Dani Ceballos, el partido de su vida en el momento más necesario que puede cambiar su futuro
La exhibición que firmó en Villarreal, liderando la remontada del Real Madrid, marca un antes y un después del sevillano en el equipo blanco
Todo fueron elogios para Dani Ceballos. «Ha cambiado la dinámica del partido, puso [al igual que Asensio] más calidad y energía en el campo y han sido los dos determinantes para dar la vuelta», dijo sobre él Ancelotti. No fue el único: compañeros, aficionados, análisis de prensa... Todos reconocieron que este partido del sevillano no fue uno normal. Fue, sencillamente, el partido de su vida.
Al menos en su etapa en el Real Madrid, que se alarga ya cuatro temporadas y en las que hasta ahora poco se le había visto. Sí alguna vez apareció, de forma intermitente, algo que se espera que no sea lo que ocurra ahora, sino que su espectacular actuación en Villarreal sea el inicio de una larga etapa de éxito. Porque Ceballos fue el faro de un Real Madrid al borde del KO en la Copa.
La actuación del futbolista sevillano asombró en La Cerámica. Lo cambió todo. No fue solo el gol con el que dio la victoria al equipo de Ancelotti, un tercer tanto que cerraba la épica remontada del Madrid. Hubo jugadas, asistencias, liderazgo con el balón... El triunfo en Villarreal no da un título, tampoco esconde problemas, pero sí salva al equipo blanco de entrar en una grave crisis y de perder de forma matemática la segunda competición en cuatro días. Y eso fue obra de Ceballos.
Dani, que tiene ya 26 años y que en los últimos tiempos ha sufrido el calvario de las lesiones, hizo, por resumir, un partido descomunal en Villarreal. En realidad fueron 35 minutos, porque Ceballos salió al terreno de juego en el 55. Su actuación fue más que influyente: cambió por completo el juego, la dinámica y el resultado. Nada más salir le brindó, con un pase, el gol a Vinicius. Era el primero. Tras ello fue cogiendo galones, dirigió los ataques y cambió por completo el guion de un partido que era a vida o muerte.
Para completar un partido en el que fue héroe en una situación muy adversa, Ceballos marcó el gol clave: el que daba la victoria. Un preciso disparo, colocado, con una buena lectura completó la gran remontada del Real Madrid en Villarreal. Lo hizo con la figura del exbético al alza, justo en el momento más oportuno.
Porque la exhibición de Ceballos tiene varias lecturas. La primera, la más inmediata. Si hay derbi madrileño en cuartos de Copa es por el cambio de ritmo y juego que dio él. No lo hizo no en un partido cualquiera. Estaba su equipo eliminado. Tampoco lo hizo con un 2-0 a favor, que siempre es más cómodo jugar con el aire a favor. Al contrario, lo hizo cuando su equipo perdía 2-0 y Ancelotti le sacó como salvador.
Su futuro en juego
Dentro de ese momento oportuno en el que Ceballos hizo su mejor partido está algo que aún el jugador no ha resuelto: su futuro. Esta exhibición se enmarca dentro de las dudas por su continuidad. El andaluz termina contrato en junio de este año, no ha renovado y tampoco tiene una gran oferta encima de la mesa. Además, desde el 1 de enero puede ya negociar de forma libre con quien quiera y sin necesidad de que el Real Madrid esté enterado.
Es por ello que la actuación de Ceballos tiene una mayor relevancia porque está justo en estas fechas en las que se juega su futuro profesional y no solo en el campo. Y él, con esta actuación, ha demostrado estar pendiente de su actual proyecto. Es como un mensaje con el que clama que quiere seguir en el Real Madrid. Lo hace en el momento en el que parece abrirse una opción en el centro del campo toda vez que Modric necesita dosificarse y Kroos está meditando la retirada. Hay más huecos en esa línea.
Esta exhibición se enmarca dentro de las dudas por su continuidad. El andaluz termina contrato en junio de este año, no ha renovado y tampoco tiene una gran oferta encima de la mesa
El futuro de Ceballos dependerá también de lo que quiera Ancelotti. El italiano sabe que Dani está disponible para grandes retos y ahora lo que puede darle es continuidad. El jugador nacido en Utrera tiene la obligación de que su recital en Villarreal no sea una cosa aislada, pero también necesita que la otra parte –el cuerpo técnico– confíe en él. Lo que ya ha hecho, con un partidazo, es salvar a todos de una derrota que hubiera supuesto una crisis total en el Real Madrid.