Ancelotti, dos años más de lealtad y éxitos en el Madrid y una renovación marcada por la fidelidad
En el club están encantados con él y él está feliz de seguir en el club; esta es la historia de una confianza: el técnico sigue hasta 2026
La columna de Tomás Guasch: Ancelotti ya entrena a Brasil
La historia de Carlo Ancelotti con el Real Madrid es –además de exitosa– cuanto menos curiosa. Hablamos de un técnico que ya con ganar la 10ª Copa de Europa (2014) entró en la historia del club, pero que un año después (2015) se fue por la puerta de atrás tras hacer una mala temporada. Ancelotti, ya después de su marcha, era un entrenador más en el club blanco, con su nombre escrito al ganar la Champions, pero sin ir más allá (Heynckes, por ejemplo, también la ganó, la 7ª, y pocos le recuerdan).
Seis años después de que se fuera del Real Madrid, y tras ir en clara decadencia en su carrera, Ancelotti encontró un regalo en forma de llamada. El italiano olió perfectamente la situación cuando Zidane pegó la espantada y en el club blanco estaban sin entrenador. Llamó a José Ángel Sánchez, director general, y le preguntó por algún jugador para el Everton, equipo inglés al que dirigía. Hablamos de un Ancelotti que estaba en un club que peleaba por la salvación en la Premier.
Una respuesta que cambia la historia
En esa llamada, Ancelotti fue claro: vio que estaban buscando un entrenador y le dijo que «el Madrid necesita a uno de los mejores, que si tenían ya sustituto». José Ángel le contestó que no y su respuesta es ya historia: «Pues ya lo tenéis». Según el italiano, horas después le llamó Florentino Pérez y se acordó rápidamente su vuelta al Real Madrid.
Y esa respuesta es historia porque ha derivado en otra Copa de Europa (y qué Copa de Europa, la de las remontadas, 2022) y en todos los títulos ganados en dos temporadas. En ese 2021 firmó por tres años, se cumplían en 2024 y tras una rápida y fácil negociación sumará dos años más y estará hasta 2026.
La renovación de Ancelotti, confirmada este viernes, es la historia de una fidelidad por ambas partes. El Debate ha ido contando como el entrenador tuvo claro desde siempre que si el Real Madrid le ofrecía la renovación él la aceptaba al instante. Lo de Brasil era un deseo más de esa federación que de él y no había nada firmado. Y el Manchester United también le tentó con mucho dinero, pero él se quería quedar en el Madrid si así la entidad española lo quería.
Y el Real Madrid lo quería. En el club se tuvo claro ya en la última quincena de diciembre que no había mejor entrenador para el actual proyecto y para el que viene en el corto plazo. Ancelotti se ha adaptado a los cambios que pide la entidad, que pasa por una modernización de la estructura y de la forma de afrontar el día a día. Confían plenamente en Carlo, que lo único que había pedido era dejar más o menos seguro su futuro antes del cambio de año. Y así ha sido. En poco tiempo se cerró esta renovación.
Si cumple este nuevo contrato de forma íntegra –no hay porque pensar que no será así a tenor de la actual experiencia– habrá dirigido siete temporadas en el Santiago Bernabéu, todo un éxito y muy difícil de conseguir en una entidad de tanta exigencia. Si sigue el ritmo de títulos se convertirá en el más laureado de la historia ya que está a tan solo uno de Zinedine Zidane y a cuatro de Miguel Muñoz. Es el entrenador con mejor porcentaje de victorias del club y tiene las estadísticas a su favor.
Transmite y da tranquilidad y paz
Esta historia de fidelidad, de una mutua confianza en la que el club está encantado con el entrenador y el entrenador encantado con el club, se forma también de la paz que transmite y traslada Ancelotti, un hombre tranquilo que no se mete en líos, que es leal a Florentino Pérez, su directiva y la entidad en general. Carlo da calma y pone a todos en su sitio, con los pies en el suelo y lo hace además de una forma educada sin saltarse ningún código del vestuario.
No por eso se le renueva, claro. Se le renueva porque es un hombre que trae victorias y títulos y que a su vez deja un legado en el club. Tampoco se mide solo los trofeos conseguidos, que son todos los posibles. También se tiene en cuenta que con Ancelotti todos los jugadores están contentos –también los que juegan menos– y que existe un gran ambiente en el vestuario madridista, difícil siempre de controlar.
De Ancelotti también hay que destacar que ha sacado al mejor Vinicius, uno de los jugadores más importantes ya del mundo, que sabe dirigir los últimos años de leyendas como Modric y Kroos, que hace que brillen jugadores clave para el futuro como Camavinga, Tchouaméni o Rodrygo, que ha sabido sobreponerse a la grave plaga de lesiones de este año, que tiene paciencia y sobre todo que ha convertido en Bellingham en el mejor jugador del mundo, en todo un símbolo ya para el club.
Del técnico italiano, que cuando inicie la próxima temporada lo hará ya con 65 años y no se toma la jubilación, se pueden destacar muchas cosas, pero una de las más premiadas es su lealtad al Real Madrid, que antepuso a cualquier otra oferta. Aunque él se niegue a aceptarlo, es una leyenda del club blanco. Y podrá seguir escribiendo su historia. Esta es una renovación lógica y más que merecida.