Luís Figo, de azote de los defensas a azote del Gobierno
El portugués encara a Pedro Sánchez y a los miembros y socios de su gobierno igual que a los defensas en su época de extremo derecho
Luís Figo fue uno de esos extremos temibles al que los defensores tenían que perseguir por la banda. Perseguir y parar y luego volver a perseguir, como en el pilla-pilla. Un remedo de Gento, un «rompemichelines», que nunca dejaba de percutir. Un tren bajo corto y poderosísimo que arrancaba con una insistencia constante y desmoralizadora para los rivales.
Sujeto de antipatías que nunca le importaron en el campo, tampoco parecen importarle fuera de él
Un balón en Figo siempre era una oportunidad de rasgadura que había que evitar y era difícil. El Balón de Oro del año 2000 nunca se casó con nadie. Su fichaje por el Real Madrid proveniente del Barcelona fue un terremoto que desató los más bajos instintos de odio culé. El portugués siempre se manejó bien en ese ambiente hostil, como los grandes, como los mejores en todas las disciplinas.
Sujeto de antipatías que nunca le importaron en el campo (al contrario, siempre parecieron espolearle), tampoco parecen importarle fuera de él. Un ariete contra las porterías como contra las puertas de los castillos y ahora contra el Gobierno de Pedro Sánchez, donde pone sus miras actuales, sobre todo tuiteras. Una banda de internet que recorre con la misma insistencia y el mismo descaro con los que rompía líneas defensivas.
«Tezanos estaba en Maldivas»
Ahora golpea sin conmiseración desde su cuenta del pajarito azul a un PSOE que debe de haber deseado en algún momento lanzarle una cabeza de cochinillo. Tras el resultado de las elecciones en Castilla y León, el equipo desafiado ha sido el CIS de Tezanos: «Tezanos estaba en Maldivas haciendo la encuesta», ha escrito en Twitter, junto a unos emoticonos de risas, en referencia a las habituales previsiones fallidas del Centro de Investigaciones Sociológicas que, una vez más, ha errado en sus polémicas encuestas:
Figo sigue corriendo por la banda y luego se interna como en sus mejores tiempos rompiendo cualquier esquema. Conocidísimos han sido sus duelos con defensas de renombre como Pablo Iglesias, a quien le espetó en su día: «Te quedan dos telediarios»:
Un contendiente al que volvió a regatear a propósito, precisamente, del fichaje de Serigné Mbayé, el presidente del sindicato de manteros, a su candidatura a la Comunidad de Madrid: «Fichaje galáctico del Marqués!!! Cuando vas abandonar Vallecas por segunda vez?», dijo entonces:
Tampoco Pablo Echenique se ha librado de que el extremo derecho, también interior, le encarara: «El vandalismo que es hijo del populismo. Inútiles», escribió enfilando la portería:
Nada le para a Figo, tan insistente a sus 50 como Vinicius a sus 21. Una pesadilla para el PSOE y sus socios como el joven brasileño para Piqué, por ejemplo, y los suyos. Una obstinación constante, la porfía, la lata, una tabarra, más allá de la ideología, consecuente en su atrevimiento. Como el de fichar por el Real Madrid siendo el ídolo del Camp Nou. Después de eso, de soportar y de triunfar sobre aquello, su empeño en retratar al presidente del Gobierno y compañía, parece un juego, otro más en su fijación de superar a sus más destacados contrarios: