El sueño de Primera de un equipo de la regional castellanoleonesa

El presidente del Club Deportivo Unami, Francisco Andray, atiende a El Debate después de haber recibido más de 78 llamadas en menos de 24 horas y apenas haber dormido tras confirmarse que su club jugará contra el Alavés en la primera eliminatoria copera de esta temporada. Todo un Primera para un equipo de regional. El presidente responde que están alegres pero que se les viene encima un «problemón»: «Somos un club humilde que no tiene recursos y que dispone de nueve días para preparar un encuentro con un equipo profesional de la Liga Santander». 

Andray, al igual que su Junta, no cobra por presidir el club. Lo hace de manera altruista y por pura voación: «Somos un club con 39 años de historia, de un barrio modesto de Segovia, la Albuera, donde los vecinos se reunían a practicar deporte y que en un momento se agrupan y se federan, montan equipos de fútbol... Pero de manera familiar, cordial y de amistad. De ahí el nombre: Unami (Unión de Amigos)». 

El club se apoya para su mantenimiento en los colegios, «que son la mejor la cantera». Con los años han conseguido armar equipos en multitud de deportes: fútbol, fútbol sala, baloncesto, judo, esquí, entre otros. En su mejor época llegaron a ser «más de 600 jugadores federados en todas las categorías». A día de hoy, y tras la pandemia, nos dice el presidente que «son unos 200 jugadores en total».

Sin noticias de la RFEF

Los principales orgullos del club son el equipo femenino de fútbol sala, que milita en 2ª División Nacional, y ahora el de fútbol, conocido ahora por más gente gracias a su aparición en la Copa. Actualmente milita en regional de aficionados pero, para su presidente, merecerían estar en Tercera (no obstante, van líderes de su grupo).

Pero tras el subidón llega la realidad. «En el contexto actual nos viene un problemón, porque no tenemos infraestructura. El estadio quizás no tenga las condiciones de iluminación que la Federación exige y además a la Gimnástica Segoviana (con quien comparten el estadio de La Albuera, de 6.000 espectadores) le tocó otro Primera (el Mallorca). Somos dos equipos de una ciudad pequeña disputando dos partidos con 'primeras' en 24 horas y en el mismo estadio».

No tengo idea de qué precio poner y desconozco la gente que está dispuesta a pagar. Quizás 10 euros, pero puede que a ese precio no cubra los gastosFrancisco Andray, presidente del C.D. Unami

Francisco Andray apuntilla  que es un «premio» para el club y para los jugadores, «que no cobran, son amateurs, se enfrentan a jugadores conocidos [nos nombra el once del Alavés de memoria] y se lo merecen. Pero ellos son profesionales en un negocio diferente: el Alavés tiene 67 millones de presupuesto y nosotros 35.000 euros anuales. Para el club es un premio y un hito histórico, pero un poco marrón». Por el momento, añade, nadie le ha dich nada sobre el ingreso, prima o subvención que le corresponde al equipo de parte de la Federación por participar».

Pero volviendo al fútbol, ahora lo que resta son «nueve días para preparar este choque. Una cosa es lo deportivo y otro la logística y la infraestructura». 

Le preguntamos por el precio de las entradas o la posible recaudación y nos contesta con franqueza: «No tengo idea de qué precio poner y desconozco la gente que está dispuesta a pagar, pero todo esto nos sobrepasa, quizás 10 euros, pero puede que a ese precio no cubra los gastos». Lo que tiene claro es que quiere compartir este premio con la ciudad y los segovianos. «No voy a hacer especulaciones. A toro pasado cuando pase el partido y quede el dinero en las arcas del club, hablaré. Pero el horario y el frío no ayuda en esta ciudad a que se llene el campo». 

Finalmente, pide que a futuro que los organismos oficiales y la RFEF se acuerden de los pequeños conjuntos y, «aunque sea una forma estupenda de competición», defiende, «hay que ayudar en la infraestructura y montar todo el tinglado. Las necesidades de un club humilde son enormes y es un verdadero reto. Nos tendrían que dar más tiempo, no nueve días, porque hablamos de iluminación, seguridad, emergencias, compras, mejoras, los medios, el palco, gestionar el viaje, los gastos extra, etc».

Hacer historia

El capitán del Unami, Quino, como le conocen en Segovia y en el equipo, está contento tras el sorteo de Copa del Rey. «Es algo histórico y único para este humilde club, llevamos años en Preferente y la verdad que jamás se pensó que se pudiera llegar a jugar con un equipo de Primera División».

Es verdad que los clubes más humildes esperan siempre que les toque el gordo del bombo, que esta vez no eran otros que Sevilla, Valencia o Villarreal [en esta ronda estaban exentos Athletic, Atlético, Real Madrid y Barcelona por participar en la Supercopa]. Para Quino el Alavés «está bien». «Es verdad que te haces a la idea de que puede tocarte un equipo con más nombre, más grande, pero es un honor que haya tocado el Alavés y será un partido muy especial y único».

Volviendo al césped, sobre la eliminatoria sabe de las dificultades y la desigualdad, pero llegar hasta ahí es un premio y saldrán «a competir y a intentar poner en aprietos y en dificultad» a los blanquiazules.

«Somos un club sin recursos, muy familiar y cualquier cosa que venga y ayude será bienvenida –resume Quino–. Calculamos que entre lo que saquemos en taquilla y los derechos televisivos será, más o menos,  el presupuesto de tres temporadas». Para este club, que militó en Tercera hace ocho años (su mayor logro hasta la fecha) vive días de emoción y repercusión mediática sin precedentes.

«No creo que haga falta poner gradas supletorias porque no es un Real Madrid, Barcelona o Atlético los que vienen. Con 3.000 espectadores que tiene nuestro campo será suficiente –explica Quino–. Pero ya veremos, que la llamada de un equipo de la Liga Santander es un reclamo interesante». 

El centrocampista aventura un partido histórico: «Al final nosotros somos un equipo de amigos, con escasos recursos y que peleamos siempre. Pero ellos son un equipo profesional, de Primera, y aunque vengan con los suplentes en teoría son superiores (...). Nosotros apuraremos nuestras opciones, que aunque sean una entre un millón podemos llegar a dar la campanada y ganar y pasar de ronda», lo que nos llevaría a otra llamada de felicitación y una segunda entrevista futura.