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El caso de Sara Bjork Gunnarsdottir es clave en el futuro del fútbol femenino

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Condena histórica en el fútbol femenino por recortar el sueldo a una jugadora embarazada

En un caso que marca el futuro de las jugadoras que quieran ser madres, Sara Bjork Gunnarsdottir demandó a su equipo, el Olympique de Lyon, por imagos. La FIFA le da la razón

Sara Bjork Gunnarsdottir es una futbolista islandesa bastante reconocida en el fútbol femenino. Capitana de la selección de su país, ha ganado cuatro ligas alemanas entre otros éxitos y de 2020 a 2022 militó en el Olympique de Lyon, último ganador de la Champions y campeón cinco veces consecutiva de este torneo de 2015 a 2020.

Gunnarsdottir vio como en 2021, cuando anunció su embarazo, el conjunto francés le recortó el sueldo durante el tiempo en el que estaba de baja. No se lo quitó por completo, pero sí se lo dejó prácticamente en el mínimo: la jugadora solo recibió unos 27.000 euros netos de los 109.000 que le correspondían por contrato. Además, según su testimonio, no le ayudaron en nada, tampoco en tratamiento psicológico y/o médico.

La futbolista, al ver esta decisión del Olympique de Lyon, demandó a su propio club, que abandonó el pasado verano. Ahora juega en la Juventus de Turín. Según su relato, en el momento en el que supo que estaba embarazada (marzo de 2021) los servicios médicos del club francés la recomendaron que dejara de jugar. La jugadora decidió regresar a su país para tener allí al niño y los meses previos al parto (con el permiso de la entidad) y el Olympique lo que hizo fue comenzar con los impagos. El club se limitó a decirle a Gunnarsdottir que solo le pagaría dos meses por regirse por la ley francesa.

Dentro de un proceso judicial que ha durado casi dos años, a la futbolista el Tribunal de Instancia de la FIFA le ha dado la razón. El máximo organismo del fútbol ha tomado una decisión muy relevante en el devenir del fútbol femenino: la jugadora tiene derecho a la baja, el club tiene que pagarle toda la ficha y no se puede rebajar el sueldo por un embarazo.

Así, condenan al Olympique de Lyon a pagar a la jugadora 82.000 euros (unos 88.500 dólares) por impagos en el salario de la futbolista. «Era un derecho y no me lo podían negar, ni siquiera un club tan grande como el Lyon», ha dicho la futbolista. Esto supone para ella un éxito porque «suena a una garantía financiera para todas las futbolistas que desean tener un hijo durante sus carreras». De ahí la importancia de su caso.

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«Nadie se ocupó realmente de mí, de hacerme un seguimiento, de ver cómo me encontraba mental y físicamente, como empleada, pero también como ser humano. Tenía derecho a percibir mi salario íntegro durante mi embarazo y hasta el inicio de mi baja por maternidad de acuerdo con la reglamentación obligatoria de la FIFA», explicó hace unos meses Sara Bjork Gunnarsdottir.

El Sindicato Mundial de Jugadores (FIFPro), que asesoró a la jugadora en el proceso judicial, dice ahora que esta es una «decisión histórica, la primera de este tipo desde la puesta en marcha de los reglamentos de la FIFA en materia de maternidad, en enero de 2021». La FIFA implantó en esa época una serie de medidas con el fin de proteger a las jugadoras que decidan ser madres durante su carrera, imponiendo por ejemplo a los clubes a proponer un permiso de maternidad «de al menos 14 semanas, de las que ocho después del parto», remunerado «como mínimo con las dos terceras partes de su salario contractual» de la futbolista.

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