208 millones y 11 fichajes después, Xavi gana crédito con su primer título

Xavi Hernández ya tiene su primer título. Es la Supercopa de España, un trofeo menor, pero se lo ganó al Real Madrid y además con un recital de fútbol. Dio un baño al eterno rival, fue justo ganador y consiguió el mayor éxito del más de un año que lleva en el banquillo del Barcelona. Si bien la competición no es de las importantes sí sirve para sacudirse viejas críticas, olvidar más de un fracaso y sacar pecho.

Xavi superó en todo a Ancelotti y fue justo ganador de la Supercopa. Así como otras veces su mano táctica perjudicó al Barça –sin ir más lejos en la semifinal de este torneo ante el Betis– en el clásico él fue el gran artífice del triunfo culé. Leyó como nadie cómo debía jugarse el partido y superó en todo a un Ancelotti que se llevó el segundo baño táctico del catalán. Esta Supercopa es un triunfo con el sello Hernández, que no es precisamente, a nivel futbolístico, el ADN Barça que él mismo pregonaba.

Para llegar aquí, para al fin tocar un título (aunque sea menor), el Barcelona necesitó hipotecarse a niveles jamás vistos en el fútbol –algo que movilizó al fútbol europeo al considerarlo inviable con el fair play financiero– y gastar más de 200 millones de euros. Once fichajes ha hecho Xavi Hernández para que su club pudiera tener la foto con una copa. Una inversión que aún sigue siendo insuficiente porque la viabilidad del proyecto culé se basa en ganar títulos... importantes.

El plan de Joan Laporta se basó claramente en que desde el campo, desde el aspecto puramente deportivo, se fuera poco a poco ayudando a la economía del club. El presidente le daba una plantilla competitiva al entrenador a base de la venta de patrimonio (las palancas) y el técnico tenía que ir ganando títulos con los que devolver la gloria deportiva y a su vez dar un dinero extra básico para poder recuperar la competitividad. Con la Supercopa se empieza ese plan, pero no vale solo con este trofeo: le ha dado al Barça un ingreso de 4,8 millones. Donde de verdad se gana es en LaLiga y en la Champions que ya no pueden ganar.

El Barça ha ganado su primer título de forma brillante y lo ha hecho después de invertir 208 millones de euros desde que Xavi está al frente del proyecto. Esa es la cantidad que los culés han tenido que desembolsar para regresar a tocar los títulos, por ahora solo uno menor como la Supercopa de España. Esa inversión se centra en cuatro jugadores: Robert Lewandowski, fichado por 45 millones de euros; Raphinha, por el que pagaron 58; Jules Koundé, incorporado por 50; y Ferrán Torres, el primero que llegó hace un año por 55 millones. No se incluyen aquí algunas variables fáciles de cumplir y que elevará el precio hasta los 220 millones mínimo.

Además de estos cuatro fichajes hay que incluir otros siete por los que no pagó el Barça, pero por los que sí se gasta evidentemente en concepto de salario. Algunos han salido bien, casos de Christensen o Kessié, a otros aún faltan por verlos (Bellerín y Marcos Alonso), pero otros fueron un fiasco, véase los casos de Adama Traoré, Aubameyang y Dani Alves. 11 fichajes en total, un once completo, con los que Xavi contó con una plantilla mucho más competitiva. Eso sí, por ahora solo le valió para ganar una Supercopa de España. En Europa eso no da: eliminado en primera ronda de Champions con todos estos jugadores.

El aire y crédito que ha ganado Xavi Hernández con el título de la Supercopa es grande. Es el ejemplo de que en el fútbol hay más cosas que la importancia de un partido o torneo. Esta competición no es la más relevante, pero sirve ahora al Barcelona para poder coger mucha confianza de cara al tramo importante de la temporada. Y a su entrenador para justificar su gran desembolso económico, porque ya sí podrá decir que ganó un título con el Barça. Cuidado, con esto solo no vale: Koeman ganó una Copa del Rey y su recuerdo es el que es en el Camp Nou.