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Los jugadores titulares en el partido España - Portugal de la Liga de las Naciones

Los jugadores titulares en el partido España - Portugal de la Liga de las NacionesEFE

La Liga de las Naciones, el torneo con el que la UEFA «busca problemas» a unos jugadores exhaustos

Tras una larga temporada, los futbolistas se enfrentan ahora a cuatro partidos en 10 días con sus selecciones para disputar un torneo sin gran sentido deportivo. Son varios ya los que se han quejado de este «invento»

Kevin de Bruyne, futbolista del Manchester City, ha jugado 45 partidos esta temporada. 3.338 minutos repartidos en cuatro competiciones con una primera intervención a primeros del mes de agosto de 2021. La cifra de encuentros se eleva a 50 y la de minutos a 3.948 en el caso de Bernardo Silva, también del City. A ambos les une una cosa: una crítica feroz contra la UEFA por el 'juguete' de la Liga de las Naciones y las fechas en un calendario infernal.

Cuando la temporada de clubes terminó hace ahora siete días con la final de la Champions League a la UEFA no se le ocurrió mejor idea que colocar cuatro compromisos de selecciones alegando que había que jugar una de esas competiciones nuevas con las que el organismo del fútbol europeo pretende innovar: la Liga de las Naciones.

En un curso futbolístico en el que jugadores de gran nivel -por lo tanto más expuestos a presión- han jugado 50 partidos (otros incluso llegan a los 60), ahora toca jugar otros cuatro con las selecciones. El fútbol no acabó en mayo, sino a mediados de junio. Y, como era lógico, varios jugadores explotaron.

«Jugar cuatro partidos en diez días es buscar problemas», ha dicho De Bruyne, el futbolista que mejor ha representado el sentir de muchos compañeros. Esos «problemas» están claros: una lesión más que probable a estas alturas. Para el belga «es un poco demasiado» jugar ahora cuatro encuentros de una competición inventada después de una «temporada ha sido muy pesada».

Bernardo Silva fue más claro: «Es muy duro para los jugadores con temporadas en las que tenemos 60 partidos y venir aquí y jugar cuatro más». Él estuvo en el empate de Portugal ante España en Sevilla, un duelo que a tenor de lo visto en la grada tampoco levantó mucha pasión. «Hay muchos partidos, demasiados partidos, demasiadas lesiones...», añadió Silva. La idea está clara y no son los únicos que lo han dicho públicamente.

Bernardo Silva, ante Carlos Soler, en el partido España - Portugal de la Liga de las Naciones

Bernardo Silva, ante Carlos Soler, en el partido España - Portugal de la Liga de las NacionesEFE

En noviembre de 2020 fue Toni Kroos quien expresó la misma idea. «En estas cosas nuevas nosotros los jugadores solo somos marionetas de la FIFA y de la UEFA. Nadie nos pregunta nada», dijo entonces el jugador del Real Madrid que señaló el verdadero objetivo de estos partidos: «Solo tienen como propósito exprimir posibilidades económicas» y con ello «también exprimir a los jugadores».

Esta Liga de las Naciones es un torneo oficial -España es subcampeona de la última edición-, pero no parece idóneo colocarlo justo después de una larga y exigente temporada. Y además con cuatro partidos en 10 días. A futbolistas exhaustos se les coloca un encuentro cada tres días en los que sus respectivas federaciones se juegan mucho dinero... pero poco premio deportivo.

Dividida en cuatro niveles, lo que ha propiciado esta competición es que se dejen atrás los amistosos intrascendentes para ver duelos entre países de un mismo nivel. Por ejemplo España se enfrenta a Portugal (y a República Checa y Suiza en esta ocasión) y no a San Marino. Andorra lo hace contra Luxemburgo y no ante Alemania. Existe un aliciente deportivo que se basa en que quienes quedan primeros ascienden de categoría (y con ello jugarán mejores partidos), los que quedan últimos descienden y los que están en el primer nivel, como España, disputan una 'final four' que da acceso a un trofeo. Ese título fue el que perdió la selección de Luis Enrique con aquél famoso no fuera de juego de Mbappé.

A futbolistas exhaustos se les coloca un encuentro cada tres días en los que sus respectivas federaciones se juegan mucho dinero... pero poco premio deportivo

Pero el problema no radica en ello, ya que ahora se ven partidos de más nivel y más apetecibles para el público, sino en la fecha en la que se realizan estos compromisos. Los parones por selecciones siempre existirán, pero colocarlos a inicios del mes de junio cuando ya todo ha acabado y justo después de una temporada que comenzó en agosto, es lo que cabrea a los jugadores. Se retrasan las vacaciones -que duran menos al iniciar después en julio las pretemporadas- y se corre el riesgo de caer lesionados ante el elevado cúmulo de minutos que hay ya en las piernas.

Pese a todas las críticas la UEFA sigue su rumbo: cuatro partidos de selecciones en junio y sin ánimo de cambiar. La opinión de los jugadores queda relegada a la mínima expresión y será escuchada cuando el descanso futbolístico de dinero. Como no es así, y la UEFA se nutre de partidos para llenar la hucha, las piernas cargadas de jugadores agotados seguirán moviéndose. Así es el negocio.

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