El titubeo de Alexia Putellas y por qué las 15 futbolistas que renunciaron a España no consiguen echar a Vilda
En Francia las principales jugadoras han logrado echar a su seleccionadora, deseo de las que 15 españolas que no logran conseguirlo aquí
Este 2023 es año de Mundial femenino y por tanto año para el lanzamiento definitivo de esta disciplina en todo el mundo. Allí estará España en una cita muy relevante para nuestra selección y que llegará tras el traumático proceso en el que 15 futbolistas españolas –la mayoría del Barcelona– renunciaron a jugar con España al seguir Jorge Vilda como seleccionador.
Entre esas futbolistas no está Alexia Putellas, con diferencia la mejor jugadora que hay en España y además reconocida como la mejor de todo el mundo. Putellas ha ganado el Balón de Oro y el The Best, los dos principales premios individuales, y ante ello España tiene un beneficio respecto al resto. Al Mundial que se disputará entre julio y agosto en Nueva Zelanda y Australia irá con la mejor jugadora de todo el mundo. Si es que va.
Dentro del proceso que vive la selección española femenina, con un enfrentamiento abierto entre estas 15 jugadoras por un lado y el seleccionador y la Federación por otro, Alexia Putellas nunca tomó partido de forma pública. Ella no estuvo en ningún momento en ese grupo de 15 que mandaron un correo electrónico en el que anunciaban su renuncia a la selección. No lo hizo principalmente porque no lo necesitaba: estaba lesionada de larga duración.
Putellas, todo un referente y el máximo exponente del crecimiento del fútbol femenino en España, no se moja pero va dejando mensajes no muy concluyentes. Es un titubeo continuo. Ni con vosotras ni sin vosotras. Cuando ganó el Balón de Oro no dedicó ni una sola palabra al combinado nacional, único caso de premiado/a que no hizo referencia a su país. Se ha mantenido al margen pero de vez en cuando muestra su disconformidad con que las 15 tuvieran que renunciar.
Ahora Putellas ha dicho en relación con este conflicto con la Federación que «no somos rebeldes», autointegrándose en ese grupo de 15 futbolistas, para después señalar que es «un problema entre las jugadoras y la Federación». Es decir, que el «problema» es de otras ajenas a ella, con las que sí se identifica.
Estas palabras se producen en un contexto cambiante en el fútbol femenino en el que las futbolistas de varios países han conseguido modificaciones que aquí en España no son capaces de lograr. En Canadá por ejemplo las futbolistas se pusieron en huelga para que les mejoraran las condiciones económicas y se igualaran a la selección masculina. Sin embargo el mayor caso ha ocurrido en Francia, donde las futbolistas más relevantes han logrado que la entrenadora caiga.
En el país vecino la capitana Wendie Renard y dos destacadas jugadoras, Marie-Antoinette Katoto y Kadidiatou Diani, anunciaron que no jugaban más con Francia por desavenencias con la seleccionadora Corinne Diacre, acusada de autoritarismo. La entrenadora tenía todo el apoyo de Noël Le Graët, presidente de la Federación, pero una vez que este cayó entre acusaciones de acoso sexual también acabó cayendo Diacre. Las jugadoras ganaron.
Por qué en España no triunfa la revuelta
¿Por qué eso no se repite en España? El caso es el mismo: futbolistas que renuncian a su selección porque no les gusta el entrenador/a. Principalmente porque aquí no hay un asunto de malos modales, acoso sexual y autoritarismo. Las 15 que renunciaron lo hicieron porque no aceptaban el modelo de juego de Vilda, no les gustaba su forma de entrenar y consideraban –de forma legítima y posiblemente con razón– que con el actual entrenador no se podía ya conseguir ningún éxito, que el ciclo estaba acabado. Era más un asunto de ego, un chantaje para elegir al entrenador. A muchas de esas 15 les funcionó en su club, el FC Barcelona, donde consiguieron echar a Lluis Cortés pese a que había ganado la Champions, la Liga y la Copa de la Reina.
Hay otro asunto principal. Aquí la principal futbolista, la que de verdad mueve a este deporte y es la mejor jugadora del mundo, no se llega a decantar. Alexia Putellas está del lado de esas 15 futbolistas que renunciaron a España, pero no se moja de forma pública ni alimenta tampoco que siga el enfrentamiento. Al contrario, sus declaraciones van siempre en la línea de intentar apaciguar un duelo futbolistas vs. seleccionador que explotó el pasado mes de septiembre. Y en Francia han sido las que mueven ese deporte quienes sí se posicionaron contra la entrenadora.
La revuelta en la selección española no fue por mejoras laborables o salariales sino por un asunto deportivo de malas maneras: no les gustaba el entrenador, quisieron echarle (como hicieron en Barcelona) y como no lo consiguieron utilizaron la vía del chantaje. El asunto es que esa renuncia mayoritaria no tuvo efecto.
Unida a esta última idea hay que señalar que esta demostrado que España ha funcionado muy bien sin las 15 que renunciaron. En su lugar entraron otras 15 (y alguna más) que jugaron muy bien, lograron buenos resultados y se identifican más con el proyecto de Vilda. Y si bien no se puede negar que las que no están son de las mejores de nuestro fútbol quienes las han sustituido han hecho un gran papel que al menos da esperanza para hacer un buen Mundial el próximo verano.