Campeonas del mundo: España gana el Mundial femenino y alcanza la mayor gloria del fútbol

España es campeona del mundo de fútbol. Sí, como en 2010. Tiene el mismo mérito y la misma gloria. El fútbol español vuelve a estar en la cima. Y lo consigue en categoría femenina, en aquello que era impensable hace unos meses. España es campeona del Mundial femenino. Es un éxito sin precedentes, un hito único en la historia del deporte español.

La victoria de la selección española ante Inglaterra (1-0) es un milagro futbolístico. Es un momento que será ya inolvidable toda vez que esta España se ha construido en poco tiempo, en menos de una década y creciendo donde antes no había nada. Y más después de un año durísimo con un motín que afortunadamente no triunfó. España es campeona del mundo. Celebrémoslo.

Con un gol clave de Olga Carmona en la primera parte (y aun fallando un penalti Hermoso en la segunda mitad), España consigue un triunfo espectacular, impensable y a la vez maravilloso. De todos los éxitos del deporte español en los últimos años este es el más impresionante. Por cómo se ha logrado y por lo que significa para el deporte femenino, que consigue el mayor logro en una etapa clave para su definitivo despegue.

Este es un éxito construido desde la renovación obligada por las 12 que no quisieron estar aquí, que utilizaron el chantaje para echar al seleccionador Vilda, que sale reforzadísimo y como cara del éxito. Por supuesto las jugadoras de este Mundial son heroínas, pero el entrenador tiene mucho mérito. El recital táctico que dio en esta final fue total. Primero porque dejó a Alexia Putellas en el banquillo. A toda una doble ganadora Balón de Oro, a la mejor del mundo. Pero es que Putellas por culpa de una maldita lesión no estaba para jugar. Y ya en la final le dio un baño enorme a Sarina Wiegman, seleccionadora inglesa, quien los que siguen el fútbol femenino en el día a día la colocaban como inmortal. Lo era y perdió ante Jorge Vilda.

Una gran final

El inicio fue frenético y de mucho ritmo. A la inglesa Daly le dio por avisar con un precioso disparo que pegó en el larguero. Se salvó España y la reacción fue perfecta: ocasión clarísima de Alba Redondo, que falló el gol que ya cantábamos. En el segundo palo se quedó mano a mano con la portera Earps, que le ganó el duelo.

La final era igualada y con ello el fútbol llamaba a las individualidades. Y ahí estaba Olga Carmona, que lo ha sido todo en este tramo final de Mundial. Titular, capitana y goleadora. Una futbolista no puede pedir más. La sevillana y jugadora del Real Madrid se convirtió en el faro por la banda derecha, alguien a la que siempre mirar para hacer algo diferente.

Apareció Carmona, rápida y letal. Entró al área y creyendo en sí misma se inventó un disparo cruzado para el 1-0. Alegría total al estar por delante en toda una final del Mundial.

Justo antes del descanso, en la última jugada de la primera parte, Salma Paralluelo mandó el balón al palo. Hubiera sido un impulso anímico tremendo, pero esta España juega con la cabeza y el corazón. Y esa mezcla hace que no se baje en ningún momento del encuentro.

De ahí que tras salir de vestuarios Mariona Caldentey rozara el segundo, pero Earps lo sacó con mérito. Tenía entonces ya España dominada totalmente a Inglaterra. El dominio era total y derivó en un penalti con suspense en el minuto 70. Mano de Walsh y penalti tras una larga revisión en el VAR. Con una presión enorme y con las inglesas utilizando todas las técnicas que el fútbol permite Jenni Hermoso falló la pena máxima.

Duro golpe, pero esta España se levanta ante todo. Y sufrió en los últimos 20 minutos, cómo no iba a sufrir en toda una final. Pero aguantó. Aguantó para lograr la mayor gloria del fútbol, para poner una estrella y para poner a este país en un estado general de felicidad. Todos a la calle, ¡España es campeona del mundo!