Bryan Zaragoza y otros jugadores que abandonan el fútbol español para jugar en el extranjero

Bryan Zaragoza, jugador español de 22 años que milita en el Granada, ha firmado por el Bayern Múnich para el próximo verano. En un traspaso que ronda los 13 millones de euros, el extremo, que ya ha sido convocado con la selección absoluta de España, abandona el club que le formó, y con el que apenas supera los 50 partidos oficiales disputados, para irse al gigante alemán.

Es solo otro paso más en el éxodo de talento que está viviendo el fútbol español. Sonado es el caso de Gabri Veiga este pasado verano: el canterano del Celta quería abandonar su club de infancia, estuvo a punto de recalar en el Nápoles y acabó en el Al-Ahli de Arabia Saudí.

Ansu Fati, que a pesar de que ya lleva varios años en el ojo mediático apenas cuenta con 21 primaveras, dejó el Barcelona para marcharse al Brighton. Son solo algunos casos de jóvenes promesas que prefieren desarrollar su carrera en el extranjero en vez de en suelo español.

Irse de España sin debutar

Dani Olmo, actual jugador del RB Leipzig y habitual en las convocatorias de España, nunca llegó a jugar un partido oficial con un club nacional. Abandonó las categorías inferiores del Barcelona para marcharse a Croacia, al Dinamo Zagreb, donde debutó, destacó y llamó la atención de su actual equipo que le fichó.

David Raya, actual portero titular del Arsenal, se formó en las categorías inferiores del U.E Cornellà, pero con apenas 17 años se marchó a Inglaterra. Blackburn Rovers, Southport, Brentford y, desde el pasado verano, Arsenal. Caso similar para otro guardameta español: Robert Sánchez. Formado entre Cartagena y Levante, con apenas 15 años se marchó al Brighton inglés. Pasó temporadas cedido en los modestos Forest Green Rovers y Rochdale antes de debutar con el Brighton y, el pasado verano, marcharse al Chelsea.

Alejandro Grimaldo, uno de los laterales de moda en Europa, abandonó el Barça ante la falta de oportunidades para marcharse al Benfica portugués. Tras ocho temporadas en el club lisboeta, este verano firmó por el Bayer Leverkusen de Xabi Alonso.

La lista sin fronteras de De la Fuente

En la última convocatoria que hizo el seleccionador Luis de la Fuente, cinco jugadores militaban fuera de nuestras fronteras: Rodri Hernández (Manchester City), Pau Torres (Aston Villa), David Raya (Arsenal), Alejandro Grimaldo (Bayer Leverkusen) y Fabián Ruiz (PSG).

Más todos los que pudo llamar y no hizo, ya fuese por decisión técnica o molestias físicas: Robert Sánchez (Chelsea), Pedro Porro (Tottenham), Marc Cucurella (Chelsea), Aymeric Laporte (Al Nassr), Carlos Soler y Marco Asensio (PSG), Dani Olmo (RB Leipzig), Ansu Fati (Brighton), Thiago Alcántara (Liverpool) o Pablo Fornals (West Ham).

De la última lista de España en categoría sub-21, una edad en la que es raro militar lejos de tu país, el seleccionador Santi Denia llamó a dos jugadores que están en el extranjero: Hugo Novoa (Utrecht) y Gabri Veiga (Al Ahli). Stefan Bajcetic (Liverpool), habitual en las convocatorias, se quedó fuera por lesión.

Músculo económico en el extranjero

Hay numerosas lecturas sobre esta progresiva migración del jugador español. El reparto de derechos televisivos ha dejado a la liga española por detrás, económicamente, de otras. Es imposible competir contra el músculo económico que representa la Premier League, la liga saudí o gigantes como el PSG.

Además, el entrenador español, muy cotizado en el extranjero, es habitual que opte por llevarse a sus equipos a futbolistas españoles. Ya sea porque les conoce de etapas anteriores o porque cree más fácil hacerles llegar su mensaje. Luis Enrique en París tiene a cuatro españoles (Arnau Tenas, Asensio, Fabián y Soler), Guardiola en Manchester a dos (Rodri y Sergio Gómez) o Emery en su Aston Villa a otros dos (Pau y Álex Moreno).

Si a este cóctel se le suma la apuesta de grandes equipos extranjeros por el talento joven español, como ha hecho ahora el Bayern llevándose a Bryan Zaragoza anticipándose a Atlético, Barça o Real Madrid, el resultado es este continuo proceso en el que el talento joven abandona nuestras fronteras.

Casos como el Athletic Club y la Real Sociedad, que construyen sus equipos con quienes salen de sus categorías formativas, a quienes logran retener, son cada vez más excepción y menos norma de este fútbol cambiante y movedizo.