El clásico como guinda a su faraónico proyecto deportivo: para esto Arabia Saudí lleva pagados 120 millones
El país árabe consigue al fin su final soñada entre Real Madrid y Barcelona: supone otro paso dentro de su enorme expansión en el mundo del deporte
A la tercera fue la vencida. Arabia Saudí tiene ya al fin su final soñada, aquella por la que sacó la chequera y paga a la Federación Española de Fútbol 40 millones al año. Habrá un Real Madrid - Barcelona en la final de la Supercopa de España. Será este domingo.
Los penaltis lo consiguieron. El Real Madrid ganó su tanda al Valencia y el Barça la suya al Betis. Ninguno fue capaz de derrotar a su rival en los 120 minutos, pero eso ya da igual. Hay un clásico en una final y eso es muy relevante. Por mucho que el torneo no sea de una gran trascendencia, un clásico siempre es un partido de alto contenido mediático y seguido en todo el mundo. Y el que ahora se jugará no será en España.
Arabia Saudí tiene lo que quería
Por primera vez Real Madrid y Barcelona se enfrentarán en una final fuera de nuestro país. Es un acontecimiento histórico y el sueño cumplido de un país que tiene dinero ilimitado para conseguir estas cosas. Arabia Saudí tiene ya cada año un novedoso Gran Premio de Fórmula 1, controla – porque así la han impulsado– la denominada Superliga de golf, ha organizado mediáticos combates de boxeo, organiza la mayor carrera de caballos de la historia e incluso ha conseguido ser sede de unos Juegos de Invierno en pleno desierto. Pero le faltaba el partido más seguido en el mundo del fútbol.
Y lo tendrán, este domingo, a la vez que termina el Rally Dakar, otra de las grandes pruebas deportivas que ahora se corre de forma íntegra en Arabia Saudí. Y coincide, además, el clásico con la mediática llegada de Cristiano a su liga de fútbol. Es indudable que este país lidera el deporte a nivel global. Todos están pendientes de él y su nombre está en todos lados. Y no para mal, sino como sedes de grandes noticias deportivas. Y eso es lo que querían.
La guinda a su proyecto era el Real Madrid - Barça que tanto se les atragantaba. En las dos ediciones anteriores que albergaron la Supercopa (2020 y 2022 –la de 2021 se jugó en España por la pandemia–) nunca tuvieron ese duelo en la final. Sí lo vieron en la semifinal de 2022, pero el ambiente ni la proyección no es la misma. Ni hay título como tal en juego ni los focos a nivel internacional son los mismos. En una final sí, principalmente porque se juegan la vida a un único partido y porque la parafernalia es mayor. Por mucho que sea una competición menor lo que hay en juego es un título... ante el eterno rival. Y ambos equipos sacan a los mejores jugadores posibles.
Esto es lo que quería Arabia Saudí. Si este país paga 40 millones al año es porque querían organizar un clásico. Atlético de Madrid, Betis, Valencia, Athletic, Real Sociedad... los acompañantes están muy bien, varios llegaron a la final, pero a Arabia Saudí esos no les llenan. Les tienen de meras comparsas con las que justificar el torneo. Ellos querían un Madrid-Barça y ya lo tienen. Y eso lo unen a otros tantos eventos deportivos y haces de tú país una referencia con una cara más amable (y lavada) en gran parte del mundo.
120 millones desembolsados
Para llegar a esta final Arabia Saudí ha desembolsado 120 millones de euros: 40 en 2020, otros 40 en 2022 y 40 más este año. Así será cada edición... siempre que estén Madrid y Barça. Sin ellos baja la cantidad cinco millones por equipo. La Supercopa se organizó con este modelo (mucho mejor que el anterior) porque así sabían que siempre estarán Madrid y Barça: van los dos primeros de Liga, que rara vez no son ellos dos, pero también los dos mejores en Copa del Rey, para tener así doble opción a tenerlos. El objetivo siempre era la final, hasta ahora no conseguido.
Y al fin lo consiguieron. Este domingo tendrán un clásico muy lejos de ser una final de Champions (incluso una final de Copa), pero es un clásico en una final. Hay un título en juego. Y los dos jugarán con sus mejores equipos y dejarán tocado al perdedor, que es a su vez su gran rival histórico y actual. Y todo eso pasará en Riad, donde se jugará el primer Madrid-Barça de la historia con un título en juego fuera de España. Es un hecho histórico, algo que tendrá alcance mundial. El tanto se lo apunta Arabia Saudí. Bien es verdad que lleva 120 millones de euros gastados para conseguirlo.