Radiografía del Valencia de Peter Lim, el ‘míster Marshall’ convertido en villano

El Valencia ha disputado dos finales de la UEFA Champions League. En esa gloriosa etapa, el conjunto ché también levantó varias copas del Rey y un par de ligas de la mano de Rafa Benítez. Ahora bien, basta observar a este Valencia para deducir que en nada se parece a esa entidad que luchaba por ganar algún título. El Levante, en segunda división, está posicionando mejor a la ciudad.

Pero para comprender cómo un equipo que aspiraba a todo hoy lucha por no bajar de categoría hay que hacer un análisis. Todo parte del 25 de mayo de 2009. El valencianismo tuvo un antes y un después. Tras años de inestabilidad y de no saber adónde iba a parar el club, por fin llegaba una buena inyección de capital.

De este modo, el empresario singapurense Peter Lim abonó 94 millones de euros para hacerse con el 74% del accionariado valencianista.

Venta de todas las estrellas

Entre sus propuestas estaba la de construir el nuevo estadio de Mestalla. Para ello, Lim y sus acompañantes se pusieron como fecha clave 2019, año del centenario de la entidad valencianista para así festejar la efeméride en el nuevo coliseo.

Sin embargo, la realidad está siendo bien distinta para el Valencia. Hoy día el proyecto de nuevo estadio no deja ser una nada bella estampa de lo que es un fracaso de gestión. En las últimas semanas se han reunido Ayuntamiento y club, aunque no van a lograr tapar la realidad: El nuevo Mestalla es como el Coliseo Romano y, mientras tanto, el Valencia está mucho más cerca de Segunda.

Cuando Peter Lim aterrizó en Valencia prometió el oro y el moro. No él personalmente porque por la capital del Turia poco se le ve, pero sus colaboradores más estrechos le invitaron a hacer fichajes. A partir de ahí fue cuando comenzó a emerger el verdadero Peter Lim. Pronto se vio cuál era la estrategia del propietario del Valencia: ningún gran fichaje, ir tirando y vender a las grandes estrellas.

A pesar de ser uno de los grandes clubes españoles, el Valencia lleva una década instalado en la mediocridad, en tierra de nadie y muy alejado de lo que por historia y presupuesto le corresponde. Conjuntos como Villarreal, Athletic Club, Betis o Real Sociedad han dado el sorpasso a un Valencia sin respuesta.

Con todo, es destacable que Peter Lim no ha conseguido la estabilidad financiera ni deportiva. En lo social no puede decirse que le vaya mejor. El lema ‘Peter Go Home’ (Peter vete a casa) ya es un clamor social. En las últimas temporadas, los seguidores ches han visto que su presidente ha ido vendiendo a su grandes estrellas. Carlos Soler ha sido el último, pero ni ha sido ni mucho menos el último. Jugadores como Gonçalo Guedes o Ferrán Torres ya abandonaron el club de Mestalla.

Así pues, que el Valencia opte a clasificarse para una competición europea no deja de ser una ensoñación. Equipos con mucho menos presupuesto e historia están haciendo mucho mejor papel.

El Valencia está donde no ha de estar. Su lugar está junto a Real Madrid y Barcelona e España y Bayern de Múnich, Liverpool o Juventus en Europa. Sin embargo, no parece que ni a corto ni a medio plazo el conjunto che vaya a volver a estar donde le corresponde. Coqueteando con el descenso, el Valencia de Peter Lim no es la primera vez que se le juega. Ya lo hizo con Pako Ayestarán como entrenador y lograron salvarse por los pelos.

Es, precisamente en el banquillo donde flaquea Peter Lim. Desde que se hizo con las riendas del equipo ha tenido a todos estos entrenadores: Miroslav Djukic. Juan Antonio Pizzi, Nuno Espirito Santo, Salvador González ‘Voro’, Gary Neville, Pako Ayestarán, Cesare Prandelli, Marcelino García Toral, Albert Celades, Javi Gracia, José Bordalás y Genaro Gattuso. En todo ello cabe recordar que el actual entrenador, Voro, afronta su octava etapa al frente del conjunto che.

Tras su derrota contra el Girona el Valencia ha dejado claro que su objetivo en esta temporada no es otro que el que pelear por no descender. Más allá de que pueda contar con futbolistas para luchar por Europa, la realidad es que Peter Lim llegó al Valencia con grandes expectativas y, a la hora de la verdad, está dejando un equipo en las cloacas.