.

Todo apunta a que este culebrón está a punto de conocer su desenlace. Es evidente que el rendimiento de 'Checo' en Red Bull no está siendo el mejor y también es obvio que la relación entre el mexicano y Verstappen no es la mejor. Lo que está claro es que la apuesta de Red Bull por Pérez no ha salido nada bien.