El constante vaivén de Álvaro Morata y su imparable presente
Morata está haciendo la temporada de su vida, siendo uno de los delanteros más en forma del mundo
Las razones por las que hay un solo futbolista español entre los 30 mejores del mundo
Altos y bajos. Eso es lo que ha definido la carrera de Álvaro Morata, como una constante, adquirida por nacimiento. Madrid, Turín, Madrid, Londres, Madrid, Turín y Madrid. Tres ciudades y cinco clubes que han sabido dar buena cuenta de sus momentos álgidos, que parecían alzarle al cielo, y las caídas, dolorosos tramos de mal juego y pocos goles, condenándole al ostracismo.
Ahora, Morata vive uno de sus puntos más altos, la cumbre quizás, una desconocida hasta ahora para él. Pocos delanteros en la totalidad de Europa están teniendo una temporada mejor que él, si es que hay alguno.
Siete goles en 10 partidos de liga, solo por detrás de Jude Bellingham. Cinco goles en cuatro partidos de Champions League, más que cualquier otro. Capitán de la selección española, con cuatro goles en cinco partidos de clasificación para la próxima Eurocopa.
Morata, a lo largo de su carrera, ha movido 215 millones de euros, una cifra superlativa, propia de un jugador histórico, quedándose cerca del top-3 histórico en lo que a mover dinero se refiere: Cristiano Ronaldo, Neymar Jr. y Romelu Lukaku.
Morata lleva un promedio de goles mejor que el de Haaland la temporada pasada
Para contextualizar en datos lo que está siendo la temporada de Álvaro Morata de cara a puerta: en la liga española está promediando un gol cada 105 minutos, un promedio de 0,7 goles por partido; si nos vamos hasta la Champions, los registros son asombrosos, con un gol cada 68 minutos, 1,3 goles por partido. Por comparar, la temporada anterior de Erling Haaland en Champions, histórica, finalizó con unos registros de un gol cada 70 minutos, 1,1 por partido. El récord histórico de goles en una campaña europea lo posee Cristiano Ronaldo, con 17 goles en 11 partidos en la 13/14, unos promedios de gol cada 58 minutos y 1,5 por partido.
Morata está en esa frontera, difícilmente perdurable a lo largo de la temporada, pero este inicio no se lo quita nadie. Tanto con Simeone en el Atlético, como con Luis de la Fuente en la selección, se está mostrando cómodo, confiado, temible de cara a puerta.
Sigue cayendo más veces en fuera de juego de lo que a él mismo le gustaría, pero a su eterna amenaza por arriba, atacando centros laterales, imponiéndose por alto, está añadiendo una mayor variedad de definiciones por raso: al primer toque, en carrera, buscando la espalda del defensor. Su sociedad con Antoine Griezmann es excepcional. El francés crea juego, lleva al equipo arriba, genera ocasiones; el español las transforma, estira la defensa rival y crea espacios para sus compañeros.
El Atlético de Madrid no solo atraviesa su temporada más goleadora de la era Simeone, con 38 tantos en 15 partidos y un promedio de 2,53, sino que va más allá, logrando datos que la institución no había visto desde la lejanísima temporada 1955-56 (2,57), tiempos incomparables con el fútbol moderno.
Un líder en la selección
A nadie, y especialmente a Morata, se le escapa que el epílogo de esta temporada será la Eurocopa en Alemania. Ahí, Álvaro llegará como el capitán y delantero titular de una España que viene jugando bien y que, imperiosamente, necesita referencias ofensivas. Líderes. Si el jugador del Atlético Madrid mantiene registros y confianza, llegará a ese torneo como uno de los jugadores donde la selección depositará confianzas.
Con 31 años, Morata todavía está a tiempo de redefinir el legado de su carrera. Aquejado siempre de ser capaz de lo mejor y lo peor, la esperanza ahora es mantenerse siempre en un rendimiento óptimo. No alcanzar picos de extraterrestres como Haaland o Cristiano, sino saber cuáles son sus puntos fuertes, aprovecharlos y dar siempre un nivel que sea aprovechable para el equipo. Una nueva constante.