Resumen del 2023 en el deporte (I)  El enorme éxito del Mundial femenino que derivó en un terremoto social y el adiós de Rubiales

Oculto por el beso más polémico del año, España ganó un Mundial de fútbol este 2023. Sí, se habló menos del éxito deportivo que de lo que pasó después, pero el Mundial logrado por 23 jugadores y un cuerpo técnico que superó un chantaje nunca visto en la élite.

El Debate inicia este lunes una serie de 14 artículos, hasta final de año, en los que repasamos los grandes eventos deportivos de este 2023 tanto a nivel nacional como a nivel internacional. Y empezamos con el gran éxito del fútbol español este año, la corona en el fútbol femenino, algo impensable hasta el día que ocurrió y las consecuencias que eso supuso, porque de la mayor alegría posible se derivó un terremoto deportivo, social y mediático.

20 de agosto. Sídney. España, por sorpresa, llega a la final del Mundial de fútbol femenino. No entraba en los planes de nadie y mucho menos tras el traumático camino que había derivado en ese torneo, con 15 jugadoras renunciando a España para conseguir –sin éxito– que echaran a Jorge Vilda, seleccionador nacional. Tres de ellas (Mariona Caldentey, Aitana Bonmatí y Ona Batlle) acabaron cediendo y yendo al Mundial.

Ese domingo caluroso de agosto España volvió a sentir lo que era una final de un Mundial. 13 años del anterior se volvieron a colocar pantallas gigantes y la gente, con el triunfo, se echó a la calle para celebrar un hito histórico. España derrotó 1-0 a Inglaterra con el ya inolvidable gol de Olga Carmona (la heroína que ese mismo día había perdido a su padre) y 23 jugadoras se convirtieron ya en leyenda del fútbol y deporte español. Es este el mayor éxito del deporte español en este 2023.

Para llegar a esa final, además del ya dificilísimo comentado camino hasta el Mundial, España derrotó a Zambia y Costa Rica en primera ronda, pero cayó goleada ante Japón, lo que elevó las críticas con toda la gente que tenía ganas a Jorge Vilda ya frotándose las manos. Sin embargo, para fortuna de todos, la selección goleó a Suiza en octavos, derrotó a Países Bajos en la prórroga en cuartos y eliminó a Suecia en semifinales. En la final la victoria ante Inglaterra acabó con el caso más sonado y polémico del año.

El terremoto del beso

En la ceremonia de premiación Luis Rubiales se desató de forma zafia y obscena primero tocándose los genitales en el palco y al lado de la Reina Letizia y después con el famoso beso, a su juicio consentido y entre dos amigos, a juicio de Jenni Hermoso, la futbolista que lo recibió, sin consentimiento y caso de agresión sexual.

Ese día cambió el fútbol español. Lo que era un éxito enorme del que el propio Rubiales tenía mucha culpa acabó con el presidente de la RFEF suspendido por la FIFA. El beso desató un terremoto social en España y abrió un caso ahora judicializado en la Audiencia Nacional.

La Federación entró en ebullición cuando Rubiales hizo un discurso esperpéntico (el famoso del «no voy a dimitir, no voy a dimitir, no voy a dimitir...»), palabras que acabarían con él ya que fue entonces la FIFA cuando actuó contra él y cuando Hermoso, cinco días después del beso, denunció públicamente que se había sentido víctima de una agresión sexual. Antes Jenni, ahora mujer muy influyente y hasta el Mundial prácticamente desconocida, había celebrado como todas el Mundial, había quitado interés y gravedad a ese beso y había estado varios días en Ibiza con total felicidad.

Rubiales acabó dimitiendo ya acorralado por todos los estamentos del fútbol y la Federación entró en una época de interinidad presidida por Pedro Rocha, su número dos que ha intentado en estos meses alejarse del que era su jefe.

Y la selección femenina siguió ganando pero protagonizó otro chantaje sin precedentes con prácticamente todas las futbolistas negándose a jugar, con una nueva seleccionadora (Montse Tomé) que aun así las convocó y con aquella eterna madrugada en Valencia, previo show mediático, en la que intervino el Gobierno y se llegó a un acuerdo interesado entre ambas partes en las que se cumplieron las peticiones de unas jugadoras que buscaron venganza hasta el final.

Así, de lo que menos se habló fue del Mundial conseguido, un éxito sin precedentes en el deporte español femenino que además de la dificultad que conllevó supone también un espaldarazo –el mayor posible– a que a partir de ahora los deportes femeninos sean más visibles y más practicados desde los primeros años de práctica. Sí, España ganó un Mundial femenino aunque quedara sepultado ante tantas polémicas.