Dembélé se marcha al PSG
Dembélé, al PSG y adiós al Barça: fin al culebrón
El extremo francés abandona el Barcelona para irse al equipo parisino después de una traumática relación entre el jugador y el club
Ya es oficial: Ousmane Dembélé pone fin a su etapa en el Barcelona y se marcha al PSG por unos 50 millones de euros, una cifra muy por debajo de la que pagó el equipo catalán al Borussia Dortmund en 2017 para incorporar al extremo francés.
De esta forma, que no ha gustado nada al Barça, el equipo parisino se hace con uno de los jugadores con más desborde del fútbol europeo y que llega al PSG para reforzar un ataque que podría quedar muy debilitado en caso de que se marche Kylian Mbappé, quien sigue siendo el nombre propio del mercado de fichajes aunque sigue sin aclararse del todo cual va a ser su futuro.
Por su parte el Barcelona pierde uno de sus mejores hombres y tendrán que acudir al mercado a reforzarse en una posición con la que no contaban durante la planificación de la nueva temporada. El conjunto azulgrana pensó en todo momento que Dembelé seguiría siendo jugador suyo, pero la llamada del PSG y la gran oferta económica le han hecho optar por cambiar de aires.
Xavi además admitió que no le han gustado nada las formas de Dembélé para marcharse y ya pide a Joan Laporta refuerzos para esa posición. Sin embargo, no lo tendrán nada fácil, ya que apenas podrán utilizar parte de ese dinero para encontrar el sustituto, que presumiblemente tendrá que ser a coste cero o con alguna fórmula de cesión y compra la temporada que viene.
Ousmane Dembélé celebra un gol con el Barcelona
La marcha de Dembélé duele más a los culés en la forma en la que ocurre. Y es que defendieron al francés cuando la defensa era muy difícil. Ousmane es el futbolista al que hace año y medio se quería echar en el Camp Nou (pitado cada vez que tocaba el balón), hace un año se renovó y se le elevó a los altares. Y él responde con una huida casi agónica, que ha durado muchos días hasta que se ha hecho oficial.
El jugador que más se lesionaba, que no llegó a tener una regularidad y que le costó al Barça unos 150 millones de euros se va ahora por 50 (de los que no todos van a la entidad culé), por la puerta de atrás y al PSG, el equipo que en los despachos juega y hace lo que quiere con el club catalán.
