Fundado en 1910

El busto de la discordia: por la presencia de este homenaje a Soleimani el equipo de Benzema no jugó un partidoAFP

El equipo de Benzema se niega a jugar un partido en Irán al haber un busto de un militar asesinado por EE.UU.

El Al Ittihad de Arabia Saudí ni saltó al campo al ver que el equipo iraní al que se tenía que enfrentar colocó un busto del general Qasem Soleimaní, muerto en un ataque aéreo de Estados Unidos

El Al Ittihad de Arabia Saudí, equipo en el que milita el Karim Benzema, se ha negado a jugar un partido de fútbol de la Champions asiática al colocar el club al que se enfrentaba un busto del general Qasem Soleimaní, muerto en un ataque aéreo de Estados Unidos.

El hecho ocurrió en Irán, país al que viajó el equipo de Benzema para enfrentarse en un encuentro de la Liga de Campeones de Asia. El Al Ittihad tenía que enfrentarse al Sepahan, pero nunca llegó a hacerlo al percatarse de que habían colocado ese busto a la entrada del campo, en la salida de vestuarios. Así, el duelo fue suspendido debido a «circunstancias inesperadas y que no fueron anticipadas».

Los jugadores del equipo saudí ni siquiera llegaron a entrar en el estadio Naghsh-e Jahan de la ciudad iraní de Isfahan, donde esperaban unos 60.000 espectadores que se tuvieron que ir a casa porque fútbol no vieron. Tras más de 30 minutos de retraso el arbitro decidió cancelar el encuentro.

«Es simplemente un partido de fútbol y la presencia de ese busto es del todo inapropiada», dijo un responsable del equipo saudí de Benzema a la Agencia AFP. Tras más de 30 minutos de retraso el arbitro decidió cancelar el encuentro.

Ese busto era de del militar Qasem Soleimaní, exgeneral al frente de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), quien fue asesinado hace tres años por Estados Unidos en Irak. Estaba considerado como el arquitecto de la estrategia iraní en Oriente Medio.

Una tensa relación

Irán y Arabia Saudí acordaron en marzo la normalización de sus relaciones diplomáticas, rotas desde 2016 tras los ataques sufridos en sus sedes diplomáticas a raíz de la ejecución en el reino árabe de un importante clérigo chií. Durante todos esos años, los equipos saudíes e iraníes jugaron en el suelo de terceros países, algo que había llegado a su fin para alegría de los aficionados al fútbol de la región.

Irán, con una población mayoritariamente chiita, y Arabia Saudita, esencialmente sunita, mantuvieron unas tensas relaciones en las últimas décadas y apoyaron a actores enfrentados en conflictos regionales, como en Yemen.