El fútbol femenino protesta por la igualdad: no quieren pagar las mismas multas económicas
La RFEF equipara el precio que los equipos tienen que pagar por las tarjetas que les muestran... y el fútbol femenino protesta pese a demandar igualdad
El fútbol femenino lleva años en proceso de profesionalización y con unas demandas justas que han ido consiguiendo especialmente en los últimos meses. En claro ascenso, a pesar de todos los problemas que tiene por guerras entre RFEF y Liga, se ha encontrado ahora con una cuestión que es fruto de la profesionalización y que le trae muchos problemas.
La Liga F -así se llama ahora la Primera División femenina- arrancó el pasado fin de semana y una de las novedades fue que ahora el castigo económico por las tarjetas que se muestran en los partidos es mayor. Es también una consecuencia de la profesionalización tan demandada y de las peticiones de irse igualando al fútbol masculino. La RFEF tomó la palabra respecto a estas solicitudes y les hizo caso. Poco a poco va llevando la igualdad al fútbol femenino y ahora se ha hecho con la cuantía que los clubes tienen que pagar por los castigos deportivos en forma de amonestaciones en los partidos.
Así, ahora los equipos de la Primera División femenina tendrán que pagar 180 euros por cada tarjeta amarilla recibida y 350 euros por la tarjeta roja. Es exactamente lo que pagan los clubes de LaLiga, del fútbol masculino. Y es algo por lo que ahora protestan en el fútbol femenino porque dicen que les puede hacer daño en términos económicos.
Y es que la profesionalización del fútbol femenino conlleva también unos gastos que muchos clubes no pueden hacer. Algunos clubes se echan ahora las manos a la cabeza porque ven peligrar sus presupuestos y si bien no son cantidades muy elevadas respecto al cómputo global de una temporada sí es un dinero con el que no contaban desembolsar.
La principal diferencia viene del cambio por pagar estas cartulinas. Antes por una amarilla un club de la liga femenina pagaba tan solo cuatro euros. Ahora tendrá que desembolsar 180. Por una tarjeta roja pagaban nueve euros y ahora serán 350. Es una consecuencia de la igualdad solicitada. La profesionalización también conlleva esto.
«En las competiciones de carácter profesional, la sanción de amonestación de directivos, futbolistas, entrenadores y auxiliares, llevará consigo, para el club de que se trate, multa accesoria en cuantía de 180 euros cuando se trate equipos adscritos a Primera División, y de 90 euros cuando se trate de equipos adscritos a Segunda División. La sanción de suspensión conllevará multa por importe de 350 euros, cuando se trate equipos adscritos a Primera División, y de 200 euros cuando se trate de equipos adscritos a Segunda División, por cada partido o mes que abarque», reza el artículo 52 del Código Disciplinario de la Federación Española, que a partir de ahora lo aplica igual tanto para el fútbol masculino como para el femenino.