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El Real Madrid levanta la Supercopa de España en el Al-Awwal Park de Riad

El Real Madrid levanta la Supercopa de España en el Al-Awwal Park de RiadEFE

Real Madrid 4-1 Barcelona

El Real Madrid machaca y golea al Barcelona con una exhibición de Vinicius para ganar la Supercopa de España

Con un hat-trick en 39 minutos, el brasileño se dio un festín ante un Barça en ruina; Lewandowski recortó distancias, pero este Madrid es mucho mejor: metió también Rodrygo para cerrar la goleada

El Real Madrid es mucho mejor equipo que el Barça. Muchísimo mejor. Y la final de la Supercopa de España en Arabia Saudí lo demostró. La goleada del conjunto de Ancelotti (4-1) se quedó hasta corta. El clásico tuvo un color muy blanco y el Madrid machacó a su máximo rival, al que indultó de una goleada mucho más abultada.

Cómo será la diferencia entre unos y otros que una victoria de tres goles y no llegar a la 'manita' se quedó corto para el Real Madrid. Pudo hacer mucho más daño. No quiso. Se conformó con el 4-1 con el que el equipo blanco gana la Supercopa de España, el primer título de la temporada. Es un trofeo menor que sirve para reflejar el actual estado de felicidad en el que tiene Ancelotti al Madrid y el de ruina al que ha llevado Xavi al Barça.

Fue la fiesta de Vinicius, que hizo una exhibición espectacular, la mayor de su carrera, en un partido tan relevante como un clásico y como una final. El brasileño desarboló la frágil defensa culé, una línea que no tiene nivel y que da unos regalos insultantes para cualquier aficionado azulgrana. Eso y la velocidad de un Vinicius crecidísimo provocó la fiesta madridista.

El primer gol, en el minuto 8, llegó tras un cara a cara con el portero Iñaki Peña al que Vinicius llegó por una exquisita asistencia de Bellingham. El inglés, por cierto, no destacó tanto y el Madrid aun así ganó de forma tranquila. Buen síntoma también para Ancelotti. Cuando Vini se quedó solo ante Peña, en vez de disparar optó por el regate, lo que hizo al gol más bonito. El portero culé acabó mareado con los movimientos de Vinicius.

Vinicius, en la celebración de uno de sus tres goles al Barça en la final de la Supercopa de España

Vinicius, en la celebración de uno de sus tres goles al Barça en la final de la Supercopa de EspañaAFP

Sin tiempo para descansar, y en el 10', un contraataque terminó con Rodrygo y Vinicius en paralelo. Goes se la cedió a su amigo, que remató a placer. 2-0 en un visto y no visto. La defensa culé, especialmente un horrible Araujo, no sabía ni hacer el fuera de juego. El Madrid bailaba al Barça.

Reaccionó el conjunto azulgrana bien, obligado por los dos golpes. Ferran se estrelló contra el palo y Lewandowski contra Lunin, seguro en todo momento, titular en esta final. El ucraniano es a día de hoy mejor (bastante mejor) que Kepa. Ancelotti confirmó que también jugará el derbi de Copa del próximo jueves.

Se equivocó Ancelotti cuando decidió dormir el partido y darle el balón al Barça. Se equivocó porque el Madrid se demostró a sí mismo que si aceleraba, si controlaba el duelo, dejaba a su rival KO. No lo hizo y el Barcelona se metió en la final con un buen gol de Lewandowski, que remató muy bien una jugada muerta en el área.

De poco le sirvió a Xavi, que se desgañitó en la banda cinco minutos después cuando el árbitro pitó un penalti muy claro de Araujo a Vinicius. Lo raro sería no pitar eso. El uruguayo estaba fuera del partido, ahogado por el éxtasis del brasileño. En un centro al área, y al ver que Vinicius remataba solo, Araujo le agarró del cuello y le desplazó. El penalti fue muy claro y el banquillo del Barça tuvo que escenificar la rabia. La pena máxima la anotó Vinicius, que completó un impresionante hat-trick en 39 minutos.

La celebración de Rodrygo en el cuarto gol del Real Madrid

La celebración de Rodrygo en el cuarto gol del Real MadridAFP

La diferencia entre este Madrid y Barça es alta. El Madrid es mucho mejor. Y eso lo saben los dos equipos. Los primeros 15 minutos de la segunda parte fueron a la basura, pero en cuanto el equipo blanco aceleró acabó por machacar a un Barça en ruinas. En su primera jugada de ataque de la segunda mitad –y justo tras los cambios de Xavi, que no valieron para nada– Rodrygo marcó el cuarto gol que finiquitó la final. El Barça atrás es una verbena y el Madrid disfrutó con ello.

Araujo acabó expulsado ante la incapacidad por detener a Vinicius, que le amargó su existencia en Riad. Casi que mejor para el Barça porque su central hizo un partido pésimo. Y el Madrid, que ya jugó entre olés del público saudí, no hizo sangre. Ese es el problema que siempre tiene el conjunto blanco: cuando puede hacer mucho daño, llegar a los cinco o más goles contra el Barça, no lo hace.

El Madrid perdona la 'manita'

Y eso que en este clásico no podemos decir que el Madrid jugara al 100 %. Con un 70 % le valió. Si el Madrid hubiera necesitado dos goles más (o tres) los hubiera marcado sin problemas. Pero no lo hizo, se relajó y se conformó con el 4-1. Brahim tuvo el quinto, Lunin evitó un tanto de Joao y no hubo ni tiempo añadido: el árbitro tampoco hizo sangre.

Goleada espectacular de un Real Madrid en estado de felicidad, todo lo contrario a lo que transmite Xavi en Barcelona. El 4-1 se queda corto, pero por supuesto le vale para que el equipo blanco consiga otro título, la 13ª Supercopa de España de su historia.

Ficha Técnica

Real Madrid 4: Lunin; Carvajal, Rüdiger, Nacho, Mendy; Tchouaméni, Fede Valverde (Ceballos, 86'), Kroos (Modric, 82'); Bellingham (Joselu, 86'), Rodrygo (Brahim, 77') y Vinicius (Camavinga, 82').

​Barcelona 1: Iñaki Peña; Araujo, Koundé, Christensen, Balde; De Jong, Gündongan; Sergi Roberto (Fermin, 61'), Pedri (Lamine Yamal, 61'), Ferran Torres (Joao Félix, 61'); y Lewandowski.

Goles: 1-0 Vinicius (7'). 2-0 Vinicius (10'). 2-1 Lewandowski (33'). 3-1 Vinicius (pen., 39'). 4-1 Rodrygo (64').
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