El Real Madrid, indignado con el triunfo del relato antimadridista
El club se sintió perjudicado ante Sevilla, Betis y dos veces frente al Atlético, en Liga y en Copa
La entidad subraya que la mayoría de los clubes calla con los pagos del Barcelona durante 20 años pero saltan si se ven perjudicados ante el Madrid
El Real Madrid alucina con la doble moral de Xavi Hernández y el Barcelona. Ahora resulta que el club que ha maniatado a los árbitros durante todo este siglo manifiesta que si no gana esta Liga es porque los colegiados ayudan al conjunto madrileño. Es la gran tergiversación de la historia, un relato antimadridista que cala en la mayoría de los equipos sin saber por qué.
¿Es envidia? Reflexionan en la casa blanca. Probablemente. Y la envidia es admiración. Pero eso no consuela, porque el relato literario del fútbol español es que los árbitros benefician al Real Madrid y es la mayor falacia que se puede escuchar.
La cúpula sita en Valdebebas está indignada. El Barcelona ha pagado al vicepresidente de los árbitros durante veinte años y la gran mayoría de los clubes no han dicho nada públicamente de esta enorme corrupción, una corrupción constante. Sin embargo, un arbitraje complicado en el Real Madrid-Almería es transformado inmediatamente por el antimadridismo mediático en un escándalo mil veces superior que esos pagos a Negreira organizado por una entidad, el Barcelona, durante muchos años .
Está doble barra de medir demuestra el control de los medios que tiene el Barcelona. Desde este domingo, las televisiones han cargado contra el Real Madrid por el arbitraje ante el Almería. Sin embargo, esos canales no hablan nada de la corrupción del Barcelona y de todos los escándalos que se filtran en el caso del BarçaGate y Negreira.
El Real Madrid no se sorprende de nada desde hace décadas, porque ha visto de todo, pero alucina con esta diferente interpretación que desnuda a muchos medios televisivos, escritos y radiofónicos. Admite la casa blanca que triunfa el relato antimadridista, que no puede frenarlo, que no puede hacer nada ante este antimadridismo biológico que, es verdad, es envidia, pero eso no soluciona nada. El mensaje es antimadridista.
La casa blanca se siente enormemente perjudicada en el fútbol español y sin embargo el Barcelona tiene árnica. El club catalán ha dirigido el arbitraje español durante veinte años y solo se han pronunciado en contra públicamente el Sevilla, el Espanyol y el propio Real Madrid, presentados como acusación particular en el BarçaGate. Todos lo demás clubes no han dicho nada contra el Barcelona. Y reciben a Laporta y sus directivos en los palcos como si no pasara nada, como si no les hubieran perjudicado en los arbitrajes frente al al cuadro azulgrana. Y sí, les han perjudicado, pero no sé quejan, no dicen nada. Y saludan a los representantes del Barcelona con los brazos abiertos, como si nunca les hubieran quitado ningún punto ante el Barça.
Perjudicado ante Sevilla, Betis y Atlético
Para el Real Madrid esto es alucinante. En la entidad del Bernabéu están indignados porque esta temporada han sido enormemente perjudicados tanto en Liga cómo en la Copa y el mayor jaleo periodístico se ha montado por un partido frente al Almería. El Real Madrid considera que ha perdido al menos cinco puntos en esta Liga por tres arbitrajes vergonzosos frente al Betis, el Sevilla y el Atlético en Liga. Y de esto no se habla.
Ante el Betis no se pitó un penalti clarísimo a Rodrygo y se debió expulsar a Ruibal por sus constantes entradas al propio jugador brasileño. Ruibal no debería estar en el campo y marcó el gol del empate.
De Burgos Bengoetxea, suspendido
Fue mucho más grave el partido del Real Madrid en el Sánchez Pizjuán. De Burgos Bengoetxea tuvo la enésima actuación arbitral de su carrera contra la escuadra madrileña y el Comité Técnico de Árbitros le suspendió durante un mes, en la nevera, después de anular dos goles legales a los visitantes.
