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Rubiales utiliza el número de su expediente, el 155, en su petición de archivarlo: «Coincidencia caprichosa»

El expresidente de la RFEF pide al TAD el archivo de su expediente en el que se solicita su inhabilitación por ser una petición «arbitraria» e «injustificada»

Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha solicitado el archivo y sobreseimiento del expediente abierto por el Tribunal Administrativo del Deporte (TAD), que propuso una sanción de tres años de inhabilitación por el beso a Jenni Hermoso y su actuación en el palco tras la final del Mundial femenino.

Así reza en el escrito de alegaciones, de 18 páginas y al que ha tenido acceso Europa Press, presentado este lunes por Luis Rubiales ante el TAD tras la propuesta de dos sanciones, cada una de un año y seis meses, por considerar sendas actuaciones como infracciones graves por la Ley del Deporte y la legislación de disciplina deportiva.

Dichas sanciones «no se corresponden», según la defensa de Rubiales, con lo razonado en el resto del texto de la propuesta de resolución sino que aparecen «desconectadas» y proyectan una petición «arbitraria» e «injustificada». En este sentido, considera que la sanción debería ser de un apercibimiento, multa o inhabilitación de tres o de seis meses.

En el escrito, el expresidente de la RFEF lamenta que el TAD solicitara, a pesar de considerar que los hechos eran «notorios» y «públicos» un informe al CSD, que recoge una «mera recopilación de artículos de prensa», pero no el impacto en las redes sociales, con lo que confiesa su «permeabilidad» e «influencia» por parte de la presión mediática y los poderes políticos.

El 155

Dentro del texto con el que solicita este archivo, es curiosa la parte en la que Rubiales hace una relación entre su número de expediente, el 155, con el artículo de la Constitución que aplicó el Gobierno en 2017 en Cataluña tras la declaración ilegal de independencia. Rubiales ve en esto una «coincidencia caprichosa».

«Es evidente que no se pueden hacer paralelismos entre mi caso y la significancia y relevancia política que ha tenido hace unos años ese número, el 155. Pero sí viene a (...) que vivimos en un Estado de Derecho y no es razonable torcer la interpretación legal para tratar de amparar una sanción extremadamente injusta y desproporcionada», explica el expresidente de la Federación.

El polémico beso entre Rubiales y Jenni HermosoGTRES

Además Luis Rubiales anuncia que, en el caso de que la sanción tenga por base la «arbitrariedad», «permeabilidad» y «ausencia de objetividad legal y tipificación», le están «sirviendo en bandeja» acudir a la jurisdicción penal. «Que es lo que ya les anuncio que haré en caso de que se consume una sanción por estos hechos», adelanta.

Rubiales subrayó que tanto el acuerdo de incoación como la propuesta de resolución destacan que queda «extramuros del ámbito disciplinario deportivo el carácter consentido o no del beso», por lo que las noticias aparecidas en el informe que se refieren a 'beso forzado', 'impuesto', 'no solicitado', 'no deseado' o 'robado' no podrían, a su juicio, ser tomadas en consideración.

«El fugaz beso (no en la boca sino) en los labios fue consentido y quien diga lo contrario está faltando a la verdad. Todo lo expuesto por mí hasta la fecha ha sido mi única versión y así será. Las pruebas visuales, conductuales, incluso las declaraciones espontáneas de ambas partes tras lo sucedido así lo indican», reitera Rubiales, que considera que ha habido una «teatralización bestial», una «demagogia brutal» y un «linchamiento» por varios factores: «Uno, que cometí un error. Dos, que iban a por mí desde hace tiempo. Tres, que le vino muy bien a algún sector radicalizado de la política española. Cuatro, que este asunto constituía, sin duda, un filón mediático».

El gesto a Vilda

Por otro lado, censura y califica como «gravísima» la filtración «malintencionada» de la propuesta de sanción de tres años por algún miembro del TAD a la prensa, generándole «un juicio público paralelo» y una «total indefensión», y recordó que las sanciones de deportistas o entrenadores «por agarrarse la entrepierna» nunca han pasado de un «tirón de orejas» como un partido de sanción o una multa económica.

Admite que el gesto de tocarse los genitales en el palco fue un «acto soez», «inapropiado» y «ordinario», pero reiteró que iba dirigido al seleccionador nacional, Jorge Vilda, quien «había sufrido mucho por un chantaje de quienes ahora están aprovechando para sacar réditos y ejecutar una dulce venganza con la falsa excusa de 'Ganar en derechos'».

En dicho escrito, argumenta que ni este gesto ni el del beso a Jenni Hermoso «son contrarios a la dignidad y decoro deportivos», y que en el caso del primero «no es machista» y que un apercibimiento podría ser una sanción «incluso dura», pero que «puede resultar admisible y justa».