Tchouaméni en sus primeros minutos como jugador del Real Madrid
Los motivos por los que Tchouaméni ha dado la razón al Real Madrid con su fichaje
El mediocentro francés ha sido una de las grandes sensaciones del Mundial de Qatar
Quien no arriesga no suele ganar. La vida muchas veces va de eso, de tomar decisiones osadas en momentos donde es necesario. El Real Madrid sabe mucho de eso. La entidad blanca es una experta en encontrar futbolistas de futuro, diamantes en bruto que acaban puliéndose y brillando en el panorama futbolístico. Arriesgado fue, por ejemplo, apostar por unos jovencísimos Vinicius o Rodrygo. Casi nadie creía en ellos. El primero fue, incluso, objeto de mofas y memes hasta hace poco. Hoy son el presente del club merengue y de la selección brasileña.
Otro ejemplo es la apuesta por Tchouaméni el pasado mercado. Otro fichaje de futuro que se ha convertido en presente.
Muy pocos creían que el jugador francés iba a ser un escudo perfecto en la medular del Real Madrid. Fichado, en un principio, como escudero de Casemiro, la marcha del brasileño le hizo dar un paso al frente y convertirse en el nuevo muro de contención del conjunto merengue. El nuevo guardaespaldas de Modric y Kroos. Un jugador que se ha acostumbrado a salir en las fotos.
El Mundial de Qatar no ha hecho sino confirmar la gran incorporación que firmó el Real Madrid. Tras la baja de Kanté y Pogba por lesión, Deschamps le dio los galones del medio campo francés al joven de 22 años.
Rozando el club de los 100
Los blancos pagaron al Mónaco 80 millones de euros por el medio francés. Una cifra que, a priori, asustaba y fue objeto de críticas, pero vista la juventud del jugador y el rendimiento que está dando parece más que justificada. Además, tras la cita mundialista de Qatar, su valor en el mercado se ha incrementado hasta los 90 millones de euros, a un paso de entrar en el club de los 100.
Imprescindible para Ancelotti
El buen hacer sobre el césped de Tchouaméni le ha permitido colocarse en el selecto grupo de jugadores que lo ha jugado prácticamente todo en el equipo merengue. Ha disputado casi el 90 % de los minutos desde su llegada a Chamartín, lo que le vale para el apelativo de indiscutible para Carlo Ancelotti.
Su carácter tímido choca con su despliegue físico y su poderío arrollador sobre el césped. El Mundial ha encumbrado a un jugador llamado a proteger la medular del Real Madrid durante la próxima década.
