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Montse Tomé (izq.), con Alexia Putellas (dcha.) en un entrenamiento de la selección

Montse Tomé (izq.), con Alexia Putellas (dcha.) en un entrenamiento de la selecciónEFE

Las futbolistas que renunciaron a España no se conforman: querían a otro entrenador y no a Tomé

Montse Tomé es una mujer de fútbol de toda la vida. Jugadora profesional varios años (llegó a militar en el Barça, el mejor equipo de España), este martes asumió el cargo de entrenadora de la selección española femenina en medio del terremoto que supuso el comportamiento de Rubiales. Echaron a Vilda por ello y Tomé asume el cargo. Es la primera mujer en llegar a ese puesto.

Pese a que es una mujer, una persona muy vinculada al fútbol y reconocida en el ámbito del deporte femenino, a las jugadoras que renunciaron a España (la selección) no les llega a convencer del todo este cambio. Tal y como ha conocido El Debate, no es que se opongan al nombramiento, pero no les llega a seducir.

Cabe recordar que después de que Luis Rubiales diera su polémico discurso ante la Asamblea de la Federación todas las futbolistas renunciaron a ir a la selección. Todas eran todas. Las 23 jugadoras que ganaron el Mundial, pero también las que renunciaron previamente (por otros asuntos, en ese caso para echar a Vilda), las que fueron a los dos Mundiales anteriores (2015 y 2019) y otras figuras fundamentales en el progreso del fútbol femenino.

Su renuncia era «si continúan los actuales dirigentes» y la realidad es que esos «dirigentes» si se refiere a Rubiales ya ha cambiado, pero quienes se han quedado son los que estaban con él. Pedro Rocha, actual presidente, fue su vicepresidente los cinco años. Eso sí, Rocha todo lo que ha hecho hasta ahora es soltar amarras con su predecesor, ir cambiando el mecanismo de la selección. No lo han ocultado: la destitución de Vilda y el fichaje de Tomé «responde a las medidas de regeneración».

El manteo de las futbolistas campeonas del mundo a Jorge Vilda

El manteo de las futbolistas campeonas del mundo a Jorge VildaEFE

Sin embargo, en el núcleo de las futbolistas que renunciaron a la selección –especialmente de aquellas que lo hicieron hace un año, por motivos ajenos al caso Rubiales– no convence el cambio. Recuerdan que Montse Tomé era la número 2 de Vilda, segunda entrenadora de la selección, y por lo tanto también responsable de que ellas renunciaran. Y existe otra opinión que se centra en lo que hizo la nueva seleccionadora en la Asamblea: también aplaudió a Rubiales.

Estas futbolistas pedían un cambio mayor. Realmente solicitaban elegir ellas al nuevo entrenador, controlar ese mecanismo que solo depende de la Federación. Lo lograron con el Barça –echaron al entrenador Lluís Cortés porque no les gustaba– y eso querían también para España. El Mundial conseguido en Australia les quitó la razón: con Vilda claro que se podía ganar y es al fin y al cabo el técnico campeón del mundo. Su adiós no tiene argumento deportivo, es simplemente para no dejar un gran rastro de la época de Rubiales.

Festejos... a medias

Que echen a Vilda lo han celebrado bien. Especialmente aquellas que más ganas le tenían, ejemplo claro de Vero Boquete, pionera del fútbol femenino español, mundialista en 2015 y la primera gran jugadora española con nivel internacional. Champagne en mano festejó que echaran al campeón del mundo.

Pero no les vale solo eso. Las futbolistas que renunciaron quieren más cambios. Oficialmente argumentan que se necesita más profesionalidad, mejores condiciones en las concentraciones. El significado de esas peticiones son otras: controlar toda la estructura de la selección femenina, tener a un entrenador de su agrado y que no haya rastro de la época de Rubiales en un aspecto algo vengativo, especialmente de aquellas que renunciaron hace un año.

Así, a estas futbolistas no les llega a convencer el cambio de Vilda por Tomé, que ha sido la mano derecha del anterior seleccionador todos estos años. El nombre de Luis Sánchez Vera, actual entrenador del Levante, era el que de forma interna ponían las jugadoras para que asumiera el banquillo de España. Tienen en general buena relación con él.

Pese a que consideran que el cambio es continuista y ellas esperaban una modificación más notoria, no se espera que vayan a boicotear a la selección y que sí estén disponible para los dos próximos partidos de España. Estos duelos se jugarán el 22 y el 26 de septiembre ante Suecia y Suiza y unos días antes –la próxima semana– Tomé tiene que dar su primera convocatoria.

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