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Jorge Vilda, seleccionador español femeninoRFEF/EFE

Las cinco indirectas del seleccionador femenino a las 15 futbolistas que renunciaron a jugar con España

Jorge Vilda sigue firme en su decisión y deja frases que van dirigidas a las que le chantajearon, sin mencionarlas directamente

Quedan cinco meses para la gran cita del fútbol femenino, el Mundial que se disputará en Australia y Nueva Zelanda. Ese torneo, que además supone el lanzamiento definitivo de esta disciplina en todo el mundo, es vital para España, que completó una fase de clasificación impoluta y en el que debe refrendar el crecimiento que se ha vivido en nuestro país.

Jorge Vilda estará al mando de la selección. El técnico superó la gran crisis, con motín incluido, que se vivió en el interior de la selección en el inicio de esta temporada. La Federación le ratificó y se puso del lado de quien tiene la autoridad y no de quienes utilizaron la vía del chantaje para intentar controlar la selección española femenina. Luis Rubiales mandó un mensaje claro: aquí el que manda es el entrenador.

Han pasado algo más de cuatro meses después de que 15 futbolistas –muchas de las cuales eran las más relevantes y las mejores– mandaran un correo chantajeando a la Federación en el que pedían el cese de Jorge Vilda o en su caso no irían más con España (disfrazado por palabras de que la situación que se vivía les afecta «de forma importante» en su «estado emocional»). Ese chantaje no tuvo efecto, la Federación se mantuvo firme y España siguió su camino de preparación al Mundial con Vilda al frente. Y con muy buenos resultados en los amistosos.

Ahora cada vez se acerca más el momento del Mundial y las 15 futbolistas que renunciaron a jugar con España (la inmensa mayoría, jugadoras del Barcelona) no han conseguido nada. Al contrario, ven como la posibilidad de no ir al Mundial, sueño de toda futbolista, es cada vez más real. La selección sigue su camino y Vilda sigue en el cargo. Además el entrenador apela siempre al «diálogo» para superar una situación que durante muchas semanas fue un auténtico terremoto.

Jorge Vilda, seleccionador femenino, acompañado por Montsé Tomé, su segunda entrenadoraEFE

Dentro de ese proceso de «diálogo» y de intentar normalizar relaciones se puede entender la llamada de Vilda a Jenni Hermoso, que si bien no estuvo en la lista de las 15 jugadoras 'rebeldes' sí apoyó a estas compañeras de forma pública. Hermoso, que actualmente juega en el Pachuca mexicano pero que la temporada pasada lo hizo en el Barcelona, pidió el cese de Vilda, pero ahora va a la selección de Vilda porque así Vilda lo quiere.

No así las 15 jugadoras ya mencionadas y autoapartadas de forma voluntaria. Ellas siguen sin ir y el seleccionador, en la presentación de la convocatoria en la que sí está Hermoso (y las futbolistas que han ido formando la nueva España en los últimos meses), dejó varias frases que muestran que Vilda puede perdonar, pero no olvidar.

«Si fuera mañana el Mundial me iba con estas jugadoras», dijo el entrenador. Es decir, no hay espacio para esas 15 jugadoras que son mejores que otras 15 que van ahora convocadas –eso es indudable– pero que en palabras del propio Vilda «igual no es lo mejor ir con las que mejor juegan sino ir con otras de otras características». Estas son las dos primeras indirectas de un técnico crecido, sabedor de que sus jefes le han dado la autoridad que todo entrenador debe tener.

La tercera llegó después: «Son 25 jugadoras que sabemos que cumplen con lo que esperamos de una jugadora internacional: el compromiso incondicional con esta camiseta y la máxima ilusión». Más claro no puede estar, aunque no mencione a las 15 que se borraron. «Saben lo que es defender los valores de nuestra selección y los intereses de su país a nivel deportivo», añadió Vilda.

«No depende de mí. Nosotros y la Federación estamos abiertos siempre al diálogo», dijo sobre el regreso de las 15 futbolistas que se niegan a jugar con España por la simple razón de que el entrenador no les gusta. Otra indirecta más, aunque esta sí se entiende claramente que va dirigida a estas 15 jugadoras. O dan el paso de pedir perdón y hablar las cosas o no tendrán hueco en esta selección femenina.

Por último Vilda elogió a las que sí representan ahora a España, el mayor honor que cualquier futbolista puede tener. «Son jugadoras que transmiten pasión. Creo que no se le ha dado todo el valor y reconocimiento a lo que hicieron estas dos últimas concentraciones. Se han ganado el puesto y me transmiten muchísima ilusión», comentó. Eso es lo que le faltaba antes.