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Lewis Hamilton y Carlos Sainz son dos de los pilotos que cambian de equipoGTRES

Juego de tronos en la temporada de Fórmula 1 más despiadada

La Fórmula 1 es uno de los deportes más duros y competitivos del mundo. Muy pocos llegan a pilotar un monoplaza y menos aún consiguen alcanzar el sueño de luchar por los triunfos. En un contexto de máxima rivalidad, la elección de un piloto u otro puede decantar la balanza y a los responsables de los equipos les ha dejado de temblar la mano a la hora de tomar decisiones drásticas.

La temporada 2024, más disputada que las anteriores, ha potenciado estas actitudes en el 'gran circo' y muchos ya han sufrido las consecuencias. En el paddock todos saben que el primer rival a batir es el compañero de garaje, sin embargo, esa guerra interna no puede interferir en los planes a gran escala de la escudería. El equilibrio es difícil de conseguir.

Carlos Sainz fue el primero en verse afectado por este Juego de tronos de la F1. Su buen rendimiento en 2023, con victoria incluida, no sirvió para que Ferrari decidiese prescindir de sus servicios con un año de antelación. El madrileño está corriendo su última temporada con el cavallino rampante y se verá sustituido por el veterano Lewis Hamilton de cara a la próxima temporada.

Contra todo pronóstico, el español ha tenido muchos problemas para encontrar volante y será un Williams el coche que conduzca en 2025. No es el destino soñado, no es un paso adelante y allí se va a encontrar un ambiente cambiante que ha terminado con Logan Sargeant fuera del Mundial. Después de una temporada y media más que decepcionante, la paciencia se ha agotado en el seno de la marca británica y han rescindido su contrato para contar con los servicios de Franco Colapinto.

El jovencísimo argentino se ha encontrado con una oportunidad de oro a mitad de año y la está aprovechando. Su presencia en la parrilla atrae la atención de un país que hacía tiempo que no tenía representación y eso es dinero para la Fórmula 1. Además de su carisma, su actitud en la pista ha sorprendido para bien y ha conseguido acercarse al nivel de su compañero Alex Albon, algo que jamás logró el estadounidense. Veremos si la sombra de Colapinto no es demasiado alargada cuando Sainz recale en los garajes de Williams.

Sonrisas y lágrimas

Sargeant no ha sido el único en despedirse antes del final de la temporada. Visa RB, el equipo filial de Red Bull, ha optado por prescindir de los servicios de Daniel Ricciardo. El australiano se despidió con una vuelta rápida en el Gran Premio de Singapur y ahora dejará sitio a otro valor al alza: Liam Lawson.

Ricciardo, uno de los hombres más alegres del paddock, llegó a luchar por el liderazgo de Red Bull con Verstappen. Aquella guerra fratricida terminó cuando decidió marcharse a Renault, un error del que nunca se recuperó. Su carrera entró en barrena, fue despedido por McLaren, rescatado por su primer equipo como piloto de pruebas, elegido para conducir en RB el año pasado tras la salida de De Vries por sus malos resultados, y ahora él sufre ese mismo destino. Por el camino, llegó a sonar para sustituir a Sergio Pérez y volver al lado del holandés. Rumores que nunca se cumplieron.

Garajes explosivos

Las guerras internas de la Fórmula 1 no siempre terminan con uno de los pilotos en la calle. En ocasiones, el duelo concluye con uno de los contendientes cambiando de aires. Ese será el caso de lo vivido en Alpine este año, una escudería que decidió convertir en compañeros a dos hombres que no se soportan: Pierre Gasly y Esteban Ocon.

Los franceses llevan enfrentados desde antes de alcanzar la máxima categoría y hasta la pista han llevado su rivalidad a pesar de lucir los mismos colores. Han sido dos años de incidentes que, en algunas ocasiones, han provocado que ambos queden fuera de carrera con sus monoplazas muy mal parados. Era necesario tomar una decisión y la partida se la ha llevado Gasly. A Ocon, antiguo compañero de Fernando Alonso, le ha tocado buscar equipo y en 2025 correrá con Haas.

Salvados de la purga

El bajo rendimiento se paga caro. Sin embargo, hay algunos pilotos que parecen quedar fuera de esta simple ecuación. En la Fórmula 1 también se tienen en cuenta otras variables y la económica es una de las más importantes. Por esa razón, el apoyo financiero de los patrocinadores puede servir de salvavidas para determinados contendientes.

Sergio Pérez lleva varios años en el ojo del huracán. El mexicano ha tenido entre sus manos el mismo monoplaza con el que Max Verstappen ha arrasado, sin embargo, él no se ha acercado ni lo más mínimo a su nivel. Checo ha decepcionado en multitud de ocasiones y no es raro verle salir desde posiciones muy retrasadas de la parrilla.

En el mundillo nunca se ha dejado de especular sobre su salida de Red Bull, pero los austriacos ya lo han renovado. La aparente falta de lógica en esta decisión provoca que las miradas se dirijan hacia los apoyos de Pérez, entre los que se incluye el multimillonario Carlos Slim. En el Juego de tronos de la F1 los apoyos son fundamentales.

Todavía más evidente es el caso de Lance Stroll. La llegada de Fernando Alonso a Aston Martin revitalizó el equipo, los aupó hasta el podio de la Fórmula 1 y ha animado al ingeniero Adrian Newey a fichar por la escudería. El paso adelante de la marca no ha sido secundado por el piloto y sus resultados están a kilómetros de distancia de los del asturiano. ¿Por que no cambiar?

A nadie se le escapa que el Stroll tendrá un asiento garantizado mientras su padre, Lawrence Stroll, mantenga el control de la escudería en la que pilota.