El tercer agravio comparativo lo sufrió el Real Madrid en el Metropolitano, donde se anuló un gol legal de Camavinga, que significaba el 2-2, por un fuera de juego de Rüdiger que el VAR de inventó.
Para colmo, el Real Madrid está molesto por este relato que tapa los perjuicios al conjunto blanco en las competiciones españolas, pues en la Copa sintió otro maltrato arbitral gigantesco que le eliminó del torneo. Y la prensa, callada.
El manejo antimadridista de los medios quedó de nuevo patente en ese duelo copero. Hubo un penalti de libro a Bellingham, por derribo, que se vio en la jugada en directo y que el colegiado no señaló, que el VAR no juzgó y que la televisión tampoco repitió ¿Por qué la televisión no repitió las imágenes? El control barcelonista de las televisiones es muy importante, clave en estas dobles visiones.
En ese mismo encuentro, De Paul hizo tres claras entradas de tarjeta y solo vio una amonestación ya en el minuto 78. Debió quedarse el Atlético con diez desde el primer tiempo, pero el club de los comunicados contra el Real Madrid sabía que después de su presión mediática ningún colegiado le dejará con diez.
La prensa, las televisiones, no montaron escándalos por esas dos acciones que denuncia el Real Madrid. Sí lo habrían generado si el beneficiario de esas dos acciones hubiera sido el conjunto blanco, señalan en la entidad de Chamartín. Es la victoria del relato antimadridista.
Sin dejar de hacer autocrítica por los errores defensivos, el Real Madrid se siente eliminado la Copa por los árbitros, que han beneficiado al Atlético en sus dos enfrentamientos con el eterno rival. En la casa blanca comentan que esperaban un comunicado extenso de Miguel Ángel Gil sobre las tarjetas no mostradas a De Paul y por el penalti cometido sobre Bellingham, pero no han visto ninguno.
Que se vaya de la Liga
Los aficionados madridistas y especialmente los socios transmiten al Real Madrid que están hartos del antimadridismo de los medios y de los equipos. Piden a Florentino Pérez, en reacción de rabia, que se vaya de la Liga y que haga de una vez la Superliga.
En el Real Madrid reconocen que han perdido la batalla del relato hace mucho tiempo, desde antes de la era de la corrupción Barcelona-Negreira. El relato antimadridista se apoya en el Barcelona y el Atlético. Y las televisiones, las radios y los periódicos hacen labor de pregoneros.
Los medios explotan ese antimadridismo visceral, casi biológico, y hablan horas y días del partido del Almería pero no montaron ningún jaleo en el partido de Copa frente al Atlético, ni por el desastre soportado por el Real Madrid en el Sánchez Pizjuán, ni por los puntos que le hurtaron en el Villamarín.
Mucho mejor en Europa
La casa blanca se siente mucho mejor tratada en Europa, en las competiciones europeas, donde no existen estos complejos de envidia ni este antimadridismo que se alimenta en España.
En la entidad del Bernabéu reflexionan que el Almería, el Atlético, el Villarreal, el Valencia y la generalidad de los equipos no dicen nada de la corrupción arbitral del Barcelona durante veinte años, que les ha robado puntos a todos a lo largo de dos décadas, pero saltan cuando sucede algo relacionado con el Real Madrid. La diferente barra de medir es mental.
El club almeriense dejó muestras de esa distinta posición, de su posicionamiento, cuando dijo el domingo que no va a hacer crónica del partido ante los blancos. Sí hizo crónica, y no tuvo esa ironía, cuando fue enormemente perjudicado por el árbitro ante el Barcelona ¿Por qué esa doble visión?
El Real Madrid analiza que lo peor de esta derrota ante el relato antimadridista es que alimentan la sensación de menosprecio a todo lo que hace el conjunto blanco. El mensaje del enemigo antimadridista quiere engendrar que todo lo que consigue el Real Madrid es por la ayuda arbitral. Eso no se piensa del Barcelona tras pagar durante veinte años a Negreira ¿Por qué?