Florentino, «ese Rudiger es bestial, hay que ficharlo»
Florentino Pérez callaba; tenía atado al alemán desde el invierno, pero lo negaba. La actuación sobrehumana del jugador frente al Madrid hizo que muchos pidieran su fichaje al presidente. El dirigente sonreía y volvía a callarse
Cuartos de final de la Copa de Europa. La ventaja de 1-3 adquirida por el Real Madrid en Londres no fue suficiente. El partido de Antonio Rudiger en el encuentro de vuelta fue espeluznante, increíble, portentoso. El Chelsea venció 1-3 en el Bernabéu en los noventa minutos reglamentarios, con un golazo del central. La eliminatoria estaba igualada y debía disputarse la prórroga. El conjunto londinense cayó finalmente ante los blancos por un gol de Benzema, que supuso el 2-3 y la clasificación del equipo español. Pero la actuación del alemán dejó impresionados a los aficionados de ambos bandos.
«El Rudiger ese es bestial, hay que ficharlo presi, es que da miedo». Florentino Pérez escuchaba esta opinión constantemente. Las palabras cambiaban, con calificativos coloquiales aún más fuertes, pero los elogios eran los mismos. Y el presidente callaba, no desvelaba nada. «Ya veremos lo que hacemos para la siguiente temporada, ahora estamos centrados en la Liga y en la Champions», contestaba con un mensaje políticamente correcto que no descubría nada. Incluso, el dirigente madridista negaba públicamente que se negociara su contratación. No podía descubrir cartas que ya estaban marcadas.
Cuando volvía a escuchar esa petición del madridismo, Florentino sonreía. A su alrededor escuchaba comentarios que la dirección deportiva del Real Madrid había valorado desde hacía mucho tiempo. Es un líder dentro y fuera del campo, un hombre que levanta un equipo, un profesional que lleva las riendas y anima a todo el grupo cuando las cosas no salen. Los seguidores blancos lo vieron en el Bernabéu. Sus gritos de guerra y de exigencia a sus compañeros impresionaron a todo el mundo. Su manera de defender y de atacar era un ejemplo de entrega y de eficacia. El rapapolvo que echó a los suyos cuando él salvó lo que era un gol claro de Benzema lo presenció todo el planeta por televisión. Era y es un jefe inigualable, porque el primero que da ejemplo es él. Nadie le rechista, porque saben que tiene razón. El Real Madrid ya lo sabía. En su propio estadio confirmó unas virtudes que conocía muy bien. Y su presidente no podía decir nada.
Rudiger finalizaba contrato con el Chelsea en junio y ya podía negociar su futuro desde enero. El futbolista lo tenía claro. Había recibido múltiples ofertas ganando incluso el doble de dinero, desde la Premier, y solo quería venir al Real Madrid. El apoderado del portento físico de origen africano no tenía que escuchar más propuestas. Toni solo pensaba en «el Real», a sabiendas de unas ganancias que no pueden superar ciertas cifras porque la casa blanca mantiene una estructura de salarios que no se rompe.
Florentino Pérez guardó su carta hasta el final de la campaña, una vez ganadas la Champions y la Liga. Cuando se hizo oficial la contratación, seis días después del triunfo en París, el madridismo sonrió como lo hacía su presidente meses atrás. «El tito Floren es la pera, lo tenía todo hecho, qué callado se lo tenía». Estas frases se masticaban en Valdebebas y en todos los foros madridistas.
Lo que nadie sabe es que hizo realidad un interés que el club madrileño tenía por el alemán desde hacía seis años.
Ancelotti ya lo quiso para el Nápoles hace un lustro. El Real Madrid volvió a intentar su adquisición hace tres temporadas. El objetivo se ha logrado este año.
Cuando Antonio, como le llaman, llegó, la dirección deportiva le pidió paciencia. Iba a jugar y lo hará mucho, pero debía entender que Ancelotti tiene que corresponder a sus campeones de la Champions y de la Liga con la continuidad inicial de su titularidad. Por eso hemos visto cómo Militao, Alaba y Mendy tenían primacía en los primeros encuentros. El entrenador, sabio, dejó claro que ya no había titulares. Iba a hacer rotaciones constantes en cada partido y en cada encuentro. Y lo está demostrando con hechos. Para Carlo hay 18 titulares. Rudiger está jugando constantemente. Solo es el comienzo. Su calidad en ataque y defensa y su poderío físico le convertirán en un fijo en el once. Todos lo saben.