Jorge Vilda, destituido como entrenador de la selección femenina

La Federación Española de Fútbol (RFEF) ha comunicado este martes la destitución de Jorge Vilda como entrenador de la selección femenina. Campeón del mundo hace tan solo 16 días, Vilda abandona el equipo nacional después de días de muchas tensiones.

El madrileño ha sido fulminado de su cargo por Pedro Rocha, actual presidente de forma interina en la RFEF, tras una reunión esta mañana en la sede de la RFEF en Las Rozas. Rocha, que quiere desligarse de la etapa de Rubiales a pesar de haber sido su vicepresidente los cinco años, quiere un nuevo rumbo en la selección femenina.

Y ese rumbo pasa por la destitución de Vilda, el único entrenador campeón del mundo con España en categoría femenina. Vilda resistió al chantaje y renuncia de 15 de sus jugadoras hace un año, pero no ha podido continuar con la enorme presión social, política y deportiva que se ha originado tras el comportamiento de Rubiales en la final de ese Mundial.

Muy cercano al ya expresidente de la RFEF, Vilda ha tenido una etapa traumática al frente del combinado femenino especialmente en el último año y su forzada salida se entiende como un gesto de apoyo hacía las futbolistas. Todas ellas –las que ganaron el Mundial, las que renunciaron antes, las que jugaron hace años...– se negaron a seguir yendo con la selección si seguían «los actuales dirigentes». No nombraron a Vilda en ningún momento, pero sí estaba encima de la mesa como petición para la renovación total de la selección.

Jorge Vilda ha sido seleccionador desde 2015 y ha protagonizado muchas polémicas, pero también un crecimiento histórico del fútbol femenino. Entró a la Federación en la etapa de Ángel María Villar, ya que antes de ser entrenador del equipo absoluto dirigió a las selecciones sub-17 y sub-19. Sin embargo, el cambio en la presidencia de la RFEF en 2018 no le afectó y se convirtió en uno de los profesionales más cercanos a Luis Rubiales.

Tanto que el expresidente –suspendido por la FIFA– mantuvo al técnico en el cargo en los momentos más tensos, cuando 15 futbolistas renunciaron a la selección si seguía el propio Vilda. En los últimos días el ya exentrenador afeó el «comportamiento impropio» de Rubiales en esa final del Mundial, aunque nunca llegó a desligarse ni a poner su cargo a disposición de la RFEF, que sí fue lo que hizo todo su equipo técnico.

Sin renovación

Vilda había recibido (por sorpresa hasta de él mismo) una oferta de renovación de Rubiales por cuatro temporadas con un sueldo de medio millón de euros al año (cifra nunca vista en el fútbol femenino). Fue durante el polémico discurso que hizo ante la Asamblea de la Federación y como la FIFA le suspendió al día siguiente no se llegó a materializar.

Con Pedro Rocha al frente de la RFEF, esa oferta no estaba. Al contrario, se le quiso destituir desde el inicio, aunque se esperó a una reunión, que es la que se ha celebrado este martes. Como tenía contrato hasta 2024, la Federación ha tenido que destituirle y negociar el finiquito que le corresponde.