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Carlo Ancelotti y su hijo Davide, tras la victoria ante el Manchester CityEFE

El otro Ancelotti al que no se le escapa ningún detalle del Real Madrid

Davide, hijo del entrenador y segundo técnico, acompaña a Carletto desde que decidió seguir su camino; cuida todo tipo de aspectos en un vestuario en el que es querido y respetado

Cuando Carlo Ancelotti llegó al Real Madrid en su primera etapa, en el año 2013, otro Ancelotti, su hijo Davide, llegó con él al equipo técnico. Tenía entonces un papel algo menor, concretamente el de ayudante del preparador físico. El segundo entrenador era Paul Clement. Fue ya en Múnich, la siguiente etapa que su padre tuvo tras la marcha de España, cuando Davide escaló a ayudante principal y formó con el padre un tándem familiar en el banquillo que como ha funcionado nadie ha rechistado nada.

En el primer partido de esta Liga que lidera con seguridad y estabilidad el Real Madrid –un encuentro en Almería– hubo un detalle que reflejó a la perfección que Davide controla todos los aspectos que tiene en la plantilla. Era el minuto 74, David Alaba llevaba ya calentando un buen rato y el hijo avisó al padre que adelantara la entrada al campo del futbolista austriaco ya que había una falta peligrosa a favor de las del estilo en las que el defensor se ha vuelto ya un especialista. Al segundo entrenador no se le escapó esa situación, se hizo a contrarreloj el cambio y Alaba anotó el gol de la victoria del Madrid en Almería. Davide lo celebró de forma efusiva, de rodillas en el campo. Era un tanto del que él tenía mucho que ver.

Las figuras familiares siempre han sido muy mal vistas en el fútbol. No fueron pocas las voces que hablaron de nepotismo cuando Ancelotti regresó al Real Madrid y confirmó a su hijo de segundo técnico. Davide nació en 1989, en los últimos años ya de futbolista de su padre. Creció ya con el Carletto entrenador y vivió desde bien pequeño el crecimiento profesional de su progenitor. Cuando Ancelotti ganó su primera Copa de Europa en los banquillos Davide tenía 13 años. Cuando ganó la última, en 2022, le tenía a su lado ya con 32.

Quienes han trabajado con él hablan de Davide como un estudioso del fútbol que tiene controlado todos los detalles y al que no se le escapa ninguno. Nunca llegó a ser un gran futbolista y aceptó rápidamente que su camino estaba en los banquillos. Contar con un padre tan exitoso evidentemente le ayudó, aunque en los últimos años ha ido demostrando que es mucho más que el hijo de Carlo. Por ejemplo, es el que ha actualizado el librillo de su padre. Tal y como reconoció Javi Martínez, el futbolista español que estuvo a las órdenes de los dos Ancelotti en el Bayern, Davide aportó a Carlo una modernización de la figura del entrenador, añadiéndole más análisis basados en las nuevas herramientas, especialmente en aquello que tiene que ver con el vídeo y las estadísticas.

Davide Ancelotti ha crecido en los banquillos siempre al lado de su padre CarloAFP

«Davide es resistente, competente, serio, profesional, tranquilo...», comentó Ancelotti (padre) cuando el Real Madrid ganó la Liga el pasado año y quiso reconocer al cuerpo técnico que le acompaña a diario. Reconocía por entonces Carlo que «no es fácil hablar de esto porque también tengo el aspecto familiar y emocional» aunque quiso dejar claro que es un «entrenador muy bueno» reconociendo que «el hecho de que sea mi hijo le ha ayudado» pero que «es competente». En ese encuentro en Almería, con ese pequeño gran detalle, demostró que lo es. Ha habido más, ya que en cada partido tiene una vista más allá de la que tiene cualquier aficionado, pero ese fue el más visible.

Davide es licenciado en Ciencias del Deporte, se casó este verano en Sevilla, domina cuatro idiomas (español, italiano, francés y alemán) y tiene un pequeño hándicap: al no disponer de la Licencia UEFA PRO no puede ser aún primer entrenador. Se vio cuando el año pasado Ancelotti cogió la covid y su hijo no pudo figurar como técnico principal, aunque en la práctica sí lo fue. Lo será en pocas fechas y se espera que nada más retirarse su padre –que ya ha dicho que será tras entrenar al Real Madrid– dé el salto para ya volar solo. Incluso algunas voces le animan a que vaya dejando ya caer la idea de ser el sustituto de su padre en el banquillo del Bernabéu, aunque esa idea no pasa ahora por la cabeza de nadie. Sí que Davide cogerá el testigo de su padre, aunque como Carlos, seguramente le toque empezar de forma tranquila, sin grandes retos de inicio, e ir escalando. Él ya al menos viene aprendido de casa.