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Davide, a la derecha de la imagen, junto a su padre Carlo en el banquilloEFE

El triunfo callado de Davide Ancelotti, el subconsciente de Carlo

  • Es el entrenador en la sombra, el confidente de los jugadores, el hombre que dialoga individualmente con cada futbolista y le dice a su padre cómo están y cómo se sienten

  • Davide es un técnico moderno y le pide a Carlo que haga los cambios antes y aproveche el poderío físico que aporta realizar cinco sustituciones; sus debates en el banquillo son dos visiones de dos posibilidades distintas

Sus discusiones al borde del área son épicas. Davide le pide a Carlo que haga cambios a la hora de partido y el primer entrenador del Real Madrid prefiere esperar un poco más para ver cómo avanza el encuentro. Davide es un técnico moderno, que se ha forjado con esta opción de desarrollar cinco sustituciones que permite inyectar energía nueva en un equipo y dar la vuelta a una situación. Su padre ya ha asimilado que esta posibilidad es otro arma para ganar.

Antes le costaba, como le costó a Zidane, dos responsables que jugaron otro fútbol, el de dos relevos, sin tanta rotación. Ahora todo ha evolucionado mucho y la aportación del hijo es fundamental para Carletto y el Real Madrid. Los éxitos del conjunto blanco son también los de Davide, pero a la derecha del padre. En la sombra.

Quienes no conocen el caso pensarán que Davide se encuentra ahí por papá, enchufado, y ya está. Están muy equivocados. Los triunfos de Carlo son también de su hijo. Davide supo pronto que lo suyo era la dirección. Lleva 12 años trabajando al más alto nivel al lado de su padre. Fue preparador físico del PSG y del Real Madrid en la primera etapa de papá al frente del equipo blanco. A partir de entonces ya ejerció como segundo entrenador en el Bayern, en el Nápoles, en el Everton y ahora en la casa blanca, con la que ha ganado las dos Champions de la era Ancelotti.

Su bagaje internacional lo tienen muy pocos preparadores. Ha trabajado en Francia, en la Premier, en la Bundesliga y en España. Y ha sido muy importante en las grandes victorias del Real Madrid.

Ganarse al jugador

Tiene mucha culpa de la Champions de infarto conquistada hace dos años. Aconsejó a su padre que revolucionara al equipo inmediatamente en las tremendas eliminatorias frente al PSG, el Chelsea y el Manchester City, cuando todo estaba perdido. Recordamos las entradas al campo de Camavinga y Rodrygo en el minuto 55 y cómo los blancos remontaron resultados imposibles. Esas sustituciones raudas permitieron las tres proezas. Hoy, esa revolución está instaurada en la mente de su padre y los relevos se ejecutan cada vez más pronto.

Carlo Ancelotti y su hijo Davide, tras la victoria ante el Manchester City en 2022EFE

Pero Davide tiene otras misiones en la primera plantilla madridista. A sus 39 congenia bien con los futbolistas y especialmente con los jóvenes. Su carácter abierto le hace ser el hombre idóneo para dialogar individualmente con cada jugador, para infundirle confianza, para saber cómo está y lo que siente. Es su confidente. El responsable técnico que le explica su situación y lo que debe hacer para ser titular o recibir más minutos, un cometido que su padre remata para ser claro con cada profesional. Porque Carlo tiene una máxima: no engañar a un futbolista.

Davide sigue las líneas marcadas por el primer entrenador del plantel y lo que hace es inyectar moral al jugador. Llegar a él. Se gana al profesional y para eso hay que tener empatía con él y mucha paciencia.

Sus conocimientos tácticos, más su capacidad como preparador físico, le convierten en un entrenador muy completo para estar en un cuerpo técnico. Suma su quinta temporada en el Real Madrid y están contentos en la casa porque su nivel es alto y su visión del fútbol actual es una virtud fundamental. Trabajar en cuatro de las cinco grandes ligas le ha permitido valorar muy bien cómo se juega en Europa y cómo vencer al fútbol físico que se ha impuesto en el continente.

Aquí solo vale ganar

Carlo le consulta constantemente en los partidos para escuchar sus opiniones respecto a la estrategia y las variaciones tácticas. Discuten. Hay diversidad de criterios. Se complementan. Suman más juntos. Crecen técnicamente juntos.

Casado con la pintora sevillana Ana Galocha, su integración con España es absoluta. Al igual que su padre, este italiano nacido en Parma es un madrileño más. Conoce la idiosincrasia española y el fútbol español. Y ha entendido muy bien el ADN Real Madrid. Tiene asumido desde que llegó por primera vez a Valdebebas hace diez años que en este club solo vale ganar, el empate es una derrota.

Por eso, su idea del fútbol moderno es acertada y su mente piensa a toda velocidad para transformar los partidos con la introducción de cinco cambios que deben comenzar pronto con el fin de aportar velocidad y potencia cuando el rival empieza a decaer físicamente.

Davide tiene en la cabeza la ambición del Real Madrid. Su trabajo es silencioso, callado. Eficacia y discreción. El lema del Real Madrid lo lleva en el corazón.