El juicio que sacude al fútbol: el «violador» y «depredador sexual» que fue campeón del mundo
Benjamin Mendy, jugador del City y de la selección francesa, se enfrenta a cadena perpetua acusado de hasta ocho violaciones: se encerraba e instaba a emborrachar a las víctimas
Nunca antes en el fútbol de primer nivel había habido un caso tan peliagudo y estremecedor como este. Benjamin Mendy, jugador del Manchester City y de la selección francesa, afronta estos días un juicio que ha sacudido al mundo del fútbol toda vez que lo que allí se dice dibuja a una persona terrible, un «depredador sexual» al que el deporte le daba otra imagen. Se enfrenta a cadena perpetua.
Benjamin Mendy no es uno de esos futbolistas 'menores' que se pierden entre la dificultad por llegar a la élite. Él sí estaba ahí, entre los mejores. El Manchester City pagó por él en 2017 58 millones de euros (entonces el defensa más caro de la historia) y antes el Mónaco le había fichado del Olympique de Marsella por otros 13 millones. Era un top mundial, un futbolista con gran proyección y estrella ya europea. Mendy era una figura relevante en el mundo del fútbol. Es, entre otras cosas, campeón del mundo, ya que formó parte de la Francia que ganó el Mundial en Rusia en 2018. No fue pieza clave de ese equipo, pero sí jugó un partido, ante Dinamarca en la fase de grupos, por lo que es plenamente campeón del mundo como tantos otros.
Detrás de ese futbolista, que ahora tiene 28 años, se escondía un «depredador» que abusaba de víctimas «vulnerables, aterrorizadas y aisladas». Así lo asegura la Fiscalía inglesa, que acusa al jugador –apartado por el City– de varias violaciones en su país. Se estiman que son ocho, además de otro intento que no pudo llevar a cabo presuntamente y una agresión sexual contra siete mujeres.
Mendy, juzgado en Chester (norte de Inglaterra), niega los diez cargos que se le imputan, ocurridos entre octubre de 2018 y agosto de 2021 en su casa de Prestbury, una localidad a las afueras de Manchester. Esta vivienda es fundamental para entender el proceso porque la Fiscalía considera que aquí el jugador estableció un auténtico «horror» donde a las mujeres que iban «se las encerraba, se instaba a emborracharlas y les quitaban los teléfonos móviles». Mendy lo niega todo y dice que sus hechos fueron consentidos por las mujeres.
En el juicio se han dado detalles muy duros para las víctimas y se ha contado cómo hubo una fiesta, en la casa del jugador, en la que Mendy pudo haber violado presuntamente hasta a tres mujeres la misma noche. El jugador estuvo en prisión preventiva cuatro meses, los últimos del pasado año 2021, y se enfrenta ahora a cadena perpetua.
Según el fiscal Timothy Cray este es «otro capítulo de una historia muy antigua: hombres que violan y agreden a mujeres porque creen que tienen poder y porque creen que se saldrán con la suya». El fiscal considera que al futbolista «se le abrieron las puertas de los restaurantes y de las discotecas, la gente quería estar con él» ya que estaba viviendo «un período de éxito y disfrutando de una vida privilegiada». Y añade que Mendy «sabía muy bien lo que hacía» y «estaba dispuesto a traspasar la línea una y otra vez».
En el proceso también se juzga a otro hombre que se cree que era quien ayudaba a Mendy a «encontrar mujeres jóvenes y crear situaciones en las que pudieran ser violadas y agredidas sexualmente». Los testimonios son tremendos y en Reino Unido están alarmados, especialmente en el entorno del Manchester City. Se ha mediatizado un juicio que se espera que dure tres meses y que ha sacudido al mundo del fútbol.