Los ultras del Sevilla no perdonan a Sergio Ramos y arremeten contra su directiva por el fichaje

Cabreo enorme en Biris Norte, el grupo radical con gran importancia e influencia en el Sevilla, por el fichaje de Sergio Ramos. Esta parte de la afición arremete contra la directiva por la contratación del defensa, abiertamente enfrentado con este sector en sus años como futbolista del Real Madrid.

En un comunicado, Biris expresa «nuestro rechazo a quienes propusieron este fichaje» –que es la directiva, con la que llevan meses enfrentados– por un fichaje que «supone una falta de respeto a los valores que nos han hecho grandes, a los símbolos y leyendas que han defendido nuestro escudo».

El grupo ultra del Sevilla, que no sería noticia si no fuera por la gran importancia que tienen en el Sánchez Pijzuán, añaden que la vuelta de Sergio Ramos es también una falta de respeto «a los miles de sevillistas que han sufrido los desprecios de este jugador en el pasado».

Así, piden al resto de la afición «tener memoria y orgullo, analizar la situación y sacar cada uno sus propias conclusiones». No anuncian ninguna decisión (quejas, huelgas de animación...) y se limitan a expresar su rechazo y decirle al resto del sevillismo «que sepa estar a la altura de lo que es el Sevilla».

«Pensamos que este fichaje beneficia más a los intereses de unos directivos que ni entienden, ni comprenden lo que hace grande al Sevilla FC y que solo miran por sus intereses personales y/o económicos», añaden en un comunicado.

El enfrentamiento entre Biris Norte y Sergio Ramos viene de lejos. Todo ello se originó cuando en 2005 el jugador se fue al Real Madrid y José María del Nido, entonces presidente del club hispalense, inició una campaña mediática acusando al jugador de dejarles tirados y de no hacer bien las cosas en el traspaso.

Más allá de eso, y con continuos insultos a Ramos por parte del grupo ultra sevillista, el apogeo del enfrentamiento se vivió en 2017 cuando el jugador marcó un gol de penalti en el Pizjuán, miró a esa grada que está en el fondo norte y se encaró con estos hinchas. Se señaló el nombre de su camiseta y se puso las manos a las orejas. A Ramos le dolía (y mucho) que ese grupo le insultara a él y a su familia de forma grave cada vez que podía. Para que quedara claro que solo se dirigía a los ultras, a continuación pidió perdón al resto de la grada de Pizjuán. Pero el lío fue grande.

Seis años después de ese incidente –el más grande de todos los que hubo– Sergio Ramos ha fichado por el Sevilla en uno de los movimientos más sorprendentes en el fútbol en muchos años. Vuelve pidiendo perdón «por cosas y gestos» que hizo en el pasado, en el que incluye el mencionado en 2017. «Creo que he cometido errores y quiero aprovechar también la oportunidad para disculparme en primera persona y pedir perdón a cualquier sevillista que se haya sentido ofendido por cosas y gestos que pude hacer en su momento», explicó en un vídeo anunciando su fichaje